Juan Martorano
He expresado y tratado de contextualizar el actual momento
político que vive el país. Sin duda es un momento complejo, duro y difícil,
producto de las presiones y labor de lobby tendiente a buscar el aislamiento
internacional del país. No obstante, somos gobierno y estamos obligados, en la
medida de lo posible, a gestionar la crisis y solventar los problemas, sobre
todo de los sectores más vulnerables de la población.
El pueblo dio un
mandato el pasado 20 de mayo. Le otorgó una vez más un voto de confianza a
Nicolás Maduro para regir, por seis años más, los destinos de nuestra Patria.
Ahora, es obligación de éste, y de sus colaboradores y colaboradoras más
cercanos y cercanas, cumplir el mandato popular.
Y es ahí donde
quiero enfocarme en las próximas líneas, en lo que algunos llaman la gestión en
tiempos de presión.
Se ha podido observar como
hemos visto al Gobierno en ocasiones como paralizado en la toma de decisiones.
Éstas sin duda nada fáciles y con diversos impactos, pero peor es quedarse
inmovilizado. No obstante, hay medidas que en algún momento de la coyuntura,
estás obligado a adoptarlas, y de situaciones complejas que sin duda hay que
abordar. Lo hacen las empresas y emprendedores, y debería hacerlo el Estado.
Es como ese
momento que generalmente vemos en las películas de acción, cuando estás
obligado a desactivar una bomba, y no te queda más remedio que decidir si se
corta el cable negro, el azul o el rojo.
En estos
momentos, la bomba social toca desactivarla. Afortunadamente, la conciencia
sembrada durante años por Hugo Chávez ha dado sus frutos y en seis años de su
partida física, pese a los momentos coyunturales difíciles que nos ha tocado
afrontar, la situación no ha logrado desbordarse.
Pero a la hora de
tomar decisiones de alta política y alto riesgo, debe ponderarse un conjunto de
causas. Algunas pueden ser de origen interno, otras de origen externo, pero,
procedan de donde sea, cualquier momento de presión por el que debamos pasar
requiere de decisiones audaces, y adoptadas de manera oportuna y de gestionar
esas crisis y verlas como oportunidades.
Entre los motivos
que tienen su origen en el interior, tiene que ver con factores reales de
poder, el desplegar de acciones de los diferentes actores políticos y
estructuras del Estado y la Administración Pública, de figuras clave en
determinadas coyunturas, de la fuerte campaña de manipulación, desmoralización
de la población a fin de establecer una supuesta percepción de incapacidad del
gobierno de Nicolás Maduro para gestionar esta situación y procesar las
demandas sociales.
Entre las causas
externas, tiene que ver por ejemplo con la correlación de fuerzas de diferentes
gobiernos, de pérdida o ganancia de aliados, el funcionamiento de ciertos y
determinados órganos a nivel internacional, y eso son elementos que inciden en
las presiones y en las tomas de decisiones.
Sin embargo, de
todas las circunstancias vulnerables se pueden determinar tres tipos: Las
crisis estructurales del capitalismo mundial, los cambios de correlación de
fuerzas y las tensiones. Para solventarlas, tan arriesgado puede ser dilatar la
toma de decisiones como adoptarlas de manera precipitada o cargadas de mucha
emocionalidad. Lo mejor en estos momentos es la empatía y la templanza. De este
modo, se disipan las incertidumbres y se incentiva la confianza.
Partiendo de esta
categorización, podrían arbitrarse fórmulas para prevenir las situaciones
adversas. De ahí que en el caso de las causas externas, lo mejor es continuar
impulsando un mundo multicéntrico y multipolar, además de la búsqueda de
aliados distintos a los habituales, además de la diversificación de los bloques
de integración como mecanismos de disuasión y protección. Igualmente hay que
estar atentos a la evolución de las coyunturas y dinámicas geopolíticas, ser
prudentes con los convenios comerciales entre otras.
En cuanto a la
garantía de la gobernabilidad y la gobernanza a nivel interno, la estrategia de
diálogo y pacificación es acertada, además de la planificación y prever lo que
pueda suceder. Es decir, que lo urgente no sustituya a lo importante.
Asimismo es
importante tomar en cuenta que pueden surgir tensiones por la adopción de
decisiones erróneas, o de la falta de seguimiento y evaluación de las
decisiones adoptadas. Es importante en esta nueva etapa de la Revolución
entender esto al pie de la letra.
No obstante,
parecería ingenuo pensar que nos podemos anticipar a todas las situaciones de
riesgo y momentos de presión. Lo que parece no variar es el método a aplicar,
indistintamente de cuál sea la causa desencadenante de la presión. Aitziber
Rivas Atroche, consultora de Equipo Humano, resume
en 8 pasos el mejor método para la toma de decisiones:
1.- Definición y diagnóstico del problema, que te
permitirá no sólo reconocer los síntomas del problema sino también las causas.
2.-Establecimiento de objetivos conforme a lo que se
conoce como objetivos smart (específico, medible, realizable,
realista y limitado en el tiempo).
3.- Búsqueda de soluciones alternativas haciendo acopio de
experiencias pasadas, de casos similares, factores de sesgo que pueden limitarnos…
4.- Comparación y evaluación de las soluciones
alternativas.
5.- Elección entre las soluciones que se han planteado.
6.- Instrumentación de la solución elegida.
7.- Seguimiento y control, observando los cambios que se generan y
observando cómo afectan a otras variables de la compañía.
8.- Modificación de parámetros. Una vez que has elegido la
alternativa óptima, te obligará a planificar otras actividades.
En cuanto a la
persona sobre la que debe recaer el peso de la toma de decisiones en momentos
de presión, apunta Rivas Arteche que algunas serán de tipo individual, conforme
a los conocimientos inherentes a un cargo, pero que dependiendo de la causa del
problema y del tipo de decisión, las que buscan sinergias dentro de la
organización, y en este caso las de alta política del Estado, son las más
enriquecedoras y las que mejor funcionan.
Es decir, aplicar
la máxima chavista: “A problemas individuales, soluciones colectivas”.
Juan Martorano
Abogado, activista por los Derechos Humanos, militante
revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas
@juanmartorano