La
epidemia de coronavirus que ha cobrado la vida de 41 personas «se está
acelerando» y coloca a China en una «situación grave», reconoció este sábado el
presidente Xi Jinping, que instó a fortalecer la autoridad del gobierno.
El
nuevo coronavirus, que apareció en diciembre en el centro del país, ha
contaminado a mil 300 personas en China, de las que han muerto al menos 41, y
se extendió a varios países, entre ellos Australia, Francia, Estados Unidos y
varios países de Asia.
China puede «ganar la batalla» contra el
nuevo coronavirus, aseguró al jefe de Estado chino, en una reunión del comité
permanente del Buró político, la instancia de siete miembros que dirige el
país, según la agencia de noticias oficial Xinhua.
«Ante
la grave situación de una epidemia que se acelera, es necesario reforzar la
dirección centralizada y unificada del Comité Central del Partido», afirmó.
El
lunes pasado, en sus primeras declaraciones, instó a «detener» decididamente la
epidemia. A ello siguió el jueves la cuarentena de facto de la ciudad de Wuhan,
en el epicentro de la epidemia, y de su región.
Desde
entonces, no menos de 56 millones de chinos han sido aislados en zonas de las
que no pueden salir hasta nuevo aviso.
La
Jornada