Por Corresponsales SWSW
Más de 180 millones de trabajadores
comenzaron una huelga general de dos días en la India ayer en protesta contra
la ofensiva proempresarial del primer ministro Narendra Modi contra la clase
trabajadora. Decenas de miles de trabajadores desafiaron las amenazas de
despido y reducción salarial por parte de los gobiernos estatales para unirse a
la huelga nacional.
La gran huelga, que sigue en
pie hoy, es una poderosa indicación de la oposición masiva al Gobierno
supremacista hindú del Partido Bharatiya Janatha (BJP, todas las siglas en
inglés) bajo Modi y su escalada de ataques contra los puestos de trabajo,
condiciones laborales y derechos democráticos básicos.
Mientras millones de
trabajadores demostraron estar dispuestos a luchar contra el Gobierno de Modi, los
sindicatos y los partidos que los controlan convocaron el paro para desviar el
descontento generalizado y la ira en dirección favorable a la elección de un
Gobierno del Partido del Congreso en los próximos comicios de abril y mayo.
Conductores de jute protestando en Calcuta |
El estalinista Partido
Comunista de la India (Marxista) o CPM y el Partido Comunista de la India o CPI
y sus respectivos sindicatos afiliados, la Central de Sindicatos Indios (CITU)
y el Congreso Sindical Panindio (AITUC) desempeñaron un papel clave en la
huelga.
La CITU y el AITUC unieron fuerzas con
el Congreso Nacional de Sindicatos de la India liderado por el Partido del
Congreso y el Frente Progresista Laboral (LPF), el cual está afiliado al
partido comunalista tamil de derecha, DMK (Dravida Munnetra Kazhagam), para organizar
el paro.
Los estalinistas, quienes
proporcionaron credenciales de "izquierda" y
"protrabajadores" a estos partidos burgueses, no tienen diferencias
fundamentales con las medidas económicas de Modi y están comprometidos con la
estrecha asociación militar-estratégica de la India con los Estados Unidos.
Los
trabajadores de sectores económicos clave (bancos, seguros, transporte,
correos, anganwadi (centros
de cuidado infantil), minas y varias oficinas gubernamentales) se unieron a la
huelga de ayer.
Según los informes,
participaron trabajadores en todos los estados del país, incluyendo Haryana y
Punjab en el norte, Assam, Megalaya y Manipur en el noreste, Bengala
Occidental, Bihar, Odisha y Jharkhand en el este, Tamil Nadu, Kerala y
Karnataka en el sur, Maharastra, Rajastán y Goa en el oeste, y Chhattisgarh en
el centro del país.
La huelga tuvo el mayor
impacto en Kerala, Bengala Occidental, Assam, Karnataka y Odisha con
manifestaciones masivas, marchas y bloqueos de carreteras y ferrocarriles
organizados en estos estados. Si bien la huelga solo se acató parcialmente en
Tamil Nadu, hubo un cierre total en Coimbatore y Tirupur, dos ciudades
principales en ese estado.
En Kerala, el transporte
público y privado se detuvo junto al transporte estatal, con los vehículos de
tres ruedas y otros servicios de taxi quedándose fuera de la carretera. Los
sectores controlados por el Gobierno central en este estado, incluidos bancos,
agencias de seguros, impuestos, impuestos especiales y aduanas, la oficina del
Tesoro General y los servicios postales, se vieron seriamente afectados.
En el estado de Maharastra,
más de 32.000 trabajadores del transporte público de Mumbai iniciaron una
huelga indefinida el mismo día para exigir salarios más altos y mejores
condiciones de trabajo. Si bien el Gobierno estatal liderado por BJP respondió
de inmediato invocando la draconiana Ley de Mantenimiento de Servicios
Esenciales, ningún autobús dejó ninguno de los 27 depósitos de la ciudad.
Todos los empleados por
contrato y la mitad de la fuerza laboral permanente en la fábrica de acero
Visakhapatnam también se unieron a la huelga nacional. Visakhapatnam es el
mayor centro industrial en el estado sureño de Andhra Pradesh.
La participación total de los
trabajadores subcontratados en la acción industrial desafió las amenazas de
despido por parte de la gerencia de la fábrica de acero. El uso de trabajadores
por contrato con bajos salarios es muy extenso en el sector público y privado
en la India y se utiliza para aumentar las ganancias, reducir salarios,
empeorar las condiciones laborales y enfrentar a los trabajadores permanentes
del resto.
El Gobierno estatal de Tamil Nadu,
liderado por el comunalista AIADMK (Anna Dravida Munnetra Kazhagam Panindio) y
el Gobierno estatal de Bengala Occidental controlado por Trinamool y liderado
por el partido Congreso de Trinamool, advirtieron a los empleados estatales que
enfrentaban duras medidas disciplinarias si se unían a la huelga general.
El Gobierno de Goa dirigido
por el BJP invocó la Ley de Mantenimiento de Servicios Esenciales para prohibir
las huelgas en todos los servicios de transporte dentro del estado. Anticipando
un paro total de todos los transportes públicos, el Gobierno de Karnataka
liderado por el Partido del Congreso cerró todas las escuelas y colegios en ese
estado.
