Por
Niles Niemuth

La
compañía internacional de tecnología y comercio electrónico es controlada por
su CEO, Jeff Bezos, la persona más rica de la historia moderna, con un
patrimonio neto que actualmente supera los $150 mil millones. Obtuvo $3.6 mil
millones en ganancias en los primeros tres meses del año de los $60 mil
millones en ventas globales. Esto fue superior a los $1.6 mil millones en
ganancias de $51 mil millones en ventas en el primer trimestre del año pasado.
Si bien
las ventas minoristas de Amazon están creciendo más lentamente que en el
pasado, la compañía pudo aumentar su margen de ganancia al aumentar la
explotación de los empleados y expandir las ventas de sus servicios de
computación de “la nube cibernética” y de publicidad.
"En
este momento, estamos en un buen camino en el que vamos aprovechando al máximo
la capacidad que tenemos", dijo Brian Olsavsky, director financiero de
Amazon, en una conferencia telefónica con inversionistas. Se refería a una
caída del cuatro por ciento en el costo para cumplir con los pedidos, debido a
la disminución en el número de nuevos almacenes y menos trabajadores nuevos.
Los
costos disminuyeron a pesar del muy anunciado aumento en el salario mínimo para
todos los trabajadores de Amazon en los Estados Unidos el año pasado a $15 por
hora. Este aumento salarial, elogiado por el senador Bernie Sanders, resultó
ser una trampa de contabilidad que le permitió a Amazon eliminar las acciones y
otros beneficios de los trabajadores.
A pesar de estas ganancias masivas, el
departamento de contabilidad de Amazon ha podido utilizar una variedad de
créditos fiscales y beneficios fiscales en las opciones de acciones de
ejecutivos para no pagar impuestos federales sobre la renta durante los últimos
dos años. En 2018, Amazon recibió un reembolso de $129 millones, equivaliendo a
una tasa impositiva efectiva de -1.2 por ciento. En 2017, Amazon recibió un
reembolso de $140 millones o una tasa impositiva efectiva de -2.5 por ciento.
Desde 2009, el segundo
empleador privado más grande de los Estados Unidos ha pagado solo un 3 por
ciento en impuestos sobre sus $27 mil millones en ganancias, muy por debajo de
la tasa del 21 por ciento del impuesto corporativo que el presidente Donald
Trump promulgó en 2017.
Con su récord en el primer
trimestre, Amazon está en camino de superar los $11.2 mil millones en ganancias
que obtuvo en 2018. Sin embargo, esto no es suficiente para Wall Street, que
respondió al informe de ganancias manteniendo el precio de las acciones de la
compañía estables el jueves. El mensaje es claro: la explotación de los
trabajadores en los EUA y en todo el mundo debe incrementarse cada vez más para
garantizar un desplazamiento aún mayor en el próximo trimestre y en cada
trimestre posterior.
Amazon ha prometido que la
presión sobre sus trabajadores ya superexplotados aumentará con el anuncio de
que pasará del envío gratuito de dos días para sus suscriptores del servicio
Prime al envío gratuito de un día.
"El
envío gratuito de un día tendrá un costo para los empleados", dijo Shannon
Allen, denunciante de Amazon, al World Socialist Web Site.
"Pronto llegará a un centro de [almacenamiento o distribución] de Amazon
cercano a usted: el aumento de lesiones físicas de los empleados, pensamientos
suicidas, mayor ansiedad y depresión. Y para el trabajador seguro: aislamiento,
mayor productividad por el mismo salario, menos descansos en el baño, menos
agua, mientras observas desde la primera fila de tu estación de trabajo cómo
tus compañeros de trabajo son arrastrados a ambulancias".
"Denuncien esto, tengan
las agallas", llamó Allen a los otros trabajadores de Amazon. “Esas
palabras están escritas en las paredes de Amazon. No tienes nada que perder
excepto tus cadenas".
Los trabajadores de Amazon ya
se encuentran entre los más explotados físicamente, ya que los trabajadores de los
almacenes en los EUA ganan un salario promedio anual de $28,000 y se espera que
clasifiquen y empaquen productos y cajas a velocidades extraordinarias. Muchos
trabajadores han sufrido lesiones debilitantes debido a daños del equipo, la
tensión debida a movimientos repetitivos y el agotamiento por calor. Los
trabajadores informan que orinan en botellas en sus estaciones de trabajo, en
lugar de perder tiempo para clasificar paquetes en el camino de ida y vuelta al
baño.
Un análisis realizado por The Verge de los
documentos presentados por Amazon en una disputa laboral con un extrabajador
encontró que la compañía ha establecido un sistema casi totalmente automatizado
para rastrear y despedir a los trabajadores que no "no cumplen con sus
cuotas". Más del diez por ciento de la fuerza laboral en un almacén en
Baltimore, alrededor de 300 empleados de tiempo completo, fueron despedidos
simplemente por no cumplir con las cuotas de paquetes. Extrapolado a toda la
fuerza laboral en todo Estados Unidos, esto implica que miles de personas
pierden sus empleos cada año por no moverse lo suficientemente rápido.
De la mano de obra sudada de
cientos de miles de trabajadores en todo el mundo, Bezos agregó $50 mil
millones a su patrimonio neto en 2018, ganando más en un segundo, $2,950, que
el promedio de trabajadores de Amazon en India en todo un año o $2,796. Si la
fortuna de Bezos de $150 mil millones se dividiera en partes iguales entre sus
empleados, cada uno obtendría un bono de $232,000.
Bezos
utilizó su fortuna para comprar el diario Washington Post por $250 millones en
efectivo en 2013, lo que le dio una herramienta crítica para influir en la
política nacional y los desarrollos en la capital de la nación. Poco después de
la compra del periódico, Amazon ganó un contrato de $600 millones con la CIA. La
compañía actualmente está haciendo una oferta por un contrato de $10 mil
millones para proporcionar servicios de computación en “la nube cibernética” al
Departamento de Defensa y está planeando abrir su segunda sede en el norte de
Virginia, a solo cinco minutos del Pentágono.
Con su capacidad para obtener
ganancias masivas de una fuerza laboral global altamente explotada, Amazon se
está convirtiendo en el modelo para las empresas de todo el mundo. El mes
pasado, Amazon y el fabricante de automóviles Volkswagen anunciaron una
asociación para crear una nube industrial para "reinventar los procesos de
fabricación y logística de [VW]". Esta inversión conjunta conlleva la
“amazonificación” de la industria automotriz, generando más trabajo casual y la
implementación de tecnologías para facilitar el seguimiento y control cada vez
más exacto de cada movimiento de los trabajadores.