Por Victoria Korn
La jornada de Diálogo y
Rectificación en el seno del chavismo puso en claro las propuestas y
rectificaciones que demandan las organizaciones de base al gobierno de Nicolás
Maduro para profundizar la revolución democrática y salir de la grave crisis
económica, social y política que vive el país, ante las agresiones de Estados
Unidos y sus cómplices locales e internacionales.
La jornada reunió a los
voceros de base del Partido Socialista Unido de Venezuela, de las Misiones, del
Consejo Presidencial de Comunas, de los trabajadores, de los indígenas, de las
distintas organizaciones de la juventud, del magisterio, entre muchos otros
sujetos de protagonismo popular. La consigna «Comuna o Nada”, que había
reclamado el expresidente Hugo Chávez a sus ministros en octubre de 2013, se
transformó en un grito de rebeldía contra la burocracia y el reformismo.
En el ámbito ético político,
los participantes reclamaron
que cada vez hay menos espacios para la participación protagónica en la toma de
decisiones, lejos de la prometida democracia participativa y propusieron que se
les reconozca como Poder Popular.
Los participantes, mientras
denunciaban una creciente, corrupción, burocratización y autoritarismo de
muchas instituciones del Estado; propusieron una profunda transformación en los
métodos de gestión y de relación con el pueblo, así como el combate a las
mafias de la corrupción que han ocupado la actividad pública y de manera
específica en el ámbito de la economía.
Exigieron que las autoridades
hablen con la verdad como por ejemplo explicando las causas por las que los
paquetes de alimentos no llegan a toda la población. Y resaltaron que el
sectarismo y la exclusión interna debilitan la unidad.
El presidente Nicolás Maduro
aseguró que la Revolución Bolivariana va rumbo hacia la renovación
rectificación y cambios en el Gobierno tras las exitosas participaciones del
pueblo en las Jornadas de Diálogo, Acción y Propuestas. Mientras, para el
Movimiento de Pobladores y Pobladoras, el problema está en pretender construir
el proyecto bolivariano sin cuestionar la lógica del capital.
En el ámbito económico
productivo, las bases denunciaron el incumplimiento de, la varias veces
aprobada, transferencia de competencias de activos productivos al Poder
Popular; para lo que es imprescindible otorgarles los mismos insumos y apoyo
que se le brinda a las empresas privadas que trabajan en alianza con el
gobierno, las que no cumplen con el abastecimiento y los acuerdos de precios.
En definitiva, propusieron
que se recupere la gobernabilidad sobre la economía y se garanticen los
derechos del pueblo, frente a los capitalistas. También el sector laboral
expresó su preocupación por la situación salarial, por el incumplimiento de los
contratos colectivos de trabajo, a la vez que denunciaron que gerentes sin
conocimiento técnico y con prácticas autoritarias están haciendo mucho daño a
las empresas del Estado.
En materia de producción
agrícola se manifestó inconformidad con la no disponibilidad de insumos y la
desigual distribución de lo poco que hay. Y la preocupación general fue la
creciente circulación de dólares y pesos colombianos en el comercio cotidiano, y
los sobreprecios en los pagos electrónicos.
En el ámbito de los servicios
públicos, las bases chavistas denunciaron su deterioro además del mal trato de
los prestadores del servicio y propusieron profesionalización, ética y lealtad
de las personas que estén a cargo de las distintas instancias de las empresas
de servicios; además de adecuar los precios de las tarifas y cobrar los
servicios y productos, especialmente la gasolina.
Asimismo, exigieron
transferir competencias de mantenimiento menores de estos servicios (agua, luz,
etc.) a las alcaldías y comunas; permitir la contraloría social en la
prestación de estos servicios. Nadie, vale la pena aclarar, pidió la
privatización de esos servicios ni de las empresas en manos del Estado.
La democracia protagónica, la
democracia socialista en lo político, económico, social y cultural es una idea
fuerte en el chavismo y la convicción es que solo el poder popular es el
instrumento para construir nuestro propio modelo socialista, señaló el
exministro Elías Jaua, participante del encuentro.
*Periodista venezolana
asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)