LA MEJOR GARANTÍA PARA QUE SE RESPETEN NUESTROS DERECHOS ES CON NUESTRA ORGANIZACIÓN, FORMACIÓN Y MOVILIZACIÓN DE MANERA INDEPENDIENTE, DEMOCRÁTICA, SOLIDARIA Y UNITARIA

LA BUROCRACIA DE NUESTRO “YO”: ¿Quién determinó a quién?

Desde los inicios del capitalismo y sus sociedades desiguales, aparecen palabras como: norma, orden y sistemas, palabras con el contenido preciso para generar las instrucciones necesarias para la organización de la sociedad capitalista, definiendo a dos tipos de sujetos, uno dueño del dinero (situación que lo hace libre); y otro no dueño de nada (situación que lo hace preso y por lo tanto explotado). Esta mirada social, al paso del tiempo ha sido complejizada, por diversas vías, entre ellas el desarrollo tecnológico ligado a los procesos productivos directamente; y por otro lado diversos espacios de resistencia y de lucha, que acompañan al eterno movimiento obrero y a otros actores que han salido a la luz de la protesta (movimientos indígenas, feministas, ambientalistas, estudiantes…). Lo que ha demandado para el capital tener nuevas palabras de domesticación del sujeto como: organizar, gestionar y eficiencia. Contenido que desde el sistema capitalista se reduce a que permanezca la “racionalidad instrumental” (Ganar - Ganar), por encima de la “reproducción de la vida”.

Ciertamente, además de palabras, el sistema capitalista gestó instituciones, algunas legales y otras legítimas, haciendo que en todos los procesos de la vida cotidiana se verticalizaran no sólo las relaciones laborales, sino cualquier relación humana posible y existente; por ejemplo, es común seguir viendo en las familias tradicionales nucleadas (mamá, papá e hijos), que el hijo solicita permiso al papá, quien aparece como el sujeto decisor por excelencia, pero antes debió pasar por la instancia primaria que es la madre, quien determinara el apoyo o no a la petición planteada por el menor. Este ejemplo lejos de parecer tonto, muestra cómo poco a poco hemos trasladado las normas jerárquicas, excluyentes y explotadoras, impuestas por la sociedad capitalista, a nuestros espacios de construcción doméstica-familiar.

Entonces, ¿podríamos afirmar que somos tan burocráticos en el puesto de trabajo como en nuestros hogares? De ser así, la burocracia, vista como ese mal que ni los brujos parecen despojar, termina simplificando la cotidianidad en la ineficiencia balurda hacia la gestión humana y para la vida, no sólo desde la institución concreta, sino también del individuo en su propio yo; y esto suele pasar producto de la internalización de valores y significaciones de procesos, a tal punto que los hacemos naturales diciendo ´es que la cosa debe ser así´. Por esta razón, no es extraño ver cuando cualquiera de nosotros va a una institución pública o privada, el trámite se hace difícil, hasta que mostramos eso que habíamos dicho antes que te hace libre: “el dinero”.

Entonces, aparece la dupla maligna: burocracia + corrupción, fórmula compleja de resolver cuando está internalizada por la práctica, por la institución, por la ética y hasta por los principios de vida. Sin embargo, no se hace difícil pensar en una superación de esta dupla, cuando nuevas prácticas se alojan en la cotidianidad del individuo, buscando la semilla en su yo interno que contenga los valores solidarios que muevan otras prácticas; pero como toda semilla, se hace necesario regarla, cultivarla y abonarla; y el abono perfecto para esto es “la educación”, vista desde otro espacio, desde otra concepción de sociedad y por supuesto desde otra economía.

Un caso de realismo mágico

Venezuela, como sujeto histórico de cambio y revolución, plantea toda esta crisis burocrática del Estado burgués, y del individualismo burocrático; y es visible cuando el presidente Chávez tiene que inventar misiones inter mensuales para ver cómo resuelve “asistencialmente” los problemas del país, porque las instituciones en 12 años de gobierno revolucionario han mostrado la incapacidad para canalizar los problemas socioeconómicos de los venezolanos y las venezolanas.

Un ejemplo de esto es la recientemente anunciada la Misión Trabajo, lanzada a partir de la gran demanda de mano de obra para construir 300 mil viviendas en el país, pero además para dar respuestas a las solicitudes que vía carticas o twitter, demandan que Chávez (la nueva cartera de empleos) otorgue trabajos. Entonces se me hace necesario recordar que el Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social, tiene una dirección que se llama “Dirección Empleo”, esta dirección tiene 24 agencias de empleo activas en todo el país, que se encargan, entre otras cosas, de la selección y el envío de personal común y corriente que esta desempleado o desempleada, pero no al Estado, para eso concretamente se utilizan las influencias o visto desde jergas coloquiales “las palancas”. La selección y envío de personal se hace para las empresas capitalistas que lo solicitan a la agencia de empleo pública, y que en algunos casos estas empresas estaban sancionadas por el mismo Ministerio del Trabajo por la violación de los derechos laborales a los trabajadores.

Lo que se quiere ejemplificar es que la recurrencia hacia la estructura paralela, siempre se hace necesaria, dejándonos como los incapaces de minar la morgue que son las instituciones en Venezuela. Sin embargo la cosa no es tan simple como sólo poner una bomba. Resulta que cada individuo que actúa y es estructurante del sistema capitalista, también padece del mal ‘burocratismo’. Pero como diría Salvador Dalí… este es el realismo mágico de una revolución… es así, debe ser así… debemos pasar por el proceso de concientizar que es lo que no queremos, para poder inventar otra cosa.

Entonces, cito al Comandante de la revolución Bolivariana “Debemos darle un sacudón interno a las estructuras del Gobierno... Que la fuerza que tengan, la pongan en práctica para sacudir las estructuras del Gobierno”. “Este reimpulso del Gobierno, debe llegar a sus escalones intermedios y a los escalones municipales, para fundar el Estado nuevo para el socialismo bolivariano”. “Tenemos que ser eficaces, tenemos que hacer las cosas y hacerlas bien. Debemos tener eficiencia en el Gobierno. Levantemos la eficiencia, seamos eficientes, para esto se requiere mucho método, mucha planificación”. “Debemos planificar al detalle pero debemos vigilar que se cumpla y para ello debemos tener compromiso, y una alta calidad revolucionaria y socialista en lo teórico y lo práctico”. Hugo Rafael Chavez Frías. Instalación del II Consejo Ampliado de Ministros.
Por lo tanto camaradas, ahora está más vigente que nunca el lema que compartido con la revolución cubana se hace presente:

PATRIA SOCIALISTA O MUERTE……. VENCEREMOS!

Tania Ríos
Socióloga, becaria de Fundayacucho
Universidad Nacional de General Sarmiento
Buenos Aires, Argentina