Acciones 5 de mayo
Colectivo
Este es el panorama de la Europa democrática.
35.597 personas han muerto, solo desde 1993, intentando acceder a Europa por
carecer de vías y procedimientos de acceso seguro y garantizado. El Mare
Nostrum se ha convertido en el Mare Mortum, el mar de los ahogados. No se han
reubicado los miles de personas que llevan meses y años hacinadas en pésimas
condiciones -en auténticos campos de concentración- en los países del sur de
Europa. Son permanentes las agresiones sexuales que sufren las mujeres en el
tránsito y el secuestro de muchas por las redes de trata.
La UE que iba a suprimir las fronteras ha creado en
los últimos años más vallas en y entre sus propios países que todo el resto del
mundo, Trump incluido. La nueva guardia europea de fronteras se ocupa de las
fronteras interiores mermando la soberanía de los Estados y, en los países de
origen de las personas migrantes (África, Asia), entrenando a sus
policías/milicias, para obstaculizar los movimientos de las personas
desplazadas a la fuerza. Una pregunta: ¿cuánto dinero público, que podría ser
empleado en mejorar las condiciones de vida de europeas y migrantes, va a ser
utilizado en la construcción de campos de detención/concentración en Marruecos
o Turquía?
En los últimos tiempos los gobiernos europeos están
ya decididamente asumiendo estas políticas de sistemático rechazo y exclusión
de personas inmigrantes y refugiadas. Un conjunto de intereses económicos y del
mercado de trabajo marcan estas decisiones, pero lo que resulta especialmente
grave es la creciente presencia de las fuerzas de extrema derecha,
neofascistas, tanto en los procesos de gobernanza europeos como, también, en
importantes sectores de la población.
Estas fuerzas están arrojando olas de odio sobre
las personas migrantes y refugiadas, a las que culpan de todos los males de
nuestras sociedades, del desempleo, de los bajos salarios, de la crisis social
y económica, del aumento de la delincuencia y del machismo. Esas fuerzas
extremistas, demasiadas veces apoyadas por fuerzas políticas que se
autodenominan democráticas, utilizan esos discursos que contribuyen a
incrementar las injustas políticas migratorias existentes, como - reiteramos -
las expulsiones masivas y el cierre de fronteras arrojando a la muerte a
decenas de miles de personas en las aguas del Mediterráneo, en los desiertos de
África y en otros lugares sin nombre, negándoles derechos humanos básicos, la
vida y el derecho a migrar.
La política neofascista se asienta y alimenta en la
defensa de una sociedad jerárquica basada en el individualismo, la competición
y la desigualdad. De una sociedad autoritaria y patriarcal basada en el odio y
la exclusión de las personas vulnerables, empobrecidas, excluidas, diferentes,
migrantes. De una sociedad donde quienes son diferentes, quienes soportan y
también rechazan la desigualdad y la jerarquía de personas -las personas
pobres, emigrantes, precarias, mujeres insumisas, disidentes en general- deben
ser marginadas y expulsadas.
El crecimiento de estas fuerzas políticas
neofascistas y la facilidad con la que están buscando alianzas en otros
partidos y fuerzas de derecha - tenemos ejemplos muy cercanos- empieza a hacer
desgraciadamente posible una estrategia que, siendo ahora las personas
emigrantes y refugiadas las primeras víctimas, incluiría, si crecen más, no
dentro de mucho tiempo, represión y sometimiento a todas las otras personas
arrojadas fuera del sistema. Sobre todo a quienes desde la diferencia -mujeres,
personas jóvenes, precarias, paradas, etc - lo rechazan. Estas fuerzas de
derecha buscarán marginar el pensamiento y la acción política y social que
lucha por establecer una sociedad de iguales en derechos y libertades, regida
por los valores y prácticas de dignidad, respeto, solidaridad, inclusión y
democracia, en definitiva en valores de humanidad.
Es necesario revertir este proceso. Es necesario en
este sentido luchar y movilizarse a favor del respeto radical de los derechos
humanos de personas inmigrantes y refugiadas. Sobre todo, su derecho a la
libertad de circulación. De hecho en los últimos meses en Europa resultan
continuas las manifestaciones, algunas de ellas masivas, que con distinto
signo, tienen todas un mismo objetivo: la lucha contra la represión a las personas
más débiles. Ya hay múltiples oportunidades de apoyo. Está la iniciativa del 5
de Mayo en un conjunto de ciudades europeas que, junto con otras convocatorias
especialmente en Alemania -19 de mayo- y Francia -25 de mayo-, constituyen la
cadena de la Primavera de los Migrantes en Europa. Se harán precisamente antes
de las elecciones europeas para visibilizar que son muchas las personas que
piensan que las mismas deben invertir la tendencia y expresar la
deslegitimación de la extrema derecha.
En un conjunto de ciudades europeas. Una llamada a
un acto público, representado con una abrazada colectiva. Un símbolo de la
solidaridad y la búsqueda de igualdad entre diferentes, frente al
establecimiento de la sociedad jerárquica, dividida y desigual de ellos.
Donatella de la Porta
Saskia Sassen
Nancy Fraser
Tariq Ali
Amaia Pérez Orozco
M. Eugenia Rodriguez Palop
Silvia Federici
Carmen Magallon
Yayo Herrero
Manuel Castells
Joan Subirats
Santi Alba Rico
Saskia Sassen
Nancy Fraser
Tariq Ali
Amaia Pérez Orozco
M. Eugenia Rodriguez Palop
Silvia Federici
Carmen Magallon
Yayo Herrero
Manuel Castells
Joan Subirats
Santi Alba Rico