«“Estamos
categóricamente en contra de una intervención militar», afirmó el ministro de
Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, tras reunirse con su par estadounidense,
Mike Pompeo.
«El
uso de la fuerza sólo puede ser autorizado por el Consejo de Seguridad de la
ONU o puede aplicarse en respuesta a una agresión contra un Estado soberano.
Nada de eso, ninguna de esas opciones, se observa en Venezuela», concluyó.
«No
veo ni siquiera en Estados Unidos a partidarios de una solución militar en
Venezuela», afirmó Lavrov a los periodistas tras en encuentro con
Pompeo en un foro internacional en Rovaniemi, Finlandia.
El
canciller ruso informó que «tuvimos una conversación buena y constructiva.
Revisamos varias situaciones regionales que están en la agenda actual, las
relaciones internacionales en general, y discutimos temas relacionados con la
estabilidad estratégica».
Lavrov
insistió: «entre mis contactos con colegas estadounidenses, europeos y
latinoamericanos no veo a partidarios de una solución militar imprudente»,
dijo.
El
ministro expresó su deseo que que esta percepción «se convierta en una política
práctica (por parte de las autoridades de Estados Unidos), y que no haya una
solución militar, porque esta sería catastrófica».
En
el mismo sentido, Lavrov reiteró que Rusia se opone categóricamente a cualquier
acción militar en cualquier lugar que infrinja el derecho internacional.
Un
día antes, el canciller ruso se reunió en Moscú con su homólogo venezolano,
Jorge Arreaza, tras lo cual afirmó que «Rusia colabora con Venezuela y lo seguirá haciendo«.
Allí
también pidió «a los estadounidenses y a todos aquellos que los apoyan a
abandonar sus planes irresponsables y a actuar exclusivamente en el marco del
derecho internacional».