Ramesh Kumar |
Si bien la CITU y el AITUC
ofrecieron las habituales denuncias demagógicas del Gobierno de Modi, estas
formaciones son hostiles a cualquier movilización política independiente de la
clase obrera. Las federaciones sindicales estalinistas también intentan
utilizar la huelga general para solicitar una colaboración más estrecha con el
Gobierno central y los empleadores dirigidos por el BJP.
Una declaración de la CITU
dijo que el Gobierno de Modi había "socavado el tripartismo" y se quejó
de que no ha celebrado una "Conferencia de Trabajo de la India [un
organismo tripartito] durante más de tres años y medio".
El AITUC hizo eco de esta
declaración. Su secretario general, Amarjeet Kaur, lamentó que "no ha
habido ningún intento" por parte de Modi y el BJP de "apelar a los
sindicatos". En Kerala, gobernada por el CPM, los sindicatos eximieron a
los trabajadores del turismo de la huelga, citando las posibles pérdidas
financieras en cualquier paro en ese sector.
La CITU también apeló a la
ministra jefe de Bengala Occidental, Mamata Banerjee, antes de la huelga de
ayer. El presidente del Comité de la CITU en Bengala Occidental, Subhas
Mukherjee, escribió a la ministra jefe derechista y anticomunista, instándola a
"tomar medidas positivas en la huelga general propuesta y resolver
problemas relacionados con la apertura de unidades cerradas como Jessop,
Hindustan Motors, Dunlop y revivir los Puertos de Calcuta y Haldia".
Este llamamiento de los
estalinistas fue emitido cuando Banerjee denunció la huelga y prohibió la
participación de todos los trabajadores del Gobierno estatal. De hecho, la
implacable imposición de reformas de "mercado libre" por parte de
Gobiernos anteriores del Frente de Izquierda liderados por el CPM en Bengala
Occidental allanó el camino para que el Congreso de Trinamool de Banerjee
llegara al poder en 2011.
Los
partidarios indios del Comité Internacional de la Cuarta Internacional
distribuyeron versiones en bengalí y tamil de un análisis
del WSWS sobre la huelga a manifestantes en Calcuta y
Chennai, y hablaron sobre la necesidad de una perspectiva internacionalista y
socialista para combatir los ataques del Gobierno de Modi.
En Chennai, Ramesh Kumar, de
55 años, de Life Insurance Corporation, dijo al WSWS que “el Gobierno de Modi
es terrible y las personas pobres son las más afectadas. El Partido del
Congreso y el BJP son iguales".
Kumar expresó algunas de las ilusiones
promovidas por los estalinistas de que un Gobierno dirigido por el Partido del
Congreso "consideraría" las demandas de los trabajadores. Sin
embargo, después de una discusión sobre el registro histórico de este partido y
los estalinistas, y la necesidad de un Gobierno de trabajadores y políticas
socialistas, agregó: "Creo que un Gobierno de trabajadores creará mejores
condiciones económicas para todos".
Un trabajador del transporte
estatal criticó a los partidos y sindicatos que organizaron la huelga. Señaló
que el partido de oposición DMK en Tamil Nadu se había alineado previamente con
el BJP y denunció la formación actual del DMK con el Partido del Congreso como
"una alianza oportunista". Reconoció la necesidad de luchar por un
Gobierno obrero y señaló que "nadie más está hablando de esto".
Sathiyaseelan, un taxista de Uber y
exmiembro de la CITU, denunció a todos los sindicatos. “La CITU solo se ocupa
de los titulares de sus oficinas y no presta mucha atención a las quejas de las
bases obreras.
Sathiyaseelan |
“Los sindicatos no son para
los trabajadores. Cuando la policía comenzó a hostigar a los taxistas de Uber y
Ola, los sindicatos no acudieron a nuestra defensa, por lo que decidí dejar la
CITU. Hay muchos trabajadores que no participan en la huelga, principalmente
porque no tienen fe en los sindicatos. Me gusta lo que dices sobre tu partido
internacional y tu sitio web, y lo visitaré".
Un trabajador de un anganwadi (cuidado de
niños) dijo: "He estado trabajando como profesor en este servicio durante
35 años. Mi salario mensual es de 12.500 rupias [$US178] pero un ayudante solo
obtiene 7.000 rupias [$100], incluso con la experiencia de 12 años. El salario
del anganwadi era
originalmente solo de 2.500 rupias, pero elegí este trabajo con el objetivo de
conseguir un puesto en el Gobierno para el futuro".
Santanu Mondal |
En Calcuta, Santanu Mondal,
miembro de la Federación Nacional de Empleados de Correos, dijo: “Como
resultado de una ordenanza de 2004, los trabajadores del sector público
perdieron su plan de pensiones. Estamos en contra del nuevo régimen
contributivo de pensiones. El Gobierno no está implementando una orden de la
Corte Suprema sobre el salario mínimo para los trabajadores. Exigimos que a
cada trabajador se le pague un salario mensual de 18.000 rupias [$257]. Hay
muchos trabajadores temporales contratados en el sector postal, pero se les
paga una miseria, solo 41.75 rupias por hora".
Sukomal Shad, miembro del
Sindicato de Trabajadores del Banco Alahabad, dijo: “Llegue quien llegue al
poder, continuaremos luchando por nuestras demandas, que han sido ignoradas por
todos los Gobiernos anteriores y sucesivos. El futuro es incierto pero nuestras
demandas son legítimas".