Desde Londres nos escriben Julia Borges e Denis Melo, Los compañeros brasiñelos “ Brigada do Vamos à Luta” (agrupación estudiantil revolucionaria brasileña), en Inglaterra.
Tottenham, suburbio de Londres, noche del jueves 4 de agosto. Mark Duggan, un negro de 29 años es asesinado por la policía. Le pegaron un tiro a quemarropa en el pecho.
Sábado a la noche, en el barrio de Mark, se producen protestas exigiendo justicia frente a la comisaría. Después de horas siendo ignorados, decidieron incendiar los automóviles de la policía, ómnibus y edificios. Centenares de personas del barrio, negros, blancos pobres, asiáticos y judíos se sumaron a la manifestación, que fue brutalmente reprimida. El domingo varios barrios son tomados por una ola de saqueos, destrucción de comercios y quema de autos.
El lunes y el martes, ocurren protestas similares en Birmingham, Bristol, Leeds y Nottingham. En Manchester más de de 2000 jóvenes enfrentaron desarmados a las armas policiales. Liverpool contabiliza el lanzamiento de 200 botellas molotov. Es la intimada en el corazón de Gran Bretaña.
David Cameron, primer ministro británico, interrumpió sus vacaciones en Toscaza y anunció una brutal represión para que el orden vuelva a reinar en Londres. Las licencias militares fueron suspendidas, para poner 16.000 soldados en las calles. El Parlamento suspendió su receso de vacaciones. La Asociación de Fútbol canceló el partido amistoso entre Inglaterra y Holanda en Wembley. Los tribunales están funcionando de noche para juzgar manifestantes.
Las protestas sociales, que estaban en baja en función del verano europeo, vuelven al centro de la situación política. Las calles son cubiertas por el humo de los incendios y las veredas por los vidrios rotos. El clima de tensión de los súbditos snob de la reina crece en la misma proporción con que la rabia se adueña de los suburbios plebeyos.
Esa “palestinización” de Londres ocurre en el contexto de enfrentamiento y crisis económica mundial, de las revoluciones en el mundo árabe, del surgimiento de los indignados y la intensificación de las huelgas en Europa. Proceso mundial como puede ser visto en las movilizaciones en Israel o en Chile en las últimas semanas.
Los pobres e inmigrantes bajo la dictadura del capital
El asesinato de Mark fue la gota que rebalsó el vaso, de violencia y humillación cotidiana sufrida por los británicos pobres, los negros y los inmigrantes.
En medio de la precariedad de la vida social y de las innumerables discriminaciones, no es difícil comprender las explosiones sociales en la periferia del viejo mundo, cuyos barrios más parecen territorios de exclusión adonde conviven los habitantes locales pobres, negros y los inmigrantes recientes o antiguos, adonde crece todo tipo de delitos, fruta de la marginalización impuesta a esas personas. Lugares adonde la policía es odiada, causa miedo, repudio, por sus constantes patrullas que criminalizan la pobreza. Recordemos que la famosa Scotland Yard, asesinó brutalmente al joven brasileño Jean Charles de Menezes en el 2005.
En Francia, también en el 2005, tuvimos una primera demostración de la explosión social que esta situación puede generar.
Mano de hierro
La política del gobierno conservador ante la generalización del conflicto actual transforma las protestas en caso policial. Los manifestantes son tratados como integrantes de mafias peligrosas y la sociedad es dividida entre lo “peor” y lo “mejor”. Para los más de 1200 detenidos (800 solo en Londres), todos jóvenes, Cameron propone solamente “la prisión”. Lo que para muchos significa un alivio, porque tienen garantizada “3 comidas diarias”, como declaró uno de los manifestantes de Totenham. Y para enfrentar a “los delincuentes”, la policía fue autorizada a usar todo el aparato represivo, incluyendo blindados, con los cuales reprime a los manifestantes en la conflictiva Irlanda del Norte. Represión que cuenta con el apoyo del Partido Laborista.
Ninguna medida social o democrática, que resuelve el conflicto fue anunciada. El combustible que motivó la explosión sigue en las rutas: foso creciente que separa a los ricos de los pobres, verdadera división de la sociedad. Una situación profundizada por las medidas de ajuste fiscal al servicio de los delincuentes del marcado financiero, los que sustentan el régimen fascista de la reina Isabel.
