
Los miembros de la REDH
apelamos a todas y todos, a las mujeres y hombres amantes de la paz, de la
justicia y del derecho internacional para unir nuestras voces ante una agresión
sin precedentes del gobierno de los Estados Unidos contra el pueblo de Cuba. Se
trata, esta vez, del más brutal recrudecimiento que se conozca del ya inhumano
bloqueo comercial, económico y financiero que sufren los cubanos, con el objetivo
explícito de doblegar su resistencia y recolonizar el país.
La administración
estadounidense, dando muestras de una prepotencia insólita, ha resucitado la
Doctrina Monroe con la intención de lograr que la región de América Latina y el
Caribe se subordine de manera absoluta a su vecino del Norte, y ha mezclado
este objetivo con la paranoia anticomunista heredada del macartismo y la Guerra
Fría. De este modo, Cuba es castigada por ser dueña de su destino, celosa
guardiana de su independencia y por abrazar unos ideales que EE.UU. rechaza
visceralmente.
El gobierno de Trump ignora
con toda intención que el pueblo cubano acaba de ratificar, por abrumadora
mayoría, una nueva Constitución que confirma los principios inalienables de
Cuba, como nación soberana y el camino socialista escogido desde abril de 1961,
en vísperas de la invasión mercenaria por Playa Girón y de la contundente
victoria de las fuerzas revolucionarias.
La mal llamada “Ley para la
Libertad y la Solidaridad Democrática Cubana”, conocida como Ley Helms-Burton,
fue aprobada por el Congreso de EE.UU. y promulgada por el presidente Clinton
en 1996. Dos años después, el propio Clinton se vio obligado a suspender por
seis meses prorrogables la aplicación del título III de la referida ley, como resultado
de la presión de la comunidad internacional, en particular de la Unión Europea
y Canadá, que acusaron al gobierno estadounidense ante la Organización Mundial
del Comercio (OMC). Desde entonces, la aplicación de la Helms-Burton en su
totalidad ha sido pospuesta por las sucesivas administraciones, hasta que el
actual mandatario, Donald Trump, ha decidido generalizarla, en un contexto
marcado por la arrogancia y las mentiras patológicas de John Bolton, Mike
Pompeo, Mike Pence, Marco Rubio, Mauricio Claver-Carone y toda la fauna de
naturaleza jurásica y vocación fascista que gobierna en aquel país. Contexto en
el que también se ataca y agrede con saña a Venezuela y Nicaragua, naciones
catalogadas como las otras “dos patas de la troika de la tiranía”, según
palabras del mendaz Bolton. Tal es el objetivo, acallar lo plenamente soberano
y, por lo mismo, diferente.
En esta ley el Congreso de
los Estados Unidos se toma la atribución de hacer el diagnóstico de los
problemas que enfrenta Cuba y de establecer cuáles serían sus soluciones.
Asimismo, prevé la instauración de un gobierno de transición designado por los
Estados Unidos, cuya misión no es otra que desmontar todo el sistema de
justicia social vigente en el país, devolver las propiedades a los antiguos dueños
–muchos de los cuales, tratándose de asesinos y ladrones, las abandonaron de
manera precipitada al triunfo de la Revolución– e informar cada seis meses
sobre la marcha de este desmontaje al gobierno estadounidense. Cuando dicho
gobierno lo decida, autorizaría a celebrar a su sombra elecciones “libres y
democráticas” y luego, cuando lo considere viable, analizaría el levantamiento
del bloqueo.
No contentos con poner en
ejecución el título III de esta onerosa ley, la administración norteamericana
ha adoptado nuevas medidas que impiden viajar a Cuba a la mayoría de sus
ciudadanos y reducen sustancialmente el monto de las remesas que los cubanos
residentes en aquel país pueden enviar a sus familiares en la isla. Ambas
decisiones suponen un rudo golpe a la economía de cientos de miles de familias,
muchas de ellas pertenecientes del sector emergente de la economía cubana.
Hoy es urgente movilizar a
todas las fuerzas progresistas y a la opinión pública mundial en contra de la
Ley Helms-Burton, que es una afrenta a Cuba, a Nuestra América y al mundo
entero, pues desconoce el elemental principio de la soberanía de los países y
se propone retrotraer la isla, por decisión imperial, a los tiempos más
deplorables de sumisión e ignominia del sistema colonial.
Pensaron que cuando Fidel no
estuviera físicamente todo iba a ser más fácil. Craso error en los cálculos del
imperialismo. El pueblo de Cuba es heredero de las ideas del Comandante porque
son justas, están avaladas por la realidad y porque lo representan en todos los
ámbitos de su dimensión histórica. El ideal de justicia social y la solidaridad
están en el ADN de los cubanos dignos, y eso lo vemos en la continuidad
declarada y en el ejercicio del actual gobierno de la República de Cuba. Más
que las propiedades, quieren acallar el ejemplo de un pequeño país realmente
libre.
Digamos NO a la Ley
Helms-Burton y a la soberbia del imperio. Basta de injerencismo. Basta de
bloqueos. Estados Unidos no tiene ningún derecho a disponer lo que pasara hoy,
ni nunca, en los pueblos de Nuestra América.
Es hora de mostrar por Cuba
la solidaridad que por tantos años nos ha brindado con generosidad y altruismo
a todos los pueblos del mundo.
En nombre de la Red de
Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales En Defensa de la Humanidad, su
Secretaría Ejecutiva, integrada por:
Pedro Calzadilla, Venezuela
Atilio Boron, Argentina
Paula Klachko, Argentina
Marcos Teruggi, Argentina/Venezuela
Tim Anderson, Australia
Hugo Moldiz, Bolivia
Maria Nela Prada, Bolivia
Marilia Guimaraes, Brasil
Carlos Alberto (Beto) Almeida, Brasil
Pablo Sepúlveda Allende, Chile/Venezuela
Omar González, Cuba
Fernando León Jacomino, Cuba
Ángel Guerra, Cuba/México
Ariana López, Cuba
Irene León, Ecuador
Alicia Jrapko, EE.UU
Javier Couso, España
Arantxa Tirado, España
Nayar López, México
Luis Hernández Navarro, México
Fernando Buen Abad, México/Argentina
Katu Arkonada, País Vasco/México
Hildebrando Pérez Grande, Perú
Carmen Bohórquez, Venezuela
Roger Landa, Venezuela
Pasqualina Curcio, Venezuela
Atilio Boron, Argentina
Paula Klachko, Argentina
Marcos Teruggi, Argentina/Venezuela
Tim Anderson, Australia
Hugo Moldiz, Bolivia
Maria Nela Prada, Bolivia
Marilia Guimaraes, Brasil
Carlos Alberto (Beto) Almeida, Brasil
Pablo Sepúlveda Allende, Chile/Venezuela
Omar González, Cuba
Fernando León Jacomino, Cuba
Ángel Guerra, Cuba/México
Ariana López, Cuba
Irene León, Ecuador
Alicia Jrapko, EE.UU
Javier Couso, España
Arantxa Tirado, España
Nayar López, México
Luis Hernández Navarro, México
Fernando Buen Abad, México/Argentina
Katu Arkonada, País Vasco/México
Hildebrando Pérez Grande, Perú
Carmen Bohórquez, Venezuela
Roger Landa, Venezuela
Pasqualina Curcio, Venezuela
29 de abril de 2019