Generalmente,
medios como New
York Times y Washington
Post filtran informaciones y hasta las inventan con el fin de
lograr objetivos políticos y económicos establecidos por sus pagadores,
generalmente corporaciones y algunas instituciones gubernamentales como la CIA
y el Departamento de Estado. Donald Trump ha sido un objetivo a demonizar y
doblegar desde esas tribunas desde que se embarcara hacia la presidencia de los
Estados Unidos.
En un reporte del 8 de
mayo, Washington Post supuestamente habría obtenido información interna
sobre los cuestionamientos que Trump ha hecho en torno a la «agresiva
estrategia» de cambio de régimen contra el gobierno de Nicolás Maduro. Los
responsables son aquellos que más han pujado por una guerra contra Venezuela,
como John Bolton que lo hizo de manera pública y el mismo presidente
estadounidense respondió con una llamada telefónica con Vladimir Putin.
De hecho, Trump dijo
en días recientes que Bolton lo quería arrastrar «hacia una guerra»,
según Washington Post, y
acota que aunque lo dijera de manera jocosa en aquella ocasión, existe
frustración y molestia por la política del asesor de Seguridad Nacional pues
contradice de frente las intensiones de «no injerencia» prometidas en su
campaña electoral de 2016.
Las fuentes citadas por
el medio son funcionarios anónimos de la Administración Trump, y fueron
enfáticos en que los reproches de Trump van dirigidos sobre todo hacia Bolton
por haber «subestimado» a Maduro y prometer un rápido cambio de régimen sin
mayores consecuencias. A casi cuatro meses de la autoproclamación de Juan
Guaidó, la estrategia liderada por los Estados Unidos ha sido un fracaso tras
otro. Los «Días D» han fallado en su definición.
Asimismo, Trump habría
cuestionado a Bolton el manejo de las expectativas, llamándolas «irrealistas»
por todo el despliegue de declaraciones que los funcionarios y políticos
estadounidenses han estado emitiendo en torno a un rápido derrocamiento del
gobierno chavista. El costo político en ese sentido les ha pasado factura, sin
embargo el Presidente cree que su asesor de Seguridad Nacional sobreestima la
estrategia desplegada.
Según Washinton Post,
Trump prefiere como se han hecho las cosas con Irán. «Se siente menos
confortable con la retórica de escalada sobre Venezuela, que no representa una
amenaza militar directa a los Estados Unidos. Cualquier envolvimiento del
ejército estadounidense allí arriesga una guerra por delegación con Rusia, que
apoya a Maduro y le ha vendido armas», dice el medio de acuerdo a sus fuentes.
Agrega: «Trump ahora no
se inclina por ordenar cualquier tipo de intervención militar en Venezuela,
dijeron dos funcionarios y un asesor contratado».
El magnate Presidente
también ha puesto en entredicho el liderazgo de Juan Guaidó, pues le causa
sospecha y duda de sus aptitudes para lograr el poder estatal. Siempre
según Washington Post.
Por su parte, los líderes
militares del Pentágono advierten de los peligros de una aventura militar, sin
embargo «la Casa Blanca ha pedido repetidamente por planes cortos para una
invasión militar» al Departamento de Defensa.
Otros
opciones incluirían «mandar activos militares adicionales a la región,
incrementar la ayuda a los países vecinos como Colombia y otros pasos para
proveer asistencia humanitaria a venezolanos desplazados de Venezuela» y otras
medidas para «mostrar fuerza».
Una aventura militar
estadounidense en Venezuela no sirve para la narrativa de Trump de cara a las
elecciones de 2020, cierra el artículo. ¿Es verdad entonces que está descartada
la famosa opción militar o es otra operación de propaganda en el marco de
la agenda electoral de los Estados Unidos?