David Cameron y la crisis inglesa
En el 2010, la crisis explotó nuevamente en la Unión Europea (UE). El gobierno de David Cameron pretende cortar 134 mil millones de libras del presupuesta de las áreas sociales hasta el 2015, aumentó el valor de las tasas de matrícula universitaria y anunció 490.000 despidos en el sector público en los próximos 4 años.
Hay un batallón de desocupados que bordea los 3 millones de personas. En Tottenhan, el ajuste fiscal significó, por ejemplo, el cierre de centros sociales, adonde la juventud tenía acceso a un espacio de deporte y esparcimiento.
El año pasado, el movimiento comenzó a dar signos de reanimación. Primero con la huelga del metro de Londres y enseguida con la rebelión estudiantil en el segundo semestre, contra el aumento de las matrículas. Este movimiento fortificó la protesta nacional del día 26 de marzo, cuando medio millón de personas marcharon por las calles de Londres. Fue una paralización nacional de 24 horas que abarcó a millares de personas, sobre todo del sector público. El día 30 de junio, una protesta reunió nuevamente a millares de personas en las calles de Londres, coronando el mayor movimiento social desde los años treinta. Una de las principales bases en huelga eran los empleados públicos. A estas siguieron otras huelgas parciales.
La complicación económica y los conflictos sociales ocurren en medio de problemas políticos. El gobierno de David Cameron, con mayoría de los conservadores, no comenzó bien. Tuvo que aplicar los cortas ya preparados en el presupuesto de los Laboristas, sin contar con el control del movimiento obrero. Al mismo tiempo, la rebelión de la juventud mostró la fragilidad de su mayoría en el Parlamento.
La votación del aumento de las matrículas universitarias terminó 323 a 302, y una división de la coalición de gobierno.
En los últimos meses, el escándalo del sector de comunicaciones dirigido por Rupert Murdoch, dueño de News Of The World, mostró las entrañas del régimen de los poderosos. Cameron fue salpicado por su asesor de comunicación, Andy Coulson, que fue editor del diario. Cayó la cúpula de Scotland Yard, pues la policía corrupta permitió las escuchas ilegales del News Of The World. Murdoch y Cameron tuvieron que dar explicaciones al Parlamento.
¡Todo el apoyo a la intifada inglesa!
Las protestas en Londres son otra de las caras de las movilizaciones en el mundo. La desorganización incendiaria es un reflejo de la propia condición de vida de los que protestan. Comprendemos esas acciones y repudiamos la campaña y acciones nazistas que intentan criminalizar el método que los jóvenes suburbanos utilizan para manifestarse. En tanto, sabemos que la ausencia de una dirección política es un déficit para canalizar esa explosión social contra el gobierno, principal responsable por esa situación, y para la unidad con otros sectores sociales. Por ejemplo, separa a los manifestantes de la clase obrera y a los sectores de la clase media afectados por la crisis.
La tentativa de organizar una asamblea en Tottenhan, hecha por los indignados de Londres fue positiva aunque reunió pocas personas. Más que nunca ese movimiento necesita organizarse para buscar la unidad con los demás trabajadores.
Las próximas asambleas de los indignados de Londres deben votar una nota de apoyo para ser distribuida en la ciudad y, sobretodo, en los barrios pobres. Debemos apoyar esa justa rebelión, buscar la unidad, enfrentar la reacción nazista y levantar las reivindicaciones más sentidas: basta de violencia policial, discriminación, xenofobia, por el fin de la represión a los inmigrantes, fin del apartheid social existente, fin del racismo, así como garantías de derechos sociales a los trabajadores y el pueblo pobre.
Debemos exigir empleo par ala juventud, derecho a educación gratuita con calidad y garantías de políticas públicas de acceso al descanso, cultura y deporte. En ese camino debemos derrotar el ajuste fiscal de Cameron y de la Monarquía.
Los suburbios están indignados y decidieron levantarse. En todos los países del mundo debemos apoyar activamente la intimada en curso en Inglaterra por medio de protestas, manifestaciones, notas, debates, reuniones, etc.
El día 15 de Octubre, día de protesta internacional del 15-M, tenemos la oportunidad mundial de exigir en las calles que una real democracia sea instalada, por fuera de las corporaciones multinacionales, de la realiza y de los políticos corruptos.
En este día, seamos todos ingleses, españoles, griego, chilenos, brasileños… ¡Seamos todos INDIGNADOS! ¡Vamos a la lucha!
Intifada em Londres!
Por: Julia Borges y Denis Melo
