Estados Unidos
Por Joe
DeManuelle-Hall
Los días más
importantes para las ventas de Amazon, llamados Prime Days, -15 y
16 de julio– estuvieron pautados por paros y protestas de los trabajadores en
los Estados Unidos y en Alemania. Las protestas fueron más o menos coordinadas
y tuvieron como objetivo los depósitos de Amazon en un momento en que éstos
funcionan a pleno y en el que todos los medias hablan de la empresa. (Ver
artículo del mismo autor, ¿Por qué la huelga en Amazon es tan importante?
En Alemania,
los trabajadores de Amazon organizados en el sindicato Ver.di, pararon durante
dos días en el marco de una lucha que dura desde hace cierto tiempo. El
sindicato anunció que 2.000 trabajadores pararon en 7 depósitos de la firma.
Mientras
tanto, en Estados Unidos, un pequeño grupo de trabajadores abandonó el centro
de Shakopee cerca de Minneapolis. Otros, en un almacén de Chicago, se
dirigieron directamente a su jefe presentándole sus demandas. Otros
trabajadores de la región manifestaron y se reunieron frente a dos almacenes en
Portland, Oregón, recibiendo también el apoyo de personas que no trabajan
necesariamente en la empresa.
Al mismo
tiempo, organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes
organizaron manifestaciones en ocho ciudades estadounidenses para denunciar la
colaboración de Amazon con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas
(ICE). Amazon alberga la base de datos en línea que los agentes de la ICE
utilizan para seguir a los inmigrantes que quieren expulsar. La reunión de la
ciudad de Nueva York se celebró en el mega ático (un suntuoso penthouse) de 80
millones de dólares, domicilio del presidente Jeff Bezos.
De Minneapolis a Chicago
El centro de
ejecución en Shakopee, un suburbio de Minneapolis, fue el centro de algunas de
las manifestaciones más combativas y exitosas hasta la fecha. En dos ocasiones
durante el año transcurrido, los trabajadores de los almacenes de Amazon
abandonaron su trabajo para protestar contra los crecientes objetivos de
productividad de la dirección y contra la discriminación de los trabajadores
musulmanes.
Estas
acciones, apoyadas por el Awood Center, un colectivo de trabajadores situado en
la comunidad de africanos del este de Minnesota, condujeron a las primeras
negociaciones entre Amazon y una organización sindical estadounidense. Los
trabajadores afiliados al centro se organizaron en torno al eslogan «somos
humanos, no robots», y también llevan adelante una campaña contra las
represalias y sobre los problemas de salud y de seguridad laborales.
Inspirándose
en el ejemplo de Minneapolis, los trabajadores de un centro de entregas Amazon
en Chicago, iniciaron el 16 de julio una acción durante el Prime Day. Discutieron
con sus compañeros de trabajo para establecer una plataforma de reclamaciones y
llegaron a un acuerdo sobre tres reivindicaciones esenciales: aire
acondicionado, seguro de enfermedad y un salario de 18 dólares por hora durante
toda la semana de gran afluencia.
Treinta
trabajadores del turno de la noche ocuparon la oficina del jefe de equipo
durante una pausa, a las dos y media de la mañana, para dar a conocer sus
reivindicaciones. Después de una discusión agitada, obtuvieron la posibilidad
de reunirse con el gerente del depósito.
"Nuestro
objetivo, hoy, era conseguir un encuentro con la persona que tiene la capacidad
de tomar decisiones sobre nuestras exigencias", declaró Terry Miller (un
seudónimo), quien participó en la acción. "Sabíamos que la mejor manera
era la de reunirnos con el director del sitio, y lo conseguimos".
Compañeros de trabajo motivados
Después de la
reunión, la delegación volvió al trabajo y terminó su horario. Los trabajadores
que no habían participado querían saber qué había ocurrido.
"Otros
trabajadores vieron que podemos lograr que la empresa nos escuche", dice
Miller, mientras ordena los paquetes para la entrega. "La gente me hacía
preguntas, me contactaba después de la acción. Esto aumentó nuestra
visibilidad".
Los centros de
entrega son la última etapa de la cadena de almacenes de Amazon. Los artículos
ya llegan embalados desde las instalaciones situadas antes, en la cadena de
suministro, incluidos los centros de tramitación de pedidos como el de
Minnesota. Los trabajadores de los centros de entrega clasifican los paquetes y
los cargan en camionetas para su entrega. Esas instalaciones han proliferado en
los grandes centros urbanos como parte del objetivo de la empresa de entregar
los pedidos en un plazo de un día o en el mismo día.
Los
trabajadores de este depósito de Chicago ganan normalmente 15 dólares por hora.
Como incentivo, los gerentes se habían comprometido a pagar 18 dólares por hora
extra trabajada más allá del horario normal de trabajo, pero el índice más alto
sólo se aplicaba a las horas extras y no a la totalidad del horario de trabajo.
Por otra
parte, muchos trabajadores no tienen suficientes horas de trabajo acumuladas
para poder acogerse al seguro de enfermedad de la empresa. (En Estados Unidos,
el seguro médico depende en gran medida del tipo de contrato en la empresa.)
La temperatura
en los depósitos aumenta fácilmente porque las paredes y el techo son de metal.
Amazon anunció en 2012 que instalaría aire acondicionado en sus centros de
ejecución, tras un minucioso examen público y de ciertos incidentes comentados
en la prensa. Sin embargo, los acondicionadores de aire no han sido instalados
en Chicago ni en otros depósitos.
Paro parcial
En el almacén
de Minnesota, los trabajadores organizaron un paro parcial para unirse a los
que estaban haciendo un piquete comunitario el 15 de julio. Los trabajadores
afirmaron que los administradores y la policía estaban vigilando la salida del
almacén para averiguar quién hacía paro, lo que tuvo un efecto disuasivo sobre
la participación en esta acción.
Los
organizadores esperaban que unos 100 trabajadores dejaran sus puestos de
trabajo. Finalmente, la cifra fue mucho menor. Sin embargo, los trabajadores y
los simpatizantes de la comunidad organizaron un piquete, durante el cual se reunieron
y bailaron hasta que la lluvia y una tormenta repentina pusieron fin a la
acción.
Varios
técnicos de Amazon de Seattle tomaron el avión para unirse a la manifestación.
Esos técnicos forman parte de un grupo llamado Empleados de Amazon por la Justicia
Climática, los mismos que redactaron una carta abierta, firmada por 8.000
empleados, pidiendo a la empresa que amplíe su compromiso con las energías
renovables y que deje de brindar su apoyo tecnológico a las empresas de
extracción de petróleo y de gas.
A la reunión
asistieron también al menos un miembro de la sección local 1224 del sindicato
de los Teamsters (empleados del transporte) y miembros del sindicato de pilotos
de Atlas Air, que se encarga del transporte de mercaderías de Amazon. La
sección local 1224 fue bloqueada durante las negociaciones contractuales con
Atlas Air acusando públicamente a Amazon. En mayo, los miembros de esta sección
sindical habían organizado un piquete frente a la asamblea de accionistas.
La estafa de la atención médica
Uno de los
temas importantes del paro de Minnesota fue el alto índice de accidentes de
trabajo debido a la búsqueda constante de la productividad. Amazon tiene una
unidad médica en el depósito, AmCare. Los trabajadores afirman que esta unidad
es insuficiente para satisfacer sus necesidades en un entorno de trabajo que
ocasiona numerosos problemas de salud y de seguridad.
“Aunque pida
(un médico), no me lo darán», nunca se puede ver a un médico” afirmó Mohamed
Hassan, un empleado de Shakopee, hablando inglés gracias a un traductor. «No
hay médicos en la unidad, ni siquiera enfermeras. Sólo hay un empleado de
Amazon (que no es médico)".
"La gente
de mi lugar de trabajo tiene miedo de ir al AmCare", dice Kimberly
Hatfield Ybarra, una trabajadora de Dallas Amazon que fue en avión a
Minneapolis para apoyar la acción. "Ese es el primer paso hacia la puerta,
hacia el despido".
El aumento de
las cuotas de productividad de Amazon obliga a los almacenistas a elegir entre
su salud o cumplir las normas cuantitativas (digitalizadas). Muchos de ellos
bajan rápidamente los brazos ante la presión, o son despedidos.
"Si no
trabajas lo suficientemente rápido, ¿cómo vas a poder ir al baño?" dijo
Sahro Sharif, un preparador de pedidos en la planta de Shakopee. "Si
tienes miedo de no cumplir con los objetivos impuestos, no sé si quieres correr
ese riesgo. Las personas mayores, que no pueden cumplir con los objetivos,
tienen aún más miedo de abandonar su puesto (para ir al baño)".
La batalla del agua
Los
trabajadores de la fábrica de Chicago han tomado medidas para obtener agua
potable decente.
"Sólo
había dos o tres estaciones de agua en grandes botellas en todo el almacén, y
siempre estaban sucias y vacías", dice Miller. Los trabajadores hicieron
circular una petición, que reunió 140 firmas –aproximadamente una cuarta parte
de la mano de obra– y la presentó en una reunión durante el cambio de turno.
La acción de
los trabajadores dio rápidamente resultados. Los dirigentes se apresuraron a
comprar agua y a distribuirla a todos durante el tiempo de trabajo del equipo.
En pocas semanas, habían instalado sistemas de agua filtrada y distribuido
botellas de agua a todos los empleados.
Después de
esta victoria, los organizadores redactaron una declaración en la que
describían lo que habían hecho y cómo habían ganado, y la distribuyeron después
a sus colegas, fotocopiada en una media página de papel. "Recibimos muchos
comentarios positivos", dijo Miller. "La gente ha empezado a sugerir
que se aborden también otros problemas".
Los activistas
de Chicago se inspiraron de las acciones de Shakopee y esperan motivar a otros
trabajadores de Amazon.
"Me
gustaría que los demás se enteraran de lo que hacemos y que se inspiren de
nuestros métodos", dijo Miller. "Demostramos que se puede hacer y que
la gente debería intentar algo en lugar de quedarse sin hacer nada".
Traducción:
Ruben Navarro – Correspondencia de Prensa
Artículo
original: https://www.labornotes.org/2019/07/prime-day-amazon-protests)