Entrevista a Orestes
“Beto” Galeano
El sistema formal sólo registra 700 fallecimientos anuales
y las denuncias por enfermedad de origen laboral no superan el 3%. Asbesto,
ventilación centralizada y contratos precarizados, el combo que mata a los
trabajadores.
Redacción Canal
Abierto | Desde
el Departamento de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo de ATE informaron
sobre los riesgos de trabajar en un “edificio enfermo”. Para explicar qué
significa y cuáles son sus consecuencias, Orestes “Beto” Galeano, director de
esa dependencia, dialogó con Canal Abierto.
“Se
habla de esta condición cuando, en general, hay mayor ausentismo por
enfermedad. No hay una única causa, y tampoco se expresa de forma clara. Son
malestares, irritaciones en la piel, dolores de cabeza. Esto tiene que ver con
las sustancias que pueden estar presentes en el edificio, y obviamente, con el
clima laboral, con cada situación de contrato de trabajo”, explicó Galeano.
Es común que por la reducción de gastos,
el mantenimiento de la calefacción y ventilación centralizada de los edificios
viejos no tenga un correcto mantenimiento. Lo mismo pasa con la iluminación y
la falta de reposición de lámparas, que pueden afectar la visión de quienes
trabajan allí.
“Es un conjunto de cosas que si uno las
mira individualmente, pareciera que no trae ningún peligro. Pero cuando
todas actúan al mismo tiempo, la salud empieza a deteriorarse”,
señaló el director de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo.
La prohibición del amianto o asbesto (en
sus distintas variantes) es legal en más de 50 países. En Argentina, la
prohibición de su uso -efectuada en los años 2000 y 2001– sólo impidió su
utilización en nuevos productos fabricados.
“Se prohibió su uso pero no hubo planes
de retiro. Es como si creyeran que mágicamente iba a desaparecer. Tal es así
que todavía
está presente en muchos edificios públicos y viviendas –señaló
Galeano-. En cada revisión lo encontramos en viejas calderas y cañerías”.
Un caso
trascendente de presencia de amianto es el del Centro Nacional de la Música.
“En el subsuelo había una instalación muy vieja de calefacción. La caldera
había sido cambiada pero la vieja no se había retirado de ahí. Y estaba
recubierta de amianto. Los dos calderistas que trabajaban ahí, que eran padre e
hijo, fallecieron. Para algunos fue casual, para nosotros no”, explicó el
dirigente de ATE.
Y agregó: “En nuestro país existe un
sistema que se parece mucho al negocio de la enfermedad y no a un sistema de
salud. No hay prevención. Lo que hay es diagnóstico y tratamiento,
y nunca se investiga por qué te enfermaste o qué te enfermó”.
Alrededor de 7.000 trabajadores mueren
al año en Argentina por enfermedades adquiridas en el ámbito laboral. En el
sistema formal de accidentes de trabajo, se registran por año unos 700
trabajadores. Las denuncias por enfermedad de origen laboral no
superan el 3%.
“Claramente,
nuestro sistema oculta lo que pasa con la enfermedad. Es como un iceberg donde
te permiten ver la parte de arriba, que son los accidentes, y lo más enorme,
que está abajo, no te dejan”, finalizó Galeano.
Ver entrevista completa: http://canalabierto.com.ar/2019/01/03/mueren-7-mil-trabajadores-al-ano-por-edificios-enfermos/http://canalabierto.com.ar/2019/01/03/mueren-7-mil-trabajadores-al-ano-por-edificios-enfermos/