
En el fragmento, Brownfield argumentó que en vez de una confrontación abierta entre ejércitos regulares, la vía cibernética sería una buena opción para atacar a Venezuela. Esta afirmación desmiente el discurso en torno a la posibilidad de que el ataque cibernético denunciado por el gobierno de Nicolás Maduro contra el «cerebro informático» de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, ubicada en Guri (estado Bolívar), es una ficción creada por el chavismo para justificar el colapso de los servicios públicos, una cuestión planificada por factores foráneos para atacar sensiblemente a la población en descrédito de las instituciones.