Por Ramón Pedregal Casanova
Rebelión
¿Se escucha a la mayoría del mundo? Se escucha a
los propagandistas de un grupo minoritario de gobiernos, son los imperialistas
del régimen gerenciado por Trump, su autodenominado “”Grupo Venezuela”: Narco
Rubio, Bolton, Pompeo, Pence, Allston, ... más sus servidores europeos,
antiguos imperialistas, colonialistas, y sus burgueses gobernantes que añoran
el imperio que sojuzgaba a sus pueblos. Los números hablan solos, servidores de
la dictadura imperial tienen 1.000 millones de habitantes; en apoyo de la
soberanía de Venezuela Bolivariana la inmensa mayoría de los gobiernos del
mundo, tanto es así que reúnen 6.500 millones de habitantes.
La minoría de los
gobiernos, han sido siempre ladrones y por eso son los dueños de las armas
informativas, con ellas agitan la guerra psicológica con la que preparan la
atmósfera de terror que atomice a la gente, la divida, y facilite a su ejército
imperial la guerra. Los pueblos, con los medios comunicacionales de que
disponen, escasos pero directos en la comunicación y efectivos, deben
responder, saltar por encima del ISIS-DAESH mediático, denunciándolo, y darle
la lección para que no tenga otro remedio que desaparecer, o, en el mejor de
los casos, disponerse a vivir en paz.
El principal objetivo del régimen imperial
estadounidense y sus gobiernos colaboracionistas es destruir a los Estados soberanos
para expropiar sus bienes, es un desahucio mundial, no quieren Estados en los
que el pueblo trabajador tenga un justo reparto de sus riquezas, ese sistema de
igualdad social cambia la percepción del resto de los pueblos del mundo,
desarrolla un estar social que no lleva el dinero a los bolsillos de los
capitalistas, que no da paso a su acumulación de riqueza a costa de la mayoría
y por tanto a su dominio, para eso adelantan sobre el campo de batalla el
ejército informativo, el que libra la guerra ideológica-cultural.
Por eso la destrucción de la opinión en favor de
Venezuela Bolivariana tiene como objetivo el paso que conduzca a la
intervención militar para que el imperio pueda robar los bienes. El ISIS-DAESH
periodístico, fundamentalistas del capitalismo que están empleando sin
miramientos la guerra psicológica, trabaja para conseguir la espantada
individualista, el abandono de la unidad social y de clase frente a los
invasores, buscan enterrar el sentido palpitante de la solidaridad, de la
comunidad que comparte los bienes en sociedad.
Venezuela Bolivariana y la mayoría de los gobiernos
del mundo, en total 6.500 millones de personas, resisten en los organismos
internacionales y lo hace en tal grado de unidad que han hecho salir a la luz
las diferencias entre los parlamentarios estadounidenses, pues hemos sabido que
tras la cortina que nos presentan Narco Rubio -a quien sus mismos colaboradores
imperiales le tienen puesto el mote “Golpista en jefe”- Pence, Bolton, Pompeo,
Abrams, todos ellos implicados en anteriores golpes, invasiones y dirección de
ejércitos mercenarios, hay miembros del Congreso imperialista que desaprueban
las palabras de Guaidó dando “autorización” al ejército yanke a invadir
Venezuela. El congresista por California y representante de ese Estado, miembro
del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, de nombre Ro
Khana, ha declarado: “Señor Guaidó, usted se puede proclamar como líder de Venezuela, pero no tiene las facultades para autorizar intervenciones
militares estadounidenses. Solamente el Congreso de EEUU lo puede hacer. Sepa
que es el Órgano Legislativo el único que puede autorizar una intervención y no
las multinacionales de las armas ni el presidente.”
A pesar de esas palabras, que fueron dichas también
antes de la invasión de Iraq, no debe haber un momento de relajo en las filas
populares, su ejército dispara con los medios de difusión alentando a crimen
por el que el gran capital les paga. No deja de llamar la atención cómo se
llenaban la boca tomando la inventada sospecha de que Rusia había interferido
en las elecciones estadounidenses, acusando sin ninguna prueba a Putín de
injerencista, y ahora alientan la invasión de Venezuela como una necesidad
llamando a la intervención militar “ayuda humanitaria”. Si llega a suceder, el
ISIS-DAESH mediático pasará a la historia como la parte más cínica del ejército
criminal del imperialismo.
Para que esos 6.500 millones de habitantes que se
posicionan a favor de la paz y la parte de informados dentro del imperio, el Presidente
Nicolás Maduro ha querido dejarnos a los pueblos un mensaje de la realidad a
difundir: “La crisis humanitaria es una farsa. Venezuela tiene
problemas, como cualquier otro país. Es más, en algunos casos no tenemos
algunos problemas que tienen países donde gobierna el neoliberalismo. Pero todo
el montaje de la crisis humanitaria viene del Comando Sur de Estados Unidos
desde el año 2014. ¿Para qué cargarnos con una crisis humanitaria fabricada a
nivel mediático? Para justificar una “intervención humanitaria”.
Venezuela tiene altos índices en materia de empleo.
El año pasado volvimos a cerrar con 6% de desempleo. Venezuela tiene un sistema
de seguridad social que protege al ciento por ciento de sus pensionados.
Venezuela tiene por encina del 90% de escolaridad de educación inicial, básica,
secundaria y universitaria. El 80% de nuestra educación global es pública,
gratuita y de calidad.
Venezuela tiene un programa llamado CLAP(Comités
Locales de Abastecimiento y Producción) que llega a 6 millones de hogares, 24
millones de venezolanos. El alimento es permanente y, de acuerdo con la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura,
tenemos altísimos niveles de nutrición. Venezuela tiene un programa llamado
Barrio Adentro en Salud, que lleva 30.000 médicos a las comunidades. Tú en tu
barrio, en tu comunidad, tienes un médico, tienes acceso a la medicina. En los
3 años recientes, por las sanciones, hemos tenido problemas para importar
alimentos, para importar medicinas. Sí, los hemos tenido, y ya lo estamos
resolviendo efectivamente. Pero una crsis humanitaria no ha existido ni va a
existir en Venezuela.”
Es el Socialismo Bolivariano, respetado por la
mayoría de los gobiernos y sus 6.500 millones de habitantes.
Las sanciones económicas, el robo del dinero, los
alimentos y medicinas, y la guerra informacional preparando la máxima agresión
militar a Venezuela Bolivariana, todo ello, es del imperialismo ,
esa palabra que tienen prohibido pronunciar: simplemente porque es el enemigo
de la Humanidad.
* Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros:
“Gaza 51 días”, “Palestina. Crónicas de vida y Resistencia”, “Dietario de
Crisis”, “Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero”, y “Siete
Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”. Presidente de la Asociación
Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la
Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.