Por: Alfredo Jalife
El muy crítico portal Project Censored –con sede en
la Universidad estatal de Sonoma, uno de los 23 campus del sistema público
universitario de California– comenta que el Banco Mundial (BM) adoptó una
política de privatización del agua con un precio de pleno costo, cuando el
“consumo global del líquido se duplica cada 20 años, más de dos veces la tasa
del crecimiento de la población humana (http://goo.gl/Ny0TrV)”.
Según la
ONU, más de mil millones de personas carecen ya de acceso al agua potable
fresca.
En caso
de persistir estas tendencias, en 2025 la demanda del agua fresca
aumentaría 56 por ciento (¡supersic!) que la presente cantidad asequible.
Las
megatrasnacionales estadunidenses, como Monsanto y Bechtel (la mayor
constructora de EU), intentan monopolizar el abasto de agua en el mundo,
por lo que buscan el control de los sistemas mundiales de agua y su abasto.
Project
Censored refiere que una de las grandes batallas por la privatización global
del líquido se escenificó en Bolivia, donde fracasó hasta ahora debido a la
revuelta ciudadana que impidió el cobro por la captura de lluvia (¡supersic!).
El investigador Jo-Shing Yang revela la identidad
de los megabancos de Wall Street y la City/Londres que han iniciado el asalto
de los países en el planeta entero para privatizar el recurso: Goldman Sachs,
JP Morgan Chase, Citigroup/Banamex, UBS, Deutsche Bank, Credit Suisse, Macquarie
Bank, Barclays Bank, Blackstone Group, Allianz y HSBC (http://goo.gl/wY77xp).
Tales
megabancos están consagrados a la especulación de los derivados financieristas
que equivalen a un mínimo de 20 veces el PIB global.
Valen algunas precisiones a la excelente
investigación de Jo-Shing Yang: Blackstone está ligado genealógicamente a BlackRock,
que dirige el israelí-estadunidense Larry Fink (http://goo.gl/QC5VLg).
Se recuerda que el organigrama de la triada
financierista Blackstone/BlackRock/Evercore Partnership (Protego) se despachó
con la cuchara grande de la privatización exógena del petróleo del cada vez más
fallido “México neoliberal itamita (http://goo.gl/WlOYm7)”,
a costa de la extinción gradual de Pemex (http://goo.gl/qlHkmw).
Los megabancos israelí-anglosajones consideran el
agua una “materia prima crítica (critical commodity)”, mucho más
importante que el petróleo.
Ya en 2008 la polémica Goldman Sachs –con
crapulosos fraudes a cuestas en todo el planeta– calificó el agua como el
petróleo del próximo siglo y uno de los “cinco grandes riesgos globales (http://goo.gl/D39cB8)”.
Goldman
Sachs explota las carencias del género humano para sacar enormes ganancias, por
lo que lleva(ba) colectados más de 10 mil millones de dólares para inversiones
en infraestructura que incluyen al agua y cuyo super negocio ascendía hace
siete años a estratosféricos 425 mil millones de dólares.
Junto a
Blackstone, Goldman Sachs ha incursionado en la adquisición de muchas empresas
consagradas al agua.
Para
Williem Buitler, principal economista de Citigroup/Banamex en 2011, el
agua es un activo de clase (¡supersic!) que será eventualmente la más
importante materia prima física (sic) que empequeñecerá al petróleo, cobre, las
materias primas agrícolas y los metales preciosos. ¡Súper uf!
En la conferencia Inversiones del agua, de
2008, Citigroup/Banamex identificó las 10 principales tendencias del sector
hidráulico: 1) sistemas de desalinización, 2) tecnologías de reutilización, 3)
instalaciones/producción, 4) membranas de filtración, 5) desinfección
ultravioleta, 6) tecnologías de tratamiento de agua de lastre, 7) ósmosis para
la desalinización, 8) tecnologías de eficiencia, 9) sistemas de tratamiento punto
de uso y 10) competidores chinos (sic).
Se
desprende que cada una de las 10 tendencias representa un rubro multimillonario
de lucro pantagruélico.
A mi
juicio, EU libra(rá) una guerra del agua contra China –mediante su privatización
tangencial– cuando Pekín enfrenta una grave carestía con 20 por ciento de la
humanidad y el control de sólo 7 por ciento del abasto global de agua, además
de una clase media demandante de agua embotellada.
Para Citigroup/Banamex, el letal fracking (fractura
hidráulica) constituye una oportunidad lucrativa (sic), ya que genera
demanda masiva de agua y sus servicios. La desgracia de la humanidad es la
felicidad financierista para Citigroup/Banamex, que admite que “80 por ciento
del agua del fracking no (¡supersic!) puede ser reutilizada ya
que es de tres a 10 veces más salada que el agua de mar”.
The New York Times expone a las entidades
financieristas que han colectado 250 mil millones de dólares para inversiones
en infraestructura, primordialmente en agua (http://goo.gl/N8JqqG):
Goldman Sachs, Morgan Stanley (que fichó al ex director de Pemex:
Jesús Reyes-Heroles González Garza, http://goo.gl/JUN5AX),
Credit Suisse, KKR y el Grupo Carlyle (vinculado al nepotismo dinástico de los
Bush y a su empleado local Luis Téllez Kuenzler).
New Scientist revela la identidad (http://goo.gl/p06ycx)
de la plutocracia bancaria (uno por ciento) que controla al mundo (99 por
ciento) y que, coincidentemente, se encuentra detrás de la privatización global
del agua.
Russia Today devela las cuatro entidades financieristas
condensadas que controlan a los megabancos privados que dominan a su vez a la
Reserva Federal: BlackRock, State Street, Vanguard Corp. y FMR/Fidelity (http://goo.gl/UjlfE3).
Existen señalamientos polémicos de que los
banqueros esclavistas Rothschild controlan a estas cuatro entidades
financieristas cupulares –BlackRock, State Street, Vanguard Corp. y
FMR/Fidelity– que dominan a su vez a las principales 500 empresas globales
de Fortune(http://goo.gl/uF7142).
El término agua es muy amplio para los
financieristas de la banca israelí-anglosajona de Wall Street/la City, ya que
incorpora los derechos acuíferos –el derecho a extraer mantos
freáticos y ríos–, terrenos con agua en la superficie o subterráneos –lagos y
estanques–, proyectos de desalinización, purificación de agua y tecnologías de
tratamiento, irrigación, fracking, mantenimiento y construcción –acueductos,
agua embotellada–, etcétera.
En mi reciente participación en el Congreso
mexicano, durante el foro El campo en México, la reforma pendiente,
alerté a los legisladores sobre los alcances geoestratégicos/regionales/locales
de la privatización del agua y su amenaza a la seguridad nacional y a la
inhumana dislocación de 30 millones de miserables campesinos locales (https://goo.gl/2ygZMD).
A propósito, el portal texano-israelí Stratfor
amenazó que “México se quedará sin agua si no la privatiza (http://goo.gl/z3fMKQ)”.
En mi conferencia en Ciudad Neza advertí
sobre el impacto a los asentamientos irregulares y a la propiedad catastral (https://goo.gl/VrM3ea)
por la perniciosa ley Korenfeld, que favorece los intereses de
la empresa estatal (sic) Mekorot de Israel mediante sobornos al equipo íntimo
del premier Netanyahu (http://goo.gl/DpgNlF).
Ante la
depredación financierista de Wall Street y la City, hoy la última batalla, que
libran los humanistas que quedan en nombre del último reducto de la democracia
en vías de extinción, es el agua: principal botín plutocrático del siglo XXI.
(Tomado del blog de Alfredo Jalife: http://alfredojalife.com)