El día de ayer, 02 de septiembre, un grupo de trabajadores y trabajadoras de la Inspectoría del Trabajo “Pipo Arteaga”, de Valencia (Car), se manifestaron frente a la entrada de la misma para quejarse de la deplorable situación que padecen. La mañana de hoy 03, no habiendo pasado ni 24 horas de eso, sin ningún tipo de procedimiento legal ni administrativo, y sin más argumentos que la fuerza, el ministerio decidió impedirle la entrada a su lugar de trabajo al trabajador que sirvió de vocero de sus compañeros.
Como puede evidenciarse en la declaración que tomara el diario Crónica Uno, el trabajador, con más de 13 años de labor ininterrumpida en el ministerio, señaló cuestiones básicas que padecen: un salario semanal de 13 mil bolívares (ni para un kilo de harina), incumplimiento del contrato colectivo, como las dotaciones de uniformes, y condiciones de trabajo precarias, como la falta de aire acondicionado, en una ciudad calurosa como Valencia, entre otras cuestiones.
#2sep | Trabajador de Inspectoria de Trabajo en Valencia rompió el silencio y asegura que trabajan bajo condiciones infrahumanas, además son amedrentados y amenazados. "Mi salario son 13 mil BS semanales. Aquí no hay aire acondicionado, hemos sacado a gente desmayada"
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“Yo gano 13 mil y en pasaje [para ir al trabajo] gasto como 17 mil”, o sea, que “estoy pagando para venir a trabajar”, señalaba el trabajador. Una verdad elemental que comentan muchos trabajadores no solo de esa institución sino de muchas otras y de empresas privadas: en muchos casos el sueldo no alcanza ni para el transporte, los trabajadores tienen que conseguir dinero extra aparte del salario para poder cubrir el traslado hacia el trabajo, es decir, “estamos financiando al patrón”, afirman.
Los trabajadores estaban protestando por cuestiones elementales: el salario, el cumplimiento del contrato colectivo, condiciones y medio ambiente de trabajo decentes. Cuestiones todas estipuladas en las leyes. Lo hicieron saliendo al frente de su lugar de trabajo y declarando a medios de comunicación, es decir, ejerciendo derechos básicos establecidos en la Constitución y en las leyes, como el derecho de asociación, de manifestación pacífica y la libre expresión. Sin embargo, en una actitud completamente intolerante, antidemocrática y violentando sus más elementales derechos, la parte patronal deciden botar al trabajador que fue vocero.
¡Y es el ministerio que se supone debe ser el garante de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras!
En este video grabado el día de hoy por los propios trabajadores, se muestra el momento en el que le impiden entrar a su lugar de trabajo.
[Video] Un trabajador del Ministerio del Trabajo sirvió ayer como vocero de sus compañeros para señalar ante la prensa la lamentable situación que padecen en cuanto a salarios, contrato colectivo y condiciones de trabajo. Hoy #3Sept le impidieron el ingreso a su lugar de trabajo.
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Cabe destacar que hace casi un año que los trabajadores del Ministerio del Trabajo no tienen ningún tipo de diálogo ni atención a sus peticiones por parte del ministro Eduardo Piñate ni ninguna otra autoridad. Como reseñamos ampliamente por este medio, así como lo pudieron reseñar también otros medios de alcance nacional, los trabajadores y trabajadoras se organizaron con vocerías elegidas desde las bases, realizaron algunas asambleas, presentaron un pliego de peticiones (una propuesta de Acta Convenio) con casi mil firmas de apoyo, llevaron a cabo varias jornadas de protesta en las entradas de la sede central de la institución, pero no obtuvieron ninguna respuesta positiva. Apenas en una ocasión fueron recibidos por el ministro y sin respuesta satisfactoria.
A esto se suma el hecho de que, tal como denunciaron los trabajadores de base durante ese proceso, el sindicato existente no lleva adelante ningún tipo de lucha para defender los derechos de los trabajadores.
Ante esta orfandad y ante la falta de atención, no les ha quedado otra que denunciar su precaria situación, y reciben como respuesta este tipo de retaliaciones. Denuncian que no es ni la primera ni la única, sino que más bien ya son práctica común los amedrentamientos y arbitrariedades de los jefes, tanto en Caracas como en el resto del país.
En el video que publican se evidencia el apoyo que recibe el trabajador de varios de sus compañeros. Queda por ver si este episodio les permite a los trabajadores lograr una justa defensa de sus derechos, o se impondrán de nuevo las prácticas ilegales, antiobreras y autoritarias.