En Venezuela, Donald Trump y sus aliados
del autodenominado Grupo de Lima junto al sector más reaccionario de la OEA,
encabezado por su secretario general, han puesto en marcha la fase final de un
golpe de Estado buscando derrocar al gobierno legítimo del Presidente Nicolás
Maduro. Este paso ha sido dado, después de recorrer un largo camino de ataques
terroristas, guerra económica, campañas mediáticas y un bloqueo cada vez más
creciente cuyas principales víctimas son las mujeres y hombres del pueblo
venezolano.
Como excusas nada creíbles para estas
campañas de aniquilamiento de la democracia participativa bolivariana se habla
de “dictadura” y de “catástrofe humanitaria”, a sabiendas de que el presidente
Maduro ha sido varias veces reelegido por decisión mayoritaria del pueblo
venezolano. Recientemente, en mayo 2018, la victoria del chavismo se dio con
más de 6 millones de votos en unos comicios transparentes y con fuerte
observación internacional. Es a partir de esta elección, en la que la oposición
hizo un papel más que mediocre, que Trump decide aumentar las presiones, con
más sanciones y la amenaza de intervención militar, algo que en la actualidad
adquiere gran significancia.
Actualmente, el imperio ha
decidido impulsar un “presidente encargado” (Juan Guaidó), convertido a la luz
de cualquier observador imparcial en un títere provocador, cuyo único motivo de
existir es generar las condiciones para que la intervención anunciada se
concrete. Para sumar más vergüenza al tema, los gobiernos del Grupo de Lima se
han plegado a esta maniobra y prácticamente rompen relaciones con Venezuela.
Es por ellos que los abajo
firmantes, rechazamos esta nueva escalada imperialista contra Venezuela, que
atiza la posibilidad de convertir al país en una nueva Libia y respaldamos la
legalidad institucional que dispone que el actual presidente Nicolás Maduro
gobierne hasta que concluya su mandato o hasta que el pueblo soberano lo disponga.
Cualquier otro planteo, como ser “elecciones libres” (agitado por la UE) o
negociaciones amañadas con el objetivo de derrocar a Maduro es totalmente
repudiable y lo único que busca es darle luz verde al Imperio para que se
apodere, como desea, de las riquezas naturales del país caribeño.
Son tiempos en los que ya no
hay calle del medio ni atajos de neutralidad. O se está con el Imperialismo y
se convalidan sus atrocidades o se está con los pueblos del continente que
luchan por emanciparse.
Nosotros y nosotras no
dudamos de respaldar a quienes ayer, hoy y siempre enfrentan al Imperio, por
ser este un claro símbolo inequívoco de muerte y sojuzgamiento. Por eso estamos
con Venezuela Bolivariana, con su pueblo y su gobierno.
mandar las firmas a
resumen@nodo50.org