Roberto
Carlos Palacios / Cátedra Che Guevara – Venezuela
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¿Por qué no funciona el plan
50? ¿Qué es respetar al pueblo en estas circunstancias complejas?
El día viernes 06 de julio el
Presidente Maduro declaraba:
“Mañana compartirá con ustedes en rueda de
prensa el vicepresidente de economía sobre los precios acordados de los
principales rubros del país, muy importante, en la aplicación de la ley de
precios acordados aprobados por la asamblea nacional constituyente en tiempos
en que nuestra compañera, doctora Delcy Rodríguez era presidente del poder
constituyente del país. La ley de precios acordados, tres semanas intensas e
conversaciones para que prevalezca la ley, he ir buscando un punto de
estabilidad, de regularización de la economía productiva, de regularización de
las cadenas de distribución y comercialización, y sobre todo de respeto al
pueblo. Saben ustedes que la revolución bolivariana como en ningún lugar del
mundo protegemos a la familia, protegemos al trabajador, protegemos el trabajo,
protegemos el ingreso de los trabajadores, protegemos con el carnet de la
patria. Hoy estamos llegando a 6 millones de familias protegidas a través del
carnet de la patria y de la gran misión hogares de la patria. Es un sistema que
tiene que ir acoplándose, compañeros, compañeras que me escuchan, un sistema de
distribución justa de la riqueza, un sistema de protección social integral”.
Luego, el sábado 07 de julio
escuetamente se informó por parte del vicepresidente económico que no habría
anuncios, fue suspendida la rueda de prensa que el Presidente de la República
había anunciado.
Son los signos de los
tiempos, lo que caracteriza al gobierno, dice una cosa y hace otra. Se parte de
premisas equivocadas, del reconocimiento del enemigo no como enemigo, sino como
parte de una solución que no existe, y ante cada intento, fallido siempre,
quien padece es el pueblo.
En las actuales
circunstancias las palabras deben subordinarse a los actos, el respeto al
pueblo significa anteponer las necesidades de la gente humilde a los intereses
de empresarios, comerciantes, banqueros y el resto de tracaleros que todo el
mundo sabe que existe.
El plan 50 sigue sin
funcionar, el anuncio de este sábado iba a ser de sólo 15 rubros, ni el plan 15
funcionó. Por otro lado, los voceros de fedecamaras y consecomercio ya nos
avisan lo que pasará si se anuncian los precios acordados, esto dicen:
“El Consejo Nacional del Comercio y los
Servicios (Consecomercio), rechaza esta medida debido a que en el país los
precios suben en cuestión de horas debido a la hiperinflación…”
“…El primer vicepresidente de la principal
patronal venezolana, Fedecámaras, Ricardo Cussano, que también expresó su
rechazo a la idea de fijar los precios ya que con eso “no se va a solucionar la
escasez (de productos) ni muchísimo menos la hiperinflación”.
De acordarse algún precio,
esos rubros desaparecerán, no hay que ser adivino para saberlo, es lo que
anuncia fedecamaras y lo que harán.
Es lamentable pero la
realidad es que el gobierno no enfrentará a la oligarquía, al contrario, quiere
establecer una nueva. Por eso desmontaron el sistema de distribución de Chávez,
los locales de PDVAL ahora son tiendas CLAP, que como denunció el PCV son
tiendas privadas, de particulares, donde se vende a los mismos precios del
mercado, los precios acordados son esos, los que no podemos pagar, por eso no
los pueden anunciar.
Las cajas CLAP son importadas
con divisas que el Estado otorga sin controles, los importadores de esas cajas
no van a las subastas DICOM, ni tampoco compran dólares en el mercado negro, el
costo de la caja delata el negocio, pero nadie dice nada.
El esquema del gobierno es
asumir el control social de la población con bonos, cajas y aumentos
salariales, mientras por otro lado estimula los negocios privados de todo tipo,
con todo aquél que se quiera sumar a la piñata, nacional y extranjero. Ese
control social es lo que llaman sistema de protección, una protección en la que
por ejemplo los salarios no representan ni el 1% de los costos para los
capitalistas.
La solución a todo esto está
en el cambio radical de la ideología reformista que dirige, que incluye al gobierno,
pero también a todos los que proponen seguir retrocediendo ante una situación
que intencionalmente se indujo.
Ese cambio de ideología pasa
por cortar el flujo de divisas a los privados, y esos privados son los sectores
corporativos tradicionales pero también los importadores amigos del poder. Si
ese flujo se corta es posible planificar el uso de las divisas de otra manera,
es posible organizar el comercio exterior, existen los profesionales y
herramientas para automatizar los procesos evitando la corrupción, también
existen miles, millones de compatriotas que desde una organización nacional del
poder popular pudieran ejercer el control necesario al destino de las divisas.
De todo lo anterior, parte la
necesidad de organizarnos, hay atisbos tímidos todavía, hay que seguir
avanzando, aclarando el rumbo ideológico y la práctica coherente con ese rumbo.
Es Socialismo o la nada.
Fuente: http://revolucionomuerte.info/2018/07/08/editorial-los-anuncios-del-plan-50/
http://revolucionomuerte.info/2018/07/08/editorial-los-anuncios-del-plan-50/