*Escríbanlo ¡carajo!, esto podríamos sufrir…*
Por: José Sant Roz
Resumen Latinoamericano
Da pánico el que volvamos
otra vez al recorrido de lo que ya se hizo para intentar salir de los
atolladeros… de nuevo reunión con banqueros. de nuevo reunión con empresarios,
sacar de nuevo el cristo por delante y acomodar la otra mejilla para el planazo
inapelable…, insistiremos… de nuevo amnistiar a los corderitos guarimberos. de
nuevo, salir a pedirle a los obreros y trabajadores, que hagan lo que han
debido hacer desde el instante mismo en que asesinaron al comandante chávez.
¿qué se nos habrá hecho la arrechera a los revolucionarios? ¿por qué nuestra
sangre se estará volviendo tan aguada…? ¿por qué no perseguimos y acabamos
desde 2013 al ladrón que está en cada comercio, al bachaquero cuya alma está
modelada por las miserias que nos han incrustado los colonialistas desde hace
500 años? ¿por qué?
Y nosotros en
todo pendientes de la maldita santa alianza, la misma que enfrentó bolívar
durante veinte años de incesante de guerra contra los godos. la santa alianza
(que era la misma otan de hoy) conformada entonces por los podridos gobiernos
de europa y apoyada bajo cuerda por los mismos criminales jefes de estado
yanqui, como Thomas Jefferson, James Monroe, James Madison, John Quincy Adams y
Andrews Jackson.
La locura de
los precios con su ritmo demoledor de las tripas y el corazón del pueblo. qué
impotencia, amigo presidente, ver cómo los especuladores se ríen de todos los
inmensos esfuerzos que usted hace por estabilizar la economía. qué dolor seguir
viendo cómo los bachaqueros se ríen de nuestro triunfo, como si hubiese sido
una bagatela cualquiera. qué tristeza, el que vayamos de nuevo a transitar por
el mismo camino del indolente desguace de los precios en medio de los vítores
de un pueblo que ha estado esperando tanto de los grandiosos ideales de nuestro
comandante chávez. hay que impedir con mano implacable, el que nuestra gloriosa
victoria del 20 de mayo, se las lleven en sus inmundas garras otra vez la
larguísima espera estragada por la desilusión y el desencanto.
Me grita un
amigo y me dice estremecido por el fragor de los discursos maravillosos que aún
así no acaba por sacudir las bases de esta mole de crímenes e injusticias que
cunden por doquier: ¡coño!, camarada, ¿será que esta vaina se pasmó o es que
acaso ya nos rendimos y no damos para más. o será que pretenderemos, no se sabe
por qué milagro, convencer de nuestros buenos propósitos a europeos y gringos
para que nos dejen hacer lo que tenemos que hacer?
Entonces muchos
creen que ya estamos entrando en el letargo de la retórica que podría llevarnos
al infierno del más paralizante pesimismo. o a la petrificación descojonante de
los que ya no creen ni en los santos ni en las glorias inmarcesibles de nuestra
historia.
Aquí agobia esa
*dirigencia vestida realmente de letargo*, sin imaginación o sin coraje y que
parece una foto fija en todos los programas de televisión, en todos los
noticieros; aquí atormenta la *dejadez de tantos gobernadores, legisladores y
alcaldes* que prácticamente se la pasan más en Caracas que en sus estados o
municipios; aquí deprime ese mar muerto y plomizo de la abrasadora *nulidad
adeco-copeyana que ocupó a fuerza de codazos y zancadillas la administración
pública.*
Caramba,
presidente Maduro álcese en armas contra este *mar de indolentes incrustados en
el psuv;* ya usted no está para gobernar desde Miraflores solamente, ser sólo
comandante desde los ministerios, rodeados de los frondosos cargos y los
floridos paramentos oficiales. ya todo lo sabemos, ya todos los dolores los
conocemos porque son el pan de cada día. acción presidente cueste lo que
cueste, *mil veces acción o nos llevará el diablo.*
¿Qué carajo nos
puede importar ya, en medio de este piélago de adversidades tan tremendas, que
Colombia negocie sus putas con la OTAN, con sus gringos violadores y asesinos?
qué carajo ya nos pueden importar las amenaza de los gringos y de la unión
europea que lo que nos quieren es paralizar nuestros planes para después
ponernos al país como la representación del palacio de satanás. No le paremos
lo más mínimo a esos malditos de la OEA, y hagamos nosotros con urgencia todo
lo que debamos hacer, o realmente nos quedaremos pasmados y horriblemente
apabullados por sus permanentes amenazas. imagínense que Bolívar se hubiese
puesto a pararle a las amenazas de la santa alianza de su época que englobaba a
toda la pervertida europa, y se hubiese puesto a calcular demasiado sus pasos
para no alarmarlos o alterarlos, y ganarse su aquiescencia para hacer la
revolución. De ser así seguiríamos siendo una colonia como Puerto Rico.
Ojalá esto,
insisto, no nos lleve al camino de tener un día que arrepentirnos para siempre,
por no haberle metido a fondo el acelerador a la revolución, teniendo como
tenemos todos los poderes. Quiera dios que no se hablen más genialidades sino
que en cambio y al fin veamos las esclarecedoras acciones que le den un vuelco
bien definitivo a este tráfago de indefensiones en las que vivimos, de esta
larga impotencia ante los devastadores enemigos de nuestra patria.
De los sublimes
discursos en la ANC, apenas escuchados, cuando volvemos a la calle, la
estremecedora realidad nos coñacea: la canalla mercenaria mercantilista muerta
de la risa va y te duplica el precio de los alimentos y de las medicinas y te
manda al carajo? ante tus narices ves como el transporte se paraliza aún más, que
el efectivo sigue su deambular seguro hacia Colombia a trote recio y firme, que
se recrudecen las muertes de los pobres en los hospitales, en nuestros caminos
y campos, y el desaliento te vuelve trizas en tu propia cara todas las más
brillantes sentencias que acabas de escuchar.
Si en la locura
más extrema el *pueblo llegara a rebelarse contra el gobierno*, porque la
angustia lo devora, y cientos de miles de funcionarios y líderes no dan pie con
bola, ¿a qué abismo podría desembocar este sueño grandioso y el único en el
presente sobre la patria grande que con tanto empeñó sostuvo el comandante
chávez?.
Ya todas las
elecciones se ganaron, presidente, el pueblo cumplió, cumplió con el estómago
estragado y el alma lacerada de tanto dolor, entonces ¡carajo!, no nos queda
que volver nuestros ojos hacia nuestro terribles problemas y hacer lo imposible
por cumplirle a la gente; volquémonos todos a donde estén los problemas, *a
producir, a movilizar en masa a todos esos millones de empleados ahogados en
miles de pendejadas burocráticas…*
Hubo una gran
ilusión, que en habiéndose ganado la asamblea nacional constituyente la
espantosa guerra económica llegaría a su fin; apenas se supo de aquella gran
victoria se escuchaba de los camaradas en plazas y mercados, en busetas y
bancos: *”ya viene el gran cambio, ahora sí esto se tiene que parar: comienza
el fin de los bachaqueros, del abuso con los precios, del caos con el efectivo,
del robo de alimentos y de gasolina hacia colombia…”*, pero en el campo de la
realidad económica todo empeoró.
Ganamos casi
todas las gobernaciones y alcaldías y la locura de los precios se hizo ya súper
surrealista y desoladora. ¡qué tal, hermanos!
Algo es muy
importante, queridos camaradas, y es que esto no se resolverá aplicando las
leyes y las mismas acciones e ideas del pasado que ya resultaron un total
fracaso, la República Española se perdió desde el mismo momento en que Manuel
Azaña, temeroso y versátil, se negó armar al pueblo; hay que armar al pueblo
con todas las armas que el estado posee, *o no viviremos para contar la paliza
que nos dará la historia.” *¡Escríbanlo!*