Cuando el
presidente chino Xi Jinping llegó al poder en 2013, una de las principales
banderas que alzó fue la de la lucha contra la corrupción.
Sobre
el cierre de año irrumpe en el país otra fuerte noticia vinculada al tema: la
condena a 12 años de prisión de un expresidente del conglomerado Sinochem, uno
de los más grandes del mundo.
Cai
Xiyou tuvo una larga carrera en la petrolera Sinopec, donde trabajó desde 1997
hasta ser designado al mando de Sinochem en 2016, año en el que comenzó a ser
investigado.
Fue
acusado de recibir sobornos por hasta 23,6 millones de yuanes (7,8 millones de
dólares). A cambio, Cai facilitó el negocio de la compra y venta ilegal de
productos refinados entre 1997 y 2016, a la vez que manipuló contratos
públicos.
El
ex gerente general de Sinochem rechazó la posibilidad de apelar y se declaró
culpable de los cargos para evitar la posibilidad de penas mayores.