Escrito por Corriente Socialista Militante
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La realidad golpea las mesas de cientos de miles de
familias obreras de Argentina: tarifazos, depredación del peso ante el dólar,
carestía de la vida, desempleo, inflación del 57% interanual.
En la vereda opuesta a los millones de
trabajadores, un gobierno que no puede dar ningún tipo de concesión. El tan
mentado “plan alivio” o “precios cuidados”, sumándose ahora los “precios
esenciales” con una canasta básica de 60 productos, son simplemente un
circo.
Los empresarios en las semanas anteriores se
encargaron de aumentar más del 20% los alimentos para generar un colchón y así
“soportar el sacrificio y el compromiso social” al que son obligados por el
gobierno del FMI para paliar la situación hasta llegar a las elecciones de
octubre. Por supuesto, una vez pasada las elecciones de octubre los golpes a
los sectores populares continuarán pero de una manera desenfrenada.
Por su lado, los radicales de Cambiemos e incluso
los que se fueron como ratas por tirante, presionaron a Cambiemos para que
detuvieran los tarifazos de gas, agua y luz y así evitar que el barco se
estrelle. Lo que han intentado hacer con estas medidas de precios cuidados y
planes de pago para los morosos en la AFIP es realentar la marcha y evitar la
colisión del país antes de octubre.
Ya no alcanza con la cobertura que proporcionó todo
el arco político capitalista, con o sin representación parlamentaria, ya que la
gobernabilidad tiembla bajo la presión de las masas que imponen un paro para el
30 de abril.
Los convocantes a la marcha y al paro de 24 horas:
el Plenario de Delegados Regionales de la CGT, los sindicatos nucleados en el
Frente Sindical de la CGT, las dos CTAs reciben la presión de miles de
trabajadores para que hagan algo y detener la sangría. Los mismos que durante
todo el 2018 plantearon que no querían un 2001 y sí un 2003, hoy no pueden
evitar esta medida de fuerza.
Hoy luego de casi 4 años de gobierno macrista nos
hallamos ante una situación inédita ya que puede producirse una fisura y las
masas tendrían la posibilidad de imponer su agenda. Para que esto suceda va a
depender de que la presión desde abajo rompa el paraguas de la gobernabilidad y
que las tensiones que existen en el seno de la sociedad comiencen a
exacerbarse.
Resulta fundamental que el activismo combativo
muestre capacidad y flexibilidad, en la táctica del frente único, en establecer
los puentes necesarios con el grueso de los trabajadores y sus organizaciones
de primer y segundo grado, ya que una inmensa parte de la clase obrera se
siente aún atraída por las direcciones reformistas. Este activismo combativo
debe dejar de lado su sectarismo y priorizar las necesidades y demandas de los
trabajadores. La lucha política debe permitir ensanchar la base de los sectores
combativos que, junto a la experiencia de los trabajadores con sus direcciones,
que poco pueden ofrecer, conecten y posibiliten el avance del movimiento
obrero.
Se vislumbra nuevamente una reedición del 2001, no
sabemos el momento exacto en que pueda suceder. Cualquier gobierno que salga
ungido de las elecciones de octubre, -en el marco de la crisis mundial
capitalista- va a resultar un gobierno de extrema inestabilidad con una
situación política sumamente volátil.
Se trata entonces de que el movimiento obrero y la
juventud, junto a los sectores populares se preparen para un futuro no tan
lejano.
Los embates que las masas han sostenido durante
estos años contra el gran capital y los grandes patrones se han topado con el
escollo de sus representantes políticos que pudieron pilotear la tormenta hasta
ahora. Pero los recursos, mediaciones y demás elementos con que cuenta la
burguesía y la oligarquía financiera, no son inagotables, más a la hora de la
desesperación de los de abajo.
El paro del 30 de abril, los aniversarios del
primero de mayo, del Cordobazo, Rosariazo y los demás “azos”, junto a sus
respectivos balances deben ayudar a preparar el futuro próximo.
No se trata de reincidir en los errores que se
cometieron en 2001 y que se siguen cometiendo en la aplicación de la táctica
del Frente Único y en la concepción equivocada de la lucha por la independencia
de clase. Reiteramos que debemos prepararnos para la etapa que viene y
establecer las mejores condiciones para que el movimiento obrero y los sectores
populares, se encuentren con las herramientas adecuadas para enfrentar el
ajuste después de octubre.
Sostenemos de manera urgente, que debemos poner en
debate la necesidad de establecer un plan de lucha. El paro del 30 es un paso
adelante y lo debemos tomar como tal, pero todos y todas sabemos que no
alcanza.
