Por Enrique Farrugia
Ovando
Desde en nombramiento
de Juan Guaidó como presidente de la AN (en desacato) hasta la fecha, este
señor no ha hecho más que dejar en ridículo a sus amos del norte y a él mismo;
todas las acciones que han llevado adelante no han servido sino para alejar a
muchos de sus seguidores y poner en evidencia (aún más) la intromisión del
gobierno de Trump en los asuntos de nuestro país.
Ya hasta perdimos la
cuenta de las fechas prometidas del término de la “dictadura”; pero más allá de
haber hecho el ridículo, debemos analizar si esta ridiculez no es intencionada,
de sacrificio de algunos sujetos con el fin de seguir sembrando desconfianza en
el pueblo de manera general y en las fuerzas armadas bolivarianas de manera
específica y de esta forma lograr lo que tanto desean, revertir el apoyo con el
que cuenta el actual gobierno de Nicolás Maduro, creemos que esta es la que se
quieren jugar ya que, “Con algunas excepciones, ya no acuden a la tradición
del golpe cívico militar; sino a novedosos mecanismos asentados en la
manipulación del consenso social, falseando la realidad” (http://orestsevargas.blogspot.com/2019/04/responsabilidades-en-revolucion.html).
Entonces, creer de
manera inocente que esta articulación desarticulación por parte de la oposición
es gratuita, es cometer un error garrafal, quizá la oposición nacional es
torpe, cosa que le ha causado al imperio algunas molestias, pero a pesar de su
torpeza, el trabajo lo vienen haciendo, necesariamente a esta torpeza hay que
sumarle el rumbo que desde hace tiempo viene tomando la actual “dirección”
bolivariana con su permanente llamado al diálogo y a la conciliación de clases,
no solo a la oposición nacional sino al mismo Trump y más aún, la permanente
manipulación al pueblo chavista para justificar las acciones, políticas, cargos
y acuerdos que llevan adelante desde el alto gobierno hasta las “direcciones”
aguas abajo.
El objetivo de la “dirección”
bolivariana es tratar de ganar el mayor y efectivo apoyo, así como el de la
oposición, de esta última con el firme propósito de sacar a Maduro sin una
intervención militar directa por parte de EEUU, hecho que le pudiera causar
graves problemas debido al apoyo con que cuenta Venezuela de China, Rusia, la
solidaridad demostrada a nivel internacional y la resistencia del propio pueblo
venezolano. Pero esta intervención sigue “estando sobre la mesa”.
Las expresiones de
solidaridad con Venezuela en todo el mundo son tan evidentes que la mediática
imperialista no ha podido encubrir, esto juega a favor de los venezolanos, pero
no debemos confiarnos, lo que debemos hacer es prepararnos para resistir aún
más, creemos que la arremetida será más feroz.
Un discurso antiimperialista y soberano contradictorio de
hecho
Tomando en cuenta lo
anterior, debemos tener mucho tino en lo dicho y hecho ya que desde el gobierno
(todos sus “dirigentes”) lanzan sendos discursos que lejos de ser falsos, en
los hechos concretos, las acciones lo contradicen. Entendiendo la situación de
bloqueo económico del cual somos víctimas, Maduro ofrece, por ejemplo, una caja
de CLAP quincenal, la cual jamás ha llegado, todo lo contrario, en muchas
instituciones del estado y sectores populares ya no llegan ni las bolsas ni las
cajas y en algunos sectores las bolsas que llegan son con productos Polar y
cuestan un dineral.
Así mismo manifiesta
que “hay mucha sordera” que se niegan a
escuchar al pueblo” los funcionarios públicos (como si fuera noticia nueva)
y sigue bajando recursos que administran los burócratas sin ningún tipo de
contraloría por parte de los supuestos beneficiarios. Sin embargo, pidió el apoyo de toda la
sociedad activa. "Necesito el apoyo de la juventud, del pueblo organizado,
del poder popular con sus ideas y sus propuestas", creemos que, aguas abajo en la “dirigencia”
institucional este apoyo que solicita Maduro es más simbólico que
activo, es decir, apóyennos pero sin derecho a controlar nada; esto viene
ocurriendo desde hace mucho tiempo, desde la gestión del comandante Hugo
Chávez, los ministr@s, vice ministr@s, gerentes, jef@s, coordinador@s, entre
otros, actúan de manera vertical, cual modelo fayoliano y cuarto republicano,
pero además represivo y hostil, las y los trabajadores jamás son escuchados,
las denuncias son tergiversadas y el movimiento por una independencia de clase
es atacado y acusado de apátrida, pitiyanqui y contra revolucionario, el más
reciente caso fue el de la empresa estadal Arroz del Alba, del cual, de paso
sea dicho no existió ningún comentario por parte de Maduro.
