Por Diego Olivera Evia
El neo fascismo
destruye la sociedad y al planeta
En varios análisis hemos planteado los
avances del fascismo, sustentado en la violencia étnica, el fenómeno del
crecimiento de los modelos de ultraderecha, en Europa y ahora se han sustentado
nuevas tendencias en América del Sur, siendo el modelo fascista del presidente
de Brasil Bolsonaro, un capitán militar golpista, ha logrado unir a sectores
del populismo, creando una crisis moral y ética.
Siendo el racismo la base de los ataques a las favelas, como el
desplazamiento de los pueblos autóctonos, en el habita del Amazonas, han sido
desplazado y asesinados por los empresarios y los grupos de asesinos, el
intento de destruir los arboles para crear la deforestación, para las papeleras y otros usos, en ese sentido
le mismo Bolsonaro, ha manifestado que los pueblos autóctonos no son
brasileños, no hablan portugués y son salvajes, son sucios, lo que muestra
claramente la xenofobia de los militares, que se han dejado arrastrar hacia un
Brasil, sin perspectiva de desarrollo, la mismas acciones de este modelo, es poner en los colegios esvásticas como parte
de la educación fascista, negando los derechos de los padres a no concebir una
educación laica.
De la misma manera el gobierno de Chile ha mantenido, una constitución
fascista impulsada por los militares y por Pinochet, creando una sociedad de
desiguales, siendo los pueblos mapuches hostigados por los empresarios, también
los sectores sociales y los estudiantes buscando reivindicaciones, son
reprimidos por los carabineros fuerza policial de choque y abuso con las
mujeres, en esta realidad la sociedad chilena, que no vive en democracia, sino
en un modelo fascista con un mandatario empresario, pinochetista, mostrando un modelo de derecha, apoyado por la
que se dice socialista y realmente apoya el modelo de EEUU y ataca a los países
progresistas, demostrando una vez más la hipocresía de los políticos chilenos.
Como parte de estos países de la ultra derecha, se unen los gobiernos de
derecha, como son Perú, el modelos de violencia y muerte contra los movimientos
sociales, contra los amnistiados de la Farc, siendo el presidente de Colombia
Duque un títere del terrorista y expresidente Álvaro Uribe, el mayor terrorista
de esta nación, apoyando a los paramilitares, como los carteles de la droga,
siendo Duque el inmoral al decir que la droga y los narcos, son las principales
fuete de ingresos de Colombia, los otros miembros de esta mentiras de derecha y
el principal ladrón Macri, completa los ladrones y vende patria, dejan la
realidad de un modelo de ultraderechas, a la vez usan los paraísos fiscales para esconder sus robos al estado, de esa
manera América Latina sufre las consecuencias, de presidentes y funcionarios
públicos al servicio de esta delincuencia internacional.
La inmoralidad de la Burguesía y el capitalismo
En este sentido nos parece importante mostrar un análisis del fascismo
desde el ángulo de la retórica humana y social Leonardo Boff, ex presbítero y
luchador social.
Donde plantea en un parte de un trabajo que el fascismo nació y nace
dentro de un determinado contexto de anomia, desorden social y crisis
generalizada. Desaparecen las seguridades y las órdenes establecidas se
debilitan. La sociedad y los individuos tienen dificultades para vivir en tal
situación. Científicos sociales e historiadores como Eric Vögelin (Orden e
Historia, 1950, reedición en 2001; L. Götz, Entstehung der Ordnung 1954, Peter
Berger, Rumor de Ángeles: La sociedad moderna y el redescubrimiento de lo
sobrenatural, 1973), mostraron que los seres humanos poseen una tendencia natural
hacia el orden. Allí donde llegan crean pronto un orden y su hábitat. Cuando
desaparece se usa comúnmente la violencia para imponer cierto orden sin el cual
no se forma la cohesión social de la convivencia.
El nicho del fascismo encuentra su nacimiento en este desorden. Así al
finalizar la Primera Guerra Mundial se generó un caos social, especialmente en
Alemania e Italia. La salida fue la instauración de un sistema autoritario, de
dominación, que monopolizó la representación política, mediante un único partido
de masas, jerárquicamente organizado, enmarcando todas las instancias, la
política, la economía y la cultura en una única dirección. Esto sólo fue
posible mediante un jefe (el Fürher en Alemania, el Duce, en Italia) que
organizó un Estado corporativista autoritario y de terror.
Como legitimación simbólica se cultivaban los mitos nacionales, los
héroes del pasado y antiguas tradiciones, generalmente en un marco de grandes
liturgias políticas, inculcando la idea de una regeneración nacional. Especialmente
en Alemania los seguidores de Hitler se llenaron de la convicción de que la
raza alemana blanca era “superior” a las demás, con el derecho de someter e
incluso de eliminar a las inferiores.
La palabra fascismo fue usada por primera vez por Benito Mussolini en
1915 al crear el grupo “Fasci d’Azione Revolucionaria”. Fascismo se deriva de
un haz (fasci) de varas, fuertemente amarradas, con un hacha al lado. Una vara
puede ser quebrada, un haz, difícilmente. En 1922/23 fundó el Partido Nacional
Fascista que perduró hasta su derrocamiento en 1945. En Alemania se estableció
en 1933 con Adolfo Hitler, que al ser nombrado canciller creó el
Nacionalsocialismo, el partido nazi que impuso al país una dura disciplina,
vigilancia total y el terror de Estado.
El fascismo se presentó como anticomunista, anticapitalista, como una
corporación que supera las clases y crea una totalidad social cerrada. La
vigilancia, la violencia directa, el terror y el exterminio de los opositores
son características del fascismo histórico de Mussolini y de Hitler, y en el
neofascismo la violencia también está presente.
El fascismo no ha desaparecido totalmente nunca, pues siempre hay grupos
que, movidos por un arquetipo fundamental, buscan el orden de cualquier forma.
Es el neofascismo actual. Hoy en Brasil hay una figura más hilarante que
ideológica que propone el fascismo, y en nombre del cual justifica la
violencia, la defensa de la tortura y de los torturadores, de la homofobia y
otras desviaciones sociales. Siempre, en nombre de un orden a ser forjado,
contra el actual desorden vigente, usando violencia.
El fascismo siempre ha sido criminal. Creó la Shoa (eliminación de
millones de judíos). Utilizó la violencia como forma de relacionarse con la
sociedad, por lo que nunca pudo ni podrá consolidarse por largo tiempo. Es la
perversión mayor de la sociabilidad humana. En Brasil no será diferente. Pero
aquí no tendrá posibilidades de imponerse Fin.
Esta nota muestra la realidad del fascismo en el modelo de Mussolini y
el de Hitler, enfermos por el poder crearon el dominio en Europa, África y
parte de Asia, asesinando a millones de judíos y pueblos de Europa, pero lo
llamativo y tenebroso es el papel de Hoy de el Estado Israel, dominados por el
sionismo una variable semítica atacando y masacrado a los palestinos y en mayoría a los niños, como las declaración
de una diputada Sionista, el asesinato en masa de las madres palestinas.
Lo que muestra una vez más que el sionismo es un brazo del fascismo,
siendo estas acciones una guerra contra Siria, contra el Líbano, impulsar
acciones contra Irán, para apoderase EEUU y el sionismo del estrecho de Ormus,
todos estos hechos son parte de un mundo, dividido un capitalismo terrorista,
donde las trasnacionales y EEUU son los mayores terroristas contra la humanidad
y sociedad humana.