La nueva
generación de vacunas genéticas ya está lista y preparada para ser inoculada en
la población mundial.
La vacuna
clásica consistía en inyectar una porción debilitada de un virus en una
persona, para estimular así su sistema inmune. Sin embargo, esto ha cambiado
radicalmente: la nueva generación de vacunas genéticas inyectará genes
sintéticos, moléculas de ADN artificiales que modificarán la estructura del ADN
de nuestros cuerpos, con las consecuencias imprevisibles a largo plazo que ello
conlleva.
La empresa de ingeniería genética Greffex, financiada por el
departamento de salud de los Estados Unidos, ya tiene lista su vacuna genética experimental contra el coronavirus.
Reconocen que
para ello no han utilizado ninguna porción del mediático coronavirus (sic). Han
creado un “compuesto artificial” que se añadirá al ADN del huésped y que así
,según ellos, logrará la inmunidad contra el coronavirus de Wuhan.
Modificación
directa del ADN del paciente.
No deja de ser curioso como la primera empresa de ingeniería genética
que anuncia la vacuna contra el coronavirus haya recibido justo tres meses
antes del estallido del virus mortal una millonaria subvención del gobierno estadounidense para el desarrollo de su programa de vacunas
genéticas contra “amenazas bioterroristas”.
¿Es la
mediática “amenaza del coronavirus” global, un caballo de Troya para que la
población acepte voluntariamente la modificación genética de sus cuerpos con
este tipo de vacunas de última generación (vacunas que ni siquiera en su labor
terapéutica utilizan el virus del cual dicen inmunizar)?.
¿Qué tipo de
ADN sintético tratan de introducir en nuestro organismo y para qué fines?
¿Tratan de
ponernos fecha de caducidad como a los yogures?.
Los expertos
son unánimes. La modificación del ser humano mediante las vacunas genéticas
tiene consecuencias imprevisibles no estudiadas ni a medio ni a largo plazo.
Simplemente se
está desarrollando todo un campo genético de aplicación para toda la humanidad
cuyas consecuencias solo son previsibles para la Élite que maneja a todas las
instituciones de salud globales y nacionales.
Una
auténtica ruleta genética para todos
Esa es la
verdad y el coronavirus “de Troya” puede ser la excusa para empezar una
modificación a gran escala del ADN de los seres humanos, para ser así mucho más
predecibles y manejables por la élite en el poder.
¿Qué tienen en común las «pandemias» del siglo XXI?
Que los mismos criminales que crean el virus te venden la vacuna -con peligrosos efectos secundarios- para que sigas consumiendo medicamentos.
Que los mismos criminales que crean el virus te venden la vacuna -con peligrosos efectos secundarios- para que sigas consumiendo medicamentos.
Un negocio redondo.
*Fuente:
Astillas de realidad