Por Geraldina Colotti
Predican paz y siembran
muerte, hablan de diálogo mientras levantan muros. De nuevo la Unión Europea
esconde su arrogancia neocolonial detrás de una retórica – aquella del “diálogo
entre las partes” – que rechina con las decisiones adoptadas: nuevas sanciones
contra 11 representantes y funcionarios del gobierno bolivariano de Venezuela.
Los 28 estados miembros de la Unión Europea las han aprobado por unanimidad,
suscribiendo intenciones opuestas a aquellas de las que quisieran hacer
propaganda. De qué diálogo se puede hablar, si se silencia a quien representa a
la mayoría del pueblo venezolano? De qué “legalidad” se puede hablar si se
confían de un grupo de timadores de la oposición venezolana que huyen de la
justicia, que tienen como única preocupación repartirse el botín?
Se está
imponiendo a Venezuela el mismo bloqueo económico-financiero, todavía vigente,
contra Cuba. A pedirlo, en los Estados Unidos como en Europa, son las mismas
caras impresentables, los mismos intereses oligárquicos, bajo viejas o nuevas
banderas. Medidas que no han doblegado la resistencia de la Isla, como ha
debido reconocer gran parte del bloque imperialista. También por esto, ahora se
trata de disfrazar las sanciones a Venezuela bajo la forma de medidas “ad
personam”: como si las personas electas por el pueblo venezolano no debieran
cumplir funciones públicas, que en este modo no podrían ejercer más.
Si se quisiera
verdaderamente el diálogo, si se quisiera verdaderamente escuchar a todas las
posiciones por qué se ha impedido que la Presidenta del Consejo Nacional
Electoral, Tibisay Lucena, viniera a Europa a explicar cómo funciona el sistema
electoral en Venezuela? Por qué la única voz que se escucha en Italia debe ser
aquella de la oposición golpista venezolana? Por qué, con estas nuevas
sanciones, se impide que venga a Europa la Vicepresidenta Delcy Rodríguez? Como
Ministra de Relaciones Exteriores, Delcy – hija de un revolucionario asesinado
bajo tortura en los años de la IV República – ha tenido el valor de desafiar al
garrote de la policía macrista en Argentina para defender el derecho de su país
en el Mercosur. Y ha defendido a su país con argumentos incuestionables frente
a los “perritos falderos” asalariados de Almagro y de los Estados Unidos dentro
de la OEA.
En las palabras
hipócritas de los representantes de la Unión Europea surge el miedo secular de
las clases dominantes cuando los pueblos alzan la cabeza, desmintiendo la
mentira de la sociedad dividida en clases. La falsa unanimidad de este voto
también por parte de países progresistas como Portugal y Grecia, muestra del
poder de chantaje ejercido por los estados mas fuertes y sus banqueros, la
asimetría que regula la llamada “comunidad europea”.
Cuba,
Venezuela, Bolivia y también Nicaragua, han tratado de rediseñar la arquitectura
de una nueva integración latinoamericana: un peligroso ejemplo que deben
destruír con todos los medios, derribando los términos de nuevas relaciones
sur-sur. Lo que está sucediendo en Nicaragua se puede leer en este contexto. El
cuchillo de carnicero del Nicaraguan Investment Conditionaliy, el Nica Act, ha
comenzado nuevamente a caer por mano de aquellos mismos congresistas de origen
cubana, Ileana Ros-Lethinen y Albio Sires, así como del Senador Marco Rubio,
apoyados por su argolla determinante dentro de la OEA, aquella de Luis Almagro
obsesionado por el socialismo bolivariano, impertérrito frente a fraudes y
masacres de gobiernos sumisos a los Estados Unidos. La trampa en la que caen
las “izquierdas” europeas débiles, víctimas de todos los vientos, es la misma
que ha llevado a apoyar las agresiones a Libia o a Siria, o las “revoluciones
de colores”: el apoyo a presuntos rebeldes en lucha contra la dictadura.
Una lástima que
similares “puritanos” capaces de dar lecciones de revolución quedándose detrás
de un teclado no tengan escrúpulos de aliarse a los Estados Unidos y con las
potencias imperialistas que les sostienen. Dónde están los “rebeldes de Libia”
que habrían debido liberar el país, dónde esta su cambio? De qué parte están
los “rebeldes sirios”? Cuáles objetivos golpean, qué armas usan y quién se las
suministra a los “pacíficos manifestantes” en Nicaragua? Cuáles objetivos
perseguían los “pacíficos manifestantes” en Venezuela, qué armas usaban y con
qué dinero compraban sus uniformes de guerra para gritar entre un avión y otro:
“tenemos hambre?”.
Por qué Trump,
que llega hasta a meter en jaulas a los niños para frenar el flujo de migrantes
en las fronteras, destina millones de dólares a los “prófugos venezolanos” en
la frontera? Por qué la Italia xenófoba de los Salvini sigue las mismas
huellas?
Predican paz y
siembran muerte, hablan de diálogo mientras levantan muros. Son hipócritas por
naturaleza: la naturaleza del capitalismo que esconde la explotación del
trabajo detrás de la aparente “lógica” del mercado. Quebrar el asedio a
Venezuela, luchar contra las sanciones de la Unión Europea significa rasgar el
velo de la hipocresía.
Traducción
Gabriela Pereira
Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/06/26/contra-venezuela-la-hipocresia-neocolonial-de-la-union-europea/