La violación de
nuestros derechos en función de producir, producir, producir, elemento que
utiliza, no solo la empresa pública sino la privada para desactivar cualquier
reclamo que la clase trabajadora haga en defensa de sus derechos y que aplican
desde las inspectorías activando una especia de “tripartita”, empresa, gobierno
y trabajadores (esto en el caso de las empresas privadas) donde el eslabón más débil
es el que pierde y en las públicas, sencillamente le dan largas. Así mismo
ocurre con los CPTT, los cuales deben ser “garantes” de que la empresa produzca
y de que dicha producción salga de la empresa, pero que lamentablemente una vez
salida de la empresa se desconoce el destino; esto ocurre por la desvinculación
de la clase trabajadora con los sectores populares organizados, pero más allá
de eso, por la inexistencia de la organización independiente de los
trabajadores y del poder popular.
Esto que está
ocurriendo, no es justificativo para saltar la talanquera, todo lo contrario,
es un llamado urgente a la organización sin tutelaje por parte de la burocracia
estatal y el rechazo a los sindicatos apéndices de federaciones y centrales que
a su vez son apéndices del gobierno que juegan a la conciliación y al
apaciguamiento de la clase. Esto que ocurre es nuestro problema y si somos
consecuentes con nuestro objetivo estratégico de construcción de una patria
socialista, la tarea es rechazar con todo la injerencia del imperio norte
americano y luchar por nuestra soberanía e independencia y a la vez luchar
contra los que desde el gobierno y la oposición pretenden torcer el camino y plegarse
o seguir enganchados a las reformas bajo control de la burocracia corrupta o lo
que es peor aún, a las privatizaciones bajo el subterfugio de la “burguesía
revolucionaria”. Lo que nos obliga a llevar un trabajo intenso, paciente,
permanente con los compañer@s honest@s, luchador@s, consecuentes que realizan
el trabajo en los barrios, comunidades, fábricas públicas y privadas pero que
ven y sienten en carne propia el accionar de la burocracia del PSUV y del
gobierno.
Es así que ahora lanzan
una medida populista por demás, la Orden de Operaciones con el fin de impulsar
las Asambleas de la Jornada Nacional de Diálogo, donde se supone el pueblo dará
sus propuestas para el cambio dentro de la Revolución Bolivariana, estamos
seguros de que el pueblo participará, esperemos que en esta oportunidad las
propuestas del pueblo no solo sean escuchadas sino aplicadas en función de
completar la revolución, en ese sentido, todas las propuestas que surjan de
estas jornadas deben ser seguidas por aquellos que las originaron, es así que
de cada jornada deben salir comisiones electas por los participantes para dicho
seguimiento. Debemos tener mucho cuidado, en el PSUV hay muchos camaradas
luchador@s, pero así mismo hay muchos camaleones que ostentan cargos, estos no solo
pueden sabotear el rumbo de las propuestas, sino plagiarlas. Así que estas
comisiones que surjan deben tener una copia de la sistematización surgida.
Lo que sucede en
Venezuela es asunto del pueblo venezolano y es el pueblo el que debe buscarle
solución, obviamente debemos contar y llamar a la solidaridad de los pueblos
del mundo para que nuestra lucha no sea aislada; queremos y debemos construir
el socialismo, este socialismo se debe construir con el pueblo en general y con
la clase trabajadora en específico, de otra manera estaremos signados por el
fracaso, inclusive desde el mismo gobierno, lo digo por aquellos que aun creen
que el socialismo se construye desde el estado burgués.
La tarea es completar
la revolución hacia el socialismo, impulsar la organización, formación y
movilización permanente de manera independiente, solidaria, democrática y
unitaria de todo el pueblo pobre y trabajador y en la misma medida ir
construyendo una verdadera organización revolucionaria y socialista, no tenemos
nada que perder y tenemos mucho que ganar.