Roberto
Carlos Palacios / Cátedra Che Guevara – Venezuela
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¿Luego de un año de realizada
una cruda autocrítica que no derivó en la mejoría de las más elementales
condiciones de vida de la población, qué haría viable un proceso de
rectificación en este momento?
El 30 de abril de 2018, el
Presidente Maduro en la clausura de la llamada Expo Feria Potencia, expresó
muchas de las cosas que algunos desde el campo revolucionario critican y que
desde el veto a las contradicciones otros no aceptan:
“La crisis gramsciana revolucionaria de la
economía venezolana exige muchísimo más de todos nosotros, muchísimo más de lo
que estamos haciendo, no estamos a la altura de esta crisis en lo económico,
reconozcámoslo no estamos a la altura, estamos muy por debajo de lo mínimo que
hay que hacer, lo digo como autocrítica frente a un país, estamos muy por
debajo de lo que podemos hacer, porque no estoy pidiendo algo que no se pueda,
estoy pidiendo todo lo que se puede: producir más, distribuir mejor, garantizar
comercialización justa y garantizar precios respetados, justos y socialistas
para el pueblo (…) Juntos lo lograremos, es mi consigna, valga la autocrítica
para el camino que está por hacerse”. (1)
Coincidimos con el Presidente
Maduro en que el gobierno no ha estado a la altura, el camino tomado hasta hoy
lo conocemos, hay signos, rasgos que lo definen, el esencial es que el gobierno
tomó el camino del reformismo, del estímulo generalizado al capital privado
nacional y transnacional, y las consecuencias de esta política de
contemporización con el capitalismo las han cargado sobre sus hombros los
trabajadores y el pueblo en general.
Las corrientes reformistas
hegemónicas en el gobierno controlan estamentos, sectores del estado que
constituyen sus cuotas de poder, erigidas sobre la base del usufructo de la
renta petrolera en contubernio con sectores de la burguesía local y
transnacional. Ese usufructo de la renta desde posiciones privilegiadas dentro
del Estado determina las posiciones en el Gobierno, por eso vemos
representantes de esas corrientes que siguen en sus posiciones, aunque los
resultados obtenidos en su gestión sean evidentemente negativos para la
población, y si son sustituidos es por una cara nueva de la misma corriente o
por un “cuadro” de otra de las corrientes que esté en auge para el momento.
Así, por ejemplo, el responsable
del Plan 50 y los precios acordados, quien de Vicepresidente Ejecutivo
calificaba de héroes a los empresarios:
“…Nosotros nos sentimos orgullosos de nuestro
sector productivo nacional por haber sorteado tantas dificultades y sobre todo
los que exportan, se han convertido en héroes nacionales porque se han
convertido en una esperanza de la Venezuela futura”. (2)
Luego, como Vicepresidente
Económico, anunciaba fechas mágicas para solucionar la guerra económica que sus
“héroes” propiciaban:
“La guerra económica, la guerra de los
precios, la especulación criminal, brutal, tiene su hora y su fin. El 20 de
agosto termina, enterraremos dios mediante, todas las formas y expresiones de
remarcaje, de boicot, de sobre precio, etc., con todos estos anuncios que recién
comienza a hacer el gobierno bolivariano dentro de un programa, nunca olviden,
no es una medida es un programa estructural, radical, revolucionario
económico.” (3)
Fue prolijo y abarcador en
anuncios el Vicepresidente Económico en el 2018, también nos participaba acerca
del fortalecimiento de nuestro signo monetario:
“El bolívar soberano nace anclado en un
poderoso activo, el petro, eso le va a dar mucha estabilidad en el tiempo,
además revaluar poderosamente nuestro cono monetario… así también nos va a
permitir derrotar la presión inflacionaria generada por la guerra económica
sobre nuestra moneda, facilitar las transacciones comerciales al estar más
acoplado a la estructura de los precios de la economía actual”. (4)
El bolívar soberano sigue
devaluándolo el propio gobierno a través del DICOM, al punto que el pasado primero
de mayo el Presidente Maduro ni siquiera se refirió al aumento salarial que
tradicionalmente se anunciaba en esa fecha porque sabe todo el gobierno que no
tiene ningún efecto que revierta la depauperación de los trabajadores que
actualmente vivimos.
Hace un año fue la
autocrítica, hoy el Presidente habla de rectificación, esto dijo el primero de
mayo:
“Hay una crítica, hay una reflexión que he
escuchado y he leído por ahí, de líderes y lideresas de opinión del chavismo
que dicen que los cambios necesarios dentro de la revolución, que la renovación
revolucionaria de nuestro Proyecto Simón Bolívar ha sufrido tropiezos, se ha
estancado o ha retrocedido producto de que nos hemos concentrado en la batalla
contra la conspiración, contra la traición, contra el imperialismo. Y es
verdad, acepto la reflexión, acepto la crítica (…) Llueva, truene o
relampaguee, vamos a los grandes cambios, a las grandes renovaciones, a las
grandes rectificaciones que necesita urgentemente la revolución desde adentro
junto al pueblo siempre.” (5)
La rectificación urgente y
necesaria radica en la comprensión del pueblo de la necesidad de superar el
confinamiento de los consejos comunales y las comunas a lo local, es necesario
conformar una organización nacional de los consejos comunales y comunas que
asuma la vigencia plena que mantienen las palabras del mártir revolucionario
Fabricio Ojeda que hoy nos sigue convocando:
“Abandonar el campo reformista y tomar el
revolucionario significa decidirse a luchar sin temor alguno, tener seguridad
de la victoria y desafiar, cual David, al gigantesco poderío reaccionario, como
lo han hecho todos los verdaderos revolucionarios de la historia”.
¡Todo el Poder para el pueblo!
¡La continuidad de la revolución es la
Confederación!
Fuentes:
(1) Transcripción propia,
tomada de Youtube.
(2) Palabras del
Vicepresidente Tarek El Aisami
(3) Rueda de Prensa del
Vicepresidente Económico.
(4) Idem.
(5) Discurso del Presidente
Maduro el 01/05/2019