Se trata de que tomemos no solo el debate en
nuestras manos, sino la necesaria organización en asambleas generales por
trabajo. Los cuerpos de delegados y las juntas internas deben servir para
potenciar la organización de las asambleas de base y que se defina el plan de
lucha que necesitamos hasta derrotar al gobierno Macri.
Estamos a tan solo a meses de las elecciones
presidenciales. Domingo a domingo se eligen en cada provincia los candidatos
que son ajenos a nuestra realidad. Escuchamos que votando a fulano o mengano
van a cambiar las cosas, y nadie dice el cómo, ni el cuándo, con qué
herramientas y con qué programa van a llevar adelante la transformación que
necesita el país para frenar el desempleo y la degradación en todos los planos
de la vida de los millones de trabajadores.
Por el contrario, nos dicen que debemos renegociar
la deuda y seguir provocando la sangría que vive el país, hay que honrar una
deuda que no la generaron los millones de trabajadores ni los sectores
populares, y así hipotecar generaciones futuras. La deuda es un mecanismo
perpetuo de dominación política que no permite desarrollar en ningún aspecto ni
la industria, ni el empleo, ni la salud, ni la educación.
Se hace urgente debatir la puesta en pie de nuestro
Partido. Debemos poner en pie nuestra propia organización, nuestro Partido de
Trabajadores. Debemos luchar, pero además debemos organizarnos y no creer más
en los cantos de sirena de aquellos que nos convidan a ingresar a las filas
juntos a los capitalistas.
¡Manos a la obra ya!
Pliego Nacional de Reivindicaciones
1- Salario y Jubilación mínimos equivalente al
costo de la canasta familiar.
2- No a los despidos, No a los retiros voluntarios.
Ocupación de toda fábrica o empresa que cierre, suspenda o despida. Reparto de
las horas de trabajo disponibles entre todos los trabajadores, sin afectar el
salario. Defensa de las condiciones de trabajo y jornada máxima de 8 horas.
3- No a la entrega de las riquezas que son
patrimonio del trabajo del pueblo. Defendamos a las empresas y propiedades
estatales. Control obrero colectivo y democrático. Reestatización de todas las
empresas privatizadas.
4- Monopolio estatal de la banca, aseguradoras,
transporte, energía, comunicaciones, puertos, acero.
5- Monopolio estatal de la educación. Educación
laica, gratuita y científica. Expropiación de todos los establecimientos
privados y puesta en funcionamiento a cargo del Estado y mediante el cogobierno
de la comunidad educativa.
6- Monopolio estatal de la Salud. Rechazo a toda
forma de privatización total o parcial. Expropiación de clínicas, sanatorios y
laboratorios medicinales. La salud de la población trabajadora no puede
depender de la tasa de ganancia de los capitalistas. Control obrero colectivo
de las mismas.
7- Derecho a la vivienda. No a los desalojos.
Congelamiento de alquileres que no supere el 10% del salario del inquilino.
Entrega de títulos de propiedad a los ocupantes de tierra, conventillos o casas
abandonadas. Plan nacional de viviendas bajo control obrero y de los
adjudicatarios.
8- Derechos laborales para la mujer, igual salario
por igual trabajo. Extensión del período de licencia por maternidad y lactancia
sin afectar el salario. Extensión de la licencia por paternidad. Plena
estabilidad laboral. Por políticas de planificación familiar. Legalización del
aborto, seguro y gratuito. Pleno derecho a la mujer a decidir sobre su cuerpo.
9- Investigación de las fortunas de los gobernantes
y principales grupos económicos que operan en el país. Aperturas de sus libros.
Abolición del secreto bancario y comercial. Tribunales populares de enjuiciamiento
y castigo. La justicia burguesa defiende a los corruptos e inmorales. Jamás los
castigará.
10- Unificación en una mega causa de todos los
crímenes impunes perpetrados por la dictadura militar. Libertad a todos presos
políticos. Libertad a Milagro Sala y Daniel Ruiz. Plena
vigencia de las libertades democráticas y de organización sindical y política.
Plena vigencia del derecho de huelga. No a los arbitrajes obligatorios.
11- Desmantelamiento del aparato represivo.
12- Ruptura con el imperialismo. Desconocimiento de
la deuda externa e interna con los bancos y los capitalistas. Expropiación de
todas las empresas imperialistas instaladas en el país. Expulsión del
imperialismo de Malvinas y del territorio argentino. Frente al Mercosur de las
multinacionales oponer la unidad Latinoamericana obrera y campesina.
13- Por la expulsión del poder de la burguesía y
sus sirvientes mediante la acción directa y revolucionaria de las masas