Por
Clara Rodríguez
Ante la
penuria de mano de obra en diferentes sectores de la economía de Quebec como la
hotelería, la manufactura, los fabricantes de pisos, la restauración, entre
otros; el gobierno de Quebec en Canadá presidido por el primer ministro
François Legault prevé activar el programa de Trabajadores Extranjeros
Temporales (TET) con el propósito de enfrentar la penuria de mano de obra.
Este programa, gerenciado por
el gobierno federal de Canadá, generalmente ha acogido a trabajadores agrícolas
provenientes de Centroamérica, en su gran mayoría, que trabajan durante las
estaciones de cosecha agrícola y también a empleadas domésticas provenientes
sobre todo de Asia. Los empleadores que requieren trabajadores
extranjeros acuden a agencias de reclutamiento establecidas en Canadá o en el
extranjero y tienen que demostrar al gobierno federal a través de un estudio de
impacto del mercado de trabajo, la necesidad de acudir a mano de obra
extranjera ante la dificultad de encontrar mano de obra disponible local.
Evidentemente, el empleador paga por este estudio y por lo tanto considera a
los trabajadores reclutados como « una cosa » adquirida. En cuanto al
trabajador extranjero que quiere participar en este programa canadiense, muchas
veces sale endeudado de su país porque tiene que pagar dos veces, una a la
agencia que lo recluta y a un tercero que lo recomienda ante la agencia.
Los trabajadores extranjeros
agrícolas generalmente vienen por temporadas de seis a ocho meses, ingresan a
Canadá bajo el estatus de residencia temporal y son recibidos con un permiso de
trabajo cerrado, es decir que solamente pueden trabajar para el empleador que
los contrató. El promedio de trabajadores extranjeros temporales que recibe
Quebec por ano desde el 2012 es de 13.000 trabajadores. Cifra que va en aumento
ante la demanda de otros sectores de la economía.
Viviana Medina, animadora
comunitaria por el Centro de Trabajadores Inmigrantes (CIT) considera que este
programa tiene muchas deficiencias hasta el punto de considerarlo como la
esclavitud legalizada por los abusos a que da lugar. Al establecerse un
contrato cerrado con los trabajadores, esto le da mucho poder al empleador.
Algunos empleadores retienen los documentos personales de los trabajadores que
es ilegal, les hacen trabajar muchas horas al día, les retienen dinero del salario
sin justificación; y si el trabajador se queja lo despiden de manera arbitraria
o simplemente no lo vuelven a contratar al siguiente año. Si el trabajador es
despedido queda sin permiso de residencia en Canadá, entonces se expone a ser
expulsado por las autoridades fronterizas. De otra parte, al trabajar en una
granja queda aislado físicamente de todo y depende del patrón para su
desplazamiento y generalmente estos trabajadores desconocen el idioma francés o
inglés para comunicarse; así que viven en un aislamiento total. A veces, si el
trabajador tiene problemas de salud se presentan casos de negligencia por parte
del empleador, lo cual agrava las condiciones de salud del trabajador.
Otra deficiencia de este
programa reside en las agencias que reclutan trabajadores porque no les
informan a los trabajadores sobre sus derechos laborales antes de salir de su
país. Muchos de ellos no saben que tienen un contrato de trabajo exclusivo con
un empleador, muchas veces el contrato de trabajo no está traducido al idioma
del trabajador así que desconoce por completo lo que está firmando. Estos
trabajadores llegan supeditados a las órdenes del patrón o el empleador.
Los trabajadores extranjeros
temporales no tienen acceso a los servicios ofrecidos por los organismos de
inmigración según Jean Claude Gélinas del Servicio de Orientación e Integración
de los Inmigrantes al trabajo (SOIT) en Quebec. Estos trabajadores están bajo
el control y autoridad del empleador y en algunos casos de la agencia que los
recluta.
El Ministro de Trabajo de
Quebec, Jean Boulet, en conocimiento de causa de los abusos cometidos a los
trabajadores extranjeros temporales, espera corregir el problema recurriendo a
la ley sobre las normas de trabajo para controlar tanto a las agencias que reclutan
en Canadá como a los empleadores, a fin de asegurar que se respeten los
derechos de los trabajadores extranjeros.
El gobierno de Quebec debe
adoptar en junio del 2019 un reglamento que instaurará un permiso obligatorio
para todas aquellas agencias que reclutan trabajadores en el extranjero; sin
embargo estas exigencias no cubrirán a las agencias con sede en el extranjero.
De otra parte, la ley 176 sobre las normas de trabajo estipula que la agencia y
la empresa son responsables de las obligaciones concernientes al pago de
salario, de las horas suplementarias y de las vacaciones.
Según los Organismos
comunitarios que intervienen ante los inmigrantes para mejorar la situación de
estos trabajadores temporales, se requiere que los contratos de trabajo no
estén sujetos a un único empleador; que los trabajadores extranjeros reciban el
apoyo de los organismos locales con la colaboración de los empleadores; que los
trabajadores tengan derecho a la formación en idiomas sea francés o inglés; y
que se sancione financieramente a las empresas que regularmente cometen abusos
con estos trabajadores extranjeros temporales.
Si el gobierno de Quebec
orienta su política de inmigración laboral a través de este programa, será
indispensable la supervisión y el control de la aplicación de la ley sobre
normas de trabajo a las agencias y empresas contratantes de mano de obra
extranjera, para evitar caer en un sistema de esclavitud moderna.
- Clara Rodríguez, periodista
independiente.