Por Arthur González
El Congreso de Estados Unidos aprobó un millonario
presupuesto destinado a fabricar la “democracia” en Cuba y Venezuela, con el
cual pagarán a sus asalariados y las campañas de prensa, a fin de hacerle creer
al mundo que en esos países hay opositores “independientes” y se “violan” los
derechos humanos.
De no existir ese dinero los llamados disidentes no
existirían, ni la prensa hablara tantas falsedades sobre ambos países, pues
todo se formula desde Estados Unidos para tergiversar la realidad, viejo estilo
yanqui cuando quieren construir supuestas “víctimas y violaciones”, en
gobiernos que ellos no aceptan.
Para los que aun tengan dudas, basta con leer las
noticias publicadas en la prensa yanqui para conocer que el senador Marco
Rubio, presidente del Subcomité para el Hemisferio Occidental del Comité de
Relaciones Exteriores del Senado, logró hacer lobby para la aprobación de 20
millones para promover la “democracia” en Venezuela y 15 millones para Cuba.
A pesar de que el Departamento de Estado había
solicitado al Congreso solo 9 millones para Venezuela y 10 millones para
programas relacionados con Cuba, los integrantes de la mafia terrorista
anticubana, Rubio y Mario Díaz-Balart, presionaron a sus colegas para elevar el
dinero destinado a subvertir a esos países, quienes aprobaron la nueva Ley del
presupuesto del año fiscal 2018-19, insistiendo en malgastar el dinero de los
contribuyentes para ejecutar esos planes subversivos.
Además de esos fondos, en el caso cubano se
aprobaron adicionalmente 29 millones para la Oficina de Transmisiones a Cuba,
destinados a Radio y TV Martí, a pesar que jamás su señal se ha podido escuchar
ni ver en la isla.
Nicaragua, país donde Estados Unidos insiste en
derrocar al presidente Daniel Ortega, también fue “favorecido” con 5 millones
para “promover” la democracia y apoyar, entiéndase fabricar, la sociedad civil.
Este presupuesto se sumaría al aprobado para la
USAID y la NED, organizaciones que ejecutan acciones subversivas que
anteriormente desarrollaba la CIA. En el caso de Cuba se observa como sus
proyectos va dirigidos a construir mercenarios “luchadores” por los derechos
humanos, la “democracia”, el arte “independiente”, medios de prensa para apoyar
sus campañas mediáticas, la conformación de líderes juveniles, y otros similares.
Ejemplo palpable de cómo el dinero fabrica la mal
llamada “democracia”, son algunos de los siguientes programas de la NED:
·
Abogando
por un Marco de Derechos Humanos para Cuba, con 85 mil usd.
·
Construyendo
ciudadanía democrática en Cuba, con 55,241 usd.
·
Libertad
de expresión del artista independiente cubano, con 95 mil usd.
·
Promoviendo
el cine independiente en Cuba, con 55 mil usd.
·
Promoviendo
la libertad de prensa en Cuba, con 23,470 usd.
·
Diario de
Cuba, con 220 mil usd.
·
CubaNet
News, Inc., con 225 mil usd.
·
Apoyando
el periodismo independiente en Cuba, con 109,833 usd.
·
Instituto
Prensa y Sociedad, con 60 mil usd.
·
Apoyo a
sindicatos independientes, educación cívica y empresa libre en Cuba, con 230
mil usd.
·
Educar a
los activistas juveniles cubanos sobre la democracia y las habilidades de
liderazgo, con 99,993 usd.
·
Observatorio
Cubano de Derechos Humanos, con125 mil usd.
·
Promover
la participación ciudadana en la responsabilidad local, con 118,865 usd.
·
Promoviendo
Informes Comunitarios en Cuba, con 140 mil usd.
·
Promover
ideas democráticas y participación ciudadana, con 67,980 usd.
·
Promover
la libertad religiosa y construir puentes dentro de la sociedad civil, con
66,700 usd.
Con tanto dinero en juego los yanquis inventan
disidentes, líderes y matrices de opinión contra Cuba y el resto de países
latinoamericanos que tienen gobiernos que no son de su agrado, haciéndole creer
a aquellos que desconocen sus planes, que sus asalariados son “luchadores por
la libertad”, cuando realmente sus servidores solo cumplen las instrucciones al
pie de la letra, unido a las campañas desinformativas elaboradas por
especialistas de la CIA.
A otros con ese cuento de la “democracia y la
sociedad civil”, porque en verdad son terroristas que provocan muerte y
destrucción, como se observa en Venezuela y Nicaragua; pero en Cuba no podrán
repetir esa tenebrosa historia, porque su pueblo tiene preparación y
conocimientos de lo que hacen realmente los yanquis, y leen sus documentos
desclasificados, donde se plasma sin sonrojo la verdad.
No por gusto José Martí aseguró:
Los árboles se han de poner en fila, para que no
pase el gigante de las siete leguas.
Fuente: El Heraldo Cubano