Por
Nick Beams
Las
conversaciones entre los negociadores comerciales de Estados Unidos y China en
Washington se rompieron ayer sin ningún acuerdo tras la imposición de aranceles
adicionales por parte de la administración Trump sobre productos chinos por un
valor de $200 mil millones. No se ha fijado fecha para futuras discusiones.
La
preocupación más inmediata de ambas partes a medida que emergían de la reunión
era emitir garantías de que las negociaciones no se habían roto por completo
para calmar a los nerviosos mercados financieros.
El Financial Times, citando a una
"persona familiarizada con las conversaciones", dijo que China no
había cedido mucho terreno significativo en los puntos clave, pero ambas partes
"sintieron la necesidad de gestionar las expectativas del mercado y evitar
la percepción de un colapso completo".
Hace una
semana, se esperaba que las discusiones llegaran a un acuerdo listo para ser
firmado por el presidente Trump y el presidente de China, Xi Jinping. Pero ese
escenario no pudo cumplirse cuando el gobierno de Trump acusó a Beijing de dar
marcha atrás en los compromisos para convertir en ley los cambios en sus
políticas económicas, tal como exigía Estados Unidos.
Las
nuevas tarifas, que elevaron las tasas del 10 por ciento al 25 por ciento, se
impusieron el viernes. Trump también anunció que había iniciado el
"papeleo" para la imposición de un arancel del 25 por ciento sobre
otros $325 mil millones en productos chinos no cubiertos hasta el momento.
Las
tarifas no entrarán en vigencia hasta que los barcos que salieron de China ayer
lleguen a los Estados Unidos, un período de tres a cuatro semanas. Las cargas
actualmente en tránsito no serán gravadas con las tasas más altas. Esto
proporciona una pequeña ventana de oportunidad para futuras discusiones.
Trump
ofreció esa perspectiva en una serie de tuits sobre el resultado de la reunión.
"En
el transcurso de los últimos dos días, Estados Unidos y China sostuvieron
conversaciones sinceras y constructivas sobre el estado de la relación
comercial entre ambos países", dijo.
“La
relación entre el presidente Xi y yo sigue siendo muy fuerte, y las
conversaciones en el futuro continuarán. Mientras tanto, los Estados Unidos han
impuesto aranceles a China, que pueden o no eliminarse, dependiendo de lo que
suceda con respecto a futuras negociaciones".
China
también intentó ofrecer garantías de que las negociaciones no se habían roto
por completo. En una declaración emitida poco después de que se impusieran las
nuevas tarifas, el Ministerio de Comercio dijo que "lamentaba
profundamente" las acciones de Trump y advirtió que China "tomaría
las contramedidas necesarias".
Sin
embargo, también buscó suavizar el tono, expresando la esperanza de que se
pudiera llegar a un acuerdo y que las dos partes "se encontrarán a mitad
de camino".
El
viceprimer ministro y negociador comercial en jefe de China, Liu He, dijo a la
Televisión Central de China que había viajado a Estados Unidos "bajo
presión" y que su decisión fue un signo de la "sinceridad" de
China. "Creo que hay esperanza", dijo.
Los
esfuerzos combinados para calmar a los mercados tuvieron éxito, al menos a muy
corto plazo. Wall Street terminó arriba por más de 100 puntos para el día
después de caer bruscamente en la apertura, registrando una caída general de
más de 500 puntos.
Nunca iba
a haber un acuerdo en las negociaciones de esta semana después de la subida de
tarifas porque a Liu no se le había dado la designación de enviado especial al
presidente. Como resultado, solo pudo informar y no hacer ningún compromiso.
Al
intentar calmar los mercados, Trump también emitió una serie de tuits
agresivos. “Soy diferente a mucha gente. "Creo que las tarifas para
nuestro país son muy poderosas", dijo.
En otro
Trump dijo que si bien EUA continuaría negociando, no había “ninguna necesidad
de apresurarse. Las tarifas harán que nuestro país sea mucho más fuerte, no más
débil. ¡Siéntense y miren!”
La
retórica también se está intensificando en Beijing. Si bien Lui e incluso Xi,
en cierta medida, pueden estar preparados para hacer concesiones a los EUA,
existen fuerzas poderosas en el régimen chino que se oponen a lo que consideran
una capitulación ante los EUA.
Estos se exhibieron en un foro celebrado esta
semana en Beijing, informado por el Financial Times, en el que
participaron representantes de empresas militares estatales.
Dai Xu,
un coronel retirado de la fuerza aérea y ahora profesor en la Universidad de
Defensa Nacional de China, dijo: "Espero que las negociaciones se
rompan". En una imagen reflejada de los arrebatos de Trump, continuó:
"Una vez que finalicen las negociaciones "Estados Unidos estará
terminado, seguro... echaremos a todas las compañías estadounidenses y
traeremos de vuelta las nuestras".
Dai dijo
que se oponía a los conceptos tradicionales de que "no importa cuánto
hayan lastimado a China, estamos educados para olvidar... ¿cuál es el
significado de recordar la historia sin el odio? No tiene sentido".
La
historia estuvo muy presente en los comentarios de Wu Qiang, comentarista y
exprofesor de política en la Universidad de Tsinghua. "Xi está muy
preocupado por su autoridad, ya que no quiere ser visto como Yuan Shikai",
dijo.
Yuan fue
presidente de China durante la Primera Guerra Mundial, cuando Japón, después de
tomar un enclave alemán, emitió una serie de 21 demandas de derechos
extraterritoriales y otras concesiones radicales. El eventual acuerdo de Yuan
con la mayoría de las demandas provocó una oleada de oposición a su gobierno.
Tan
Yungang, un coronel de la fuerza aérea, dijo al foro: "Estados Unidos nos
ve abiertamente como su mayor enemigo. Estados Unidos bloqueará a China más que
a la antigua Unión Soviética”.
Washington
ha estado llevando a cabo una serie de "bloqueos tecnológicos" contra
China para mantener su propio dominio, dijo.
La
política oficial de China aún es continuar las negociaciones, manteniendo la
perspectiva de un acuerdo de ganar-ganar. Pero hay indicios claros de que la
continua y creciente beligerancia de la administración de Trump está
produciendo una reacción violenta en los círculos gobernantes.
Un artículo publicado en el blog Taoran
Notes, que parece gozar de respaldo semioficial, fue titulado: "Si
quieres hablar, podemos hablar, si quieres luchar, también podemosluchar".
El artículo, que fue rápidamente publicado tanto
por el People’s Daily como por la agencia de noticias Xinhua,
ambos medios estatales, se referían a la Guerra de Corea, diciendo que
"durante dos años, [las partes] lucharon mientras negociaban al mismo
tiempo".
Tales
comentarios apuntan a la lógica objetiva subyacente de la guerra comercial: la
erupción de un conflicto militar, mucho más devastadora que la Guerra de Corea,
ya que Estados Unidos se esfuerza por mantener su dominio frente a la expansión
económica de China.