Ponencia presentada en la Mesa Debate Trinchera Abierta, en su edición
del mes de octubre. Realizada en MEPLA, La Habana, Cuba.
Miguel Alejandro Hayes Martínez
Rebelión
Cuando decidimos que el tema de este encuentro sería Mitos del marxismo,
confieso que no me decidía por ninguno en particular. No sabía si hablar de la
producción, de la propiedad, de las contradicciones, del socialismo, del
comunismo, de la alienación, del valor.
Luego, conversando con par de amigos, se me encendió la luz y se me
ocurrió, el que podía ser el mayor mito del marxismo, y quitarle ese contenido
místico la dialéctica.
La dialéctica es en boca de todos, la lógica del marxismo, de El
Capital, por tanto, su comprensión, define la comprensión del marxismo, de El
Capital. Por eso, escogí, con toda la intención el tema de mi ponencia de hoy:
la dialéctica. De ahí, la pregunta que uso como pie forzado, y que es esa
interrogante que se formula normalmente en la mente de quien piense en ella:
¿Qué es la dialéctica?
Tendría entonces que hacer la primera aclaración. Esa es una pregunta
dialécticamente incorrecta. El asombro, y el desconocer el por qué lo es, es
una señal. Indican que parte de lo que expresaré a continuación, puede que
sirva a la reflexión, y a conocer una cuestión fundamental de la
dialéctica.
Primero revisemos qué se nos dice normalmente sobre la dialéctica. Entre
las cosas que primero uno puede encontrarse están los famosos manuales
soviéticos. Yo leí mucho de eso, todavía los tengo y de vez en cuando consulto
alguna cuestión para ejercitar el ejercicio crítico. En esos libros, uno puede
leer y leer, y no entender qué es la dialéctica. Se queda una idea, pero no
queda claro. Se habla de la contradicción, del mundo en movimiento, en
constante cambio. Pero –al menos yo-, me quedé siempre en espera de saber más
que eso. La teoría del marxismo, no me perecía que podía aportar solo el hecho
de que existen contradicciones y de que el mundo está en movimiento, la
dialéctica tiene que ser más, pensaba. En fin, que aquellos textos no pasaban
de autoproclamarse dialécticos, y la dialéctica en ellos, es un método bastante
oscuro, como una especie de práctica oculta entre líneas que nunca terminan por
explicar.
Otro de las que más me llama la atención, es esa interpretación que se
puede ver en algunos textos de historia de la filosofía sobre la dialéctica en
los cuales, se tergiversan categorías como tesis, antítesis y síntesis, para
explotar desmedidamente la idea, naturaleza y espíritu, que si me permiten
afirmar, por si solo no es más que una nebulosa que lo enreda todo y no dice
mucho, El uso solo de esas ideas que menciono dista mucho de ser o de entender
la dialéctica, y se pierde en una suerte de metafísica y metalenguaje hecha a
raíz de las categorías que la dialéctica hereda de la metafísica.
Uno puede seguir buscando, y encontrará dialéctica –la palabra- por
cualquier parte. Así, se puede ver en textos estructuralistas, en Engels en su
famoso y tan citado Anti-Dühring, en Proudhon, en Lukács, e incluso en Karl
Popper. En cada uno de ellos, y en centenar de pensadores que no me caben para
citar, se puede ver como cada uno tiene sin dudas, una concepción de lo que es
la dialéctica –diferentes entre sí o no- y la defienden. Suelen ser de lo dicho
por estos pensadores, de los que vienen las ideas de dialéctica que la mayoría
de las personas poseen. Sin embargo, para no dedicar ocasión a exponer las
falencias de cada de las concepciones mencionadas, prefiero exponer sobre la
dialéctica.
Lo primero, es, que de la misma manera que la matemática es una lógica,
-incluso algunos creen que es La Lógica-, la dialéctica es otra lógica. Que
adelanto que no tiene nada que ver con la matemática. Así que lo primero que
puede servir a quien quiera identificar la dialéctica en acción, y es que si le
encaja con un razonamiento cotidiano, formal, no es dialéctica. Y de lo que
puede extraerse que como método- con todas sus particularidades- no es una
práctica esotérico, sino que puede ser expuesto, y aplicado en el ejercicio del
pensar.
Habría que destacar también que la dialéctica, la dialéctica moderna,
que es la que nos ocupa, es la dialéctica de Hegel. Fue la misma que uso Marx
en su Capital a decir del propio Engels cuando afirmó que no hay nada más
parecido a la concepción de mercancía de Marx, que la doctrina de la esencia de
Hegel. Y el propio Marx, afirmó en una carta, que su Capital era un homenaje,
porque usaba a Hegel.
Hay también bibliografía pasiva sobre la dialéctica, esta mí querido
Lefebvre, Garaudy, e incluso el propio Iliénkov. Han sido de los hombres que
más avanzaron sobre ella, los dos franceses, y el soviético, a mi entender solo
dan un primer acercamiento, mucho más nítido de lo que pueden ser los manuales,
claro. De Iliénkov, confieso que solo he visto algunos ensayos sobre la dialéctica,
que ciertamente como esbozos, panorámicas están muy bien. Tengo la deuda de
profundizar en este pensador.
Sin embargo, una exposición de la explicación como método, solo se le
puede apreciar en Hegel y el genio que lo entendió, en vez de dedicarse a
explicar –aclarar la dialéctica- se dedicó a aplicarla en un libro El Capital,
y dijo que iba a escribir un libro sobre el materialismo dialéctico, y bueno,
ya sabemos que no se escribió.
Entonces, comprender la dialéctica como método, es o por un lado
comprender su edificio conceptual hecho (El Capital), o enfrentar La ciencia de
la Lógica de Hegel. Lo cual no quiere decir que no existan otros textos donde
se aplique ese método.
Como explicar qué es la dialéctica, tomo un libro de dos tomos que hace
como 800 páginas en total –o más-, y aplicarlo un tomo de más de mil, expondré
aquí las cuestiones básicas de la dialéctica como método, al menos, para que no
se pase más gato por liebre, en todos aquellos dicen ser pensadores dialécticos
y no lo son.
La dialéctica, en boca de su principal defensor: “llamamos dialéctica al
superior movimiento racional, en el cual tales términos (el ser y la nada), que
parecen absolutamente separados, traspasan uno al otro por sí mismos, por medio
de lo que ellos son…”
¿Qué son el ser y la nada? …el ser y la nada no son lo uno y lo mismo.
No son identidades, sino relaciones, que constituyen una unidad. Esto, hay que
ilustrarlo a continuación.
La dialéctica se está enfrentando con un grave problema de la ciencia, y
que nos remite a los sofistas de la antigua Grecia, en especial a Sócrates, el
que no escribió nada: ¿Para qué estudiar el mundo si mientras lo hacemos está
cambiando?
Hasta entonces, la ciencia, la lógica, lo que hacía- y lo sigue
haciendo-, es dividir lo que se estudia en partes, y ver cómo acomodar estar.
La experiencia suele mostrar, como esa separación por partes conduce a
estancarse.
El vivo ejemplo es la separación que se realiza al pensar la estructura
de la oración, dividida clásicamente en un sujeto, y un predicado. Con ello,
queda dividido el ser (el sujeto), de sus determinaciones (su predicado). Este
mismo aislamiento, es el que critica la dialéctica, que es el que hace la
ontología, y es el que congela al objeto del pensamiento. Así, el sujeto,
inerte, sin movimiento, solo cobra sentido cuando se le agrega, suma la
determinación que le atribuye el predicado, con la mágica lógica de ´´esto
es´´. Pero con el esto es, aísla al objeto de pensamiento, y esto es un crimen
de lesa dialéctica, Por es la pregunta Qué es la dialéctica es dialécticamente
incorrecta, porque parte de un aislamiento que esta niega.
Ello lleva alguna aclaración sobre la dialéctica. Ello es, que el ser,
existe porque deviene, lo cual indica que se podrá solo entender en movimiento.
No digo que sea sencillo, pero si puede quedarse uno con algunas ideas.
Como mencioné, me apoyaré para dar respuesta a esta pregunta incorrecta
en esos dos fragmentos que ya señale. Ellos, sintetizan de qué va la
dialéctica.
Lo que quieren decir es algo muy sencillo, pero que el alemán
decimonónico dificulta su comprensión, y que más de uno ha distorsionado.
Ello quiere decir, que la dialéctica es esa forma de pensar, de
articular el pensamiento que intenta explicar el objeto de su pensamiento en
auto-movimiento, es decir, rompiendo con el paradigma de la mecánica clásica
donde A determina (explica) a B. Para evitar malos entendidos popperianos sobre
esa idea, pongo el ejemplo de El Capital, donde Marx, para poder explicar la
situación de la clase obrera, tuvo que plantearse un objeto de estudio mayor,
el modo capitalista de producir, y explicar a este, como sistema en
auto-movimiento.
Para que el objeto este en auto-movimiento, debe tener una dinámica
interna, una correlación de fuerzas que lo permita explicar. Es decir, un ser y
una nada. Traducido, en que dentro del objeto deben haber relaciones
contradictorias, y que evidentemente ellas son una unidad, no como dos cosas
unidas, sino como inseparables. Lo que significa la incapacidad de aislar las
relaciones contradictorias dentro de un sistema en auto-movimiento. Otro vivo
ejemplo es en El capital, las relaciones obrero-capitalistas, que Marx no las
toma como aisladas, no desde un lado o desde el otro, sino como una relación
que no se descompone, así las relaciones obreros, y capitalistas, no se pueden
explicar una sin la otra, ya que el desenvolvimiento de una, lleva implícito el
de la otra.
De seguro este no es el espacio para resumir lo que le costó años a
Hegel comprender, y menos, lo que Marx tardó mucho más en plasmar en su
Capital. Sin embargo, me gustaría que se quedaran al menos con algunas de estas
ideas básicas, que resumiré a continuación, con elementos ya mencionados en
esta breve ponencia, y con otros que agregaré para cerrar.
La dialéctica no es un metalenguaje, es una lógica como lo puede ser la
matemática. Por tanto su exposición y explicación, debe tener un orden y un
grado de legibilidad. Esto, en un proceso de aprendizaje, que toma tiempo, que no
es de un día para otro.
La dialéctica no se permite separar en elementos tan fácilmente, porque
con ello aísla lo que desea explicar, y eso obliga desaparecer el movimiento de
lo que se intenta explicar, para luego hacerlo por una fuerza externa.