Ciudadanos
estadounidenses que viven en bancos de autobuses, parques, vías férreas y aceras,
esa es la realidad de una de las mecas del capitalismo y la segundad ciudad más
poblada de EEUU.
Un reporte de Kaiser
Health News informó que "las muertes se dispararon 76% en los últimos
cinco años, superando con creces el crecimiento de la población sin hogar de la
ciudad".
Otro dato que aporta el
informe es que "alrededor del 33% murió en hospitales y más de dos tercios
murieron en el exterior, en lugares como callejones, aceras, estacionamientos,
ciudades de tiendas de campaña, parques, vías férreas y en la vía de acceso a
la autopista".
Muchas de las cuasas de estas
muertes no sólo está dada por la crisis de salud y de los precios de la
vivienda, sino por la epidemia de opiáceos que se extiende a lo largo y ancho
de Estados Unidos.
El portal financiero Zero
Hedge realizó un reseña de
esta información, alertando que "el informe no mencionó la causa raíz
de la falta de vivienda en la costa oeste está más allá de nuestra comprensión.
Uno de los principales impulsores ha sido la desigualdad en el ingreso,
derivada de la financiarización de la economía y la excesiva política monetaria
en la última década o más, ha colapsado a la clase media, dejándolos en niveles
de pobreza fronterizos".