Editorial 12 de julio de
Revolución o Muerte
Roberto
Carlos Palacios / Cátedra Che Guevara – Venezuela
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¿Seguimos
ideas, principios, valores o personas que los abandonan? ¿Chávez aró en el mar
o seremos dignos depositarios de su legado?
El deterioro
sigue su curso incólume, es tan evidente que desde la elegancia o el desespero
ya hay voces nacionales que lo gritan, desde la consecuencia de Luis Brito
García, pasando por José Vicente Rangel, Eleazar Díaz Rangel, Earle Herrera,
Roberto Malaver, hasta las dignas posiciones de Julio Escalona, lo cierto es
que pocos argumentos tienen ya los que tratan de contener la realidad, los que
acuden a las agresiones externas, “al enemigo externo” que era el mismo
argumento de Bush Jr. en su momento para justificar el bombardeo de todos “los
oscuros rincones del mundo” que atacó. A los negadores de la realidad les
recomendaríamos una buena terapia con profesionales de la psicología de
excelente calidad humana y alto grado de especialización que todavía
abnegadamente se encuentran en el país, pero comprendemos que actúan con
arreglo a sus intereses, y al convertirse en personificación del capital, no
hay Freud o Jung que valga.
Lo cierto es
que la crisis es asumida por la dirigencia como si el compromiso de los
chavistas, de los revolucionarios, civiles y militares es con ellos y no con la
Revolución Bolivariana y el legado fundamental de su fundador, el Comandante
Hugo Chávez, la esencia de ese legado es el Socialismo.
Para quienes
dirigen el Estado y el Gobierno el Socialismo se convirtió en un adorno de las
6 líneas del nuevo comienzo, al cual ahora hipócritamente le agregaron una
séptima línea “amortiguadora de la realidad” referida a los servicios públicos,
algún asesor les habrá dicho que hay que generar la sensación de que se
preocupan por algo, por aquello de la mujer del César. Así, vemos como en la
capital se destruyen de nuevo las aceras, para hacer nuevas. La vicepresidenta
fue a la hidrológica que surte del vital líquido a la capital y descubrió que
allí luchan contra la ley de la gravedad para llevar el agua a Caracas.
Los anuncios
del plan 50 serían sólo 15 pero no el sábado 07 de julio pasado como había
dicho el viajero Presidente de la República que visitó a su nuevo mejor amigo
turco. Y mientras se acuerdan de acordar los precios, estos no esperan a
nadie, y siguen subiendo.
En el
gobierno, los dirigentes, no conocen la palabra austeridad, la elocuencia del
ejemplo no los preocupa, creen que todo es asunto de dinero, que aumentando los
bonos a la población y los salarios a los militares unos y otros seguirán
inermes la marcha del abandono del Socialismo. Se equivocan, Chávez no aró en
el mar, la conciencia que sembró y que se revuelve entre la disciplina y la
realidad busca los caminos para expresarse.
Los
revolucionarios, los chavistas, los preocupados por esta situación no podemos
seguir siendo presa del pragmatismo que nos imponen, sobre esto reflexionaba el
Che Guevara con los trabajadores del Ministerio de Industria que dirigía en una
reunión bimestral, esto les decía:
“Hay
una cuestión que tenemos que entender, nosotros no podemos ser hijos de la
práctica absoluta, hay una teoría. Que nosotros tengamos algunas fallas,
algunos motivos de discusión de algunos de los aspectos de la teoría, bueno,
pues perfecto, para poder hacer eso hay que conocer aunque sea un poquito de
teoría. Ahora, inventar la teoría totalmente a base de la acción, solamente
eso, es un disparate, con eso no se llega a nada… Pero hay cierta pereza mental
para entrarle en el fondo al problema y para saber qué es lo que estamos
haciendo y tratar de encontrarle el por qué. Hay excesiva disciplina en seguir
la línea y falta de una disciplina consciente de buscar los por qué, hay que
estudiar todos esos asuntos de la construcción del socialismo, de los problemas
que plantea la construcción del socialismo, los problemas de la construcción
del hombre hay que estudiarlos.”
Nosotros
debemos reflexionar y estudiar por qué se abandonó el Socialismo, qué intereses
se ocultan detrás de la insistencia en acordar todo con los empresarios
privados de espaldas al pueblo y sus necesidades vitales, por qué la industria
petrolera es desprestigiada y negociado su potencial con transnacionales. Es
necesario dilucidar el mapa ideológico de la revolución, definir con claridad
las posiciones y proyectos en pugna.
El pueblo
humilde tiene la posibilidad y la urgencia de organizarse, no para repartir las
migajas que caigan de la mesa, sino para edificar la sociedad socialista. Esa
sociedad comenzamos a construirla con Chávez, asumíamos tareas sociales que
estimulaban la conciencia social para la construcción concreta, no era construir
conciencia con riquezas sino crear riqueza a partir de la conciencia, riqueza
espiritual y material para todos.
Esa
construcción hay que retomarla desde una poderosa organización nacional del
pueblo, hay que persistir, desde cada sector, parroquia, municipio y estado del
país, buscar los consejos comunales y fortalecerlos, establecer un cronograma
de conformación de la estructura de voceros hasta llegar al nivel nacional. Esa
estructura nacional convocará el Congreso Nacional de la Confederación del
Poder Popular para discutir sus estatutos y programa. Ese será el inicio de la
rectificación del rumbo, hemos comenzado a transitar ese camino, siguen
sumándose compañeros.
El
Socialismo, el legado del Comandante, no se perderá en nuestras manos.
Es
el Socialismo o la Nada.