A
menos de un mes de las elecciones, la violencia política no cesa en México y la
lista de políticos asesinados durante la campaña llegó a 112.
La última víctima fue
Fernando Purón (PRI), exalcalde y candidato a diputado federal por el Distrito
1 del estado Coahuila, fronterizo con Estados Unidos. Murió baleado por la
espalda, luego de un debate con otros candidatos en el que reafirmó su voluntad
de lucha contra el crimen organizado.
Purón estaba en la ciudad de
Piedras Negras, que tiene frontera con el país vecino, y reivindicaba su lucha
contra el cártel narcotraficante Los Zetas durante el período en que fue
alcalde. “Nosotros le arrebatamos la ciudad a Los Zetas y se la devolvimos
pacificada a los ciudadanos”, dijo en el debate, poco tiempo antes de ser asesinado.
Le dispararon por la espalda mientras se tomaba una fotografía con una mujer.
Las 112 víctimas fatales se
contabilizan desde septiembre de 2017, cuando comenzó la campaña electoral e
incluyen a 42 candidatos y precandidatos y a otras 70 personas entre alcaldes,
exalcaldes, regidores, exregidores, síndicos, exsíndicos, dirigentes y
militantes políticos. Otros 89 candidatos y precandidatos recibieron amenazas o
intimidaciones.
Las agresiones se
concentraron en 263 municipios, poco más del 10% de todos los que hay en el
país. Los estados Guerrero, Oaxaca y Puebla son los más afectados y las
víctimas atraviesan a todos los partidos políticos.
Este 1 de julio están en
juego la presidencia nacional, las bancas para las dos cámaras del Congreso y
otros 18 mil cargos a nivel estadual y municipal.
Resumen Latinoamericano