Roberto Pineda
Cien años después del triunfo de la Gran Revolución Socialista de
Octubre en Rusia en 1917, el enfrentamiento entre imperios y resistencias, en
el ámbito del deporte universalizado del futbol, se traslada a la patria de
Lenin, a un país que realizó a fines del siglo pasado, la hasta entonces
impensable experiencia de regresar al capitalismo.
Y la huella de
Lenin en lo profundo del corazón del pueblo ruso será un elemento que no podrá
ser silenciado, en este evento mundial que inicia el próximo jueves 14 de junio
en Moscú y que convoca cada cuatro años a los principales equipos de fútbol y
se convierte en un enfrentamiento global en la cancha entre imperios y
resistencias.
El mundial
anterior fue en Brasil en 2014, y fue ganado por Alemania, que le ganó al
equipo de Argentina. El anterior en 2010 fue en Sudáfrica y ganado por España
que derrotó a Holanda. El próximo mundial será en Qatar en 2022. España,
Alemania: los imperios mantienen su hegemonía futbolística.
En este XXI
mundial de futbol 2018 participan 32 países: 11 potencias imperiales y 21
resistencias. Rusia ha pasado a ser de potencia del socialismo a potencia
imperial capitalista. El gobierno de Putin es un gobierno nacionalista de
derecha. Pero a la vez adversario global del actual país hegemónico imperial,
los Estados Unidos, primera potencia militar y todavía primera potencia también
económica, pero en cerrada disputa con la República Popular China en este ámbito.
El gobierno de Xi
Jinping es un gobierno nacionalista de izquierda, candidato a convertirse en la
primera potencia económica del planeta. Pero tanto los Estados Unidos como
China no participan en este enfrentamiento deportivo. Por su parte, Rusia es sede
y a la vez participante y forma parte de una alianza comercial global
alternativa, conocida como BRICS, junto con Brasil, China, India y África del
Sur. Además, mantiene muy buenas relaciones con Irán.
Otros eximperios
coloniales y sus equipos participantes son Bélgica, Alemania, Inglaterra,
España, Suecia, Dinamarca, Francia, Portugal, Australia y Japón.
Y también están
presentes los equipos latinoamericanos. Desde el Sur participan Brasil,
Argentina, Uruguay, Perú y Colombia. De nuestra área participan México, Costa
Rica y Panamá. Por el Asia Irán, Corea del Sur y Arabia Saudita. Por África,
Egipto, Marruecos, Túnez, Senegal y Nigeria. Y otros equipos europeos son los
de Polonia, Islandia, Suiza, Croacia y Serbia.
El primer
enfrentamiento será entre los equipos de Rusia (puesto 13 en el ranking de la
FIFA) y de Arabia Saudita (puesto 59). Arabia Saudita es una monarquía
conservadora, y uno de los principales aliados árabes de los Estados Unidos en
el Medio Oriente. El 5 de junio del 2017, Arabia Saudita junto con Egipto y los
Emiratos Árabes Unidos anunciaron un boicot económico y diplomático contra
Qatar, país sede del próximo mundial de futbol en 2022. Ambas monarquías son
aliadas de los Estados Unidos. El nudo del conflicto son las relaciones con
Irán.
Qatar e Irán
comparten la propiedad del yacimiento de gas natural South Pars-North Dome, el
campo de gas natural más grande del mundo, brinda apoyo al grupo palestino
Hamas, patrocina la cadena de televisión por satélite Al Jazeera, pero a la vez
Qatar alberga la base militar estadounidense más grande en el Medio Oriente,
la Base Aérea Al Udeid.
A partir de este
14 inicia este enfrentamiento global entre imperios y resistencias.
San Salvador, 11
de junio de 2018
Servicio Informativo Ecuménico y Popular