Túnez
Las
y los tunecinos continúan movilizándose en masa para demandar mayor igualdad y
la mejora de sus condiciones de vida.
Por Joe Daher
El 23 de noviembre Túnez se
ha convertido en el primer país árabe en adoptar una ley sobre la igualdad de
derechos de las mujeres y los hombres en lo referido a las herencias. Es el
resultado de años de movilizaciones y de luchas de las organizaciones
feministas tunecinas 1/.
Recordemos que la desigualdad en la herencia es una de las causas más
importantes de las diferencias económicas entre mujeres y hombres. Las
tunecinas, por ejemplo, poseen menos del 2% de las tierras cuando constituyen
cerca del 30% de la fuerza de trabajo del país.
El presidente tunecino ha
hecho, no obstante, una concesión al movimiento fundamentalista islámico
Ennahda, que se oponía al proyecto de ley, por considerarla en contradicción
con la sharia. Así, una persona puede elegir mantener, cuando todavía vive, el
antiguo sistema de reparto.
El 22 de noviembre, por
iniciativa de la Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT), la función pública
-unos 670.000 trabajadores y trabajadoras- estaba en huelga en todo el
territorio tras el fracaso de las negociaciones con el gobierno sobre la
cuestión de los aumentos salariales. Los organismos financieros
internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), presionan al
gobierno para que reduzca su déficit reformando el sector público, incluso
congelando los salarios y privatizando los recursos públicos.
Atrasada en dos ocasiones,
esta huelga general es la primera de esta amplitud desde 2013. Las
reivindicaciones salariales están ligadas a subidas sin precedentes de los
precios (+40%) y a un deterioro del poder de compra. Dos días después del éxito
masivo de esta huelga, la UGTT ha decidido mantener la presión sobre el
gobierno y programar para el 17 de enero una nueva huelga general de la
administración y de las empresas públicas.
Algunos días más tarde, más
de una decena de organizaciones y de sindicatos se han opuesto a la visita del
príncipe saudita Mohamed bin Salmán convocando una manifestación que ha reunido
a varios centenares de personas, algunas de las cuales han enarbolado sierras
en referencia al sórdido asesinato del periodista saudita (Jamal Khashoggi), y
banderas de Yemen, donde el conflicto provoca miles de víctimas. Grandes
pancartas han sido desplegadas en los edificios de Túnez, una mostrando a un
saudí de espaldas, con una sierra en la mano, y la otra un saudita armado con
un látigo con la inscripción de “El verdugo de las mujeres no es bienvenido”.
Las movilizaciones de las
clases populares en Túnez han permitido logros democráticos importantes, en
particular sobre la cuestión de los derechos de las mujeres. Pero habrá que
esperar para la mejora de la situación socio-económica de las y los ciudadanos
y la redistribución de las riquezas a favor de los y las trabajadoras.
Revista SolidaritÉs nº 339
6/12/2018
Traducción: Faustino Eguberri
para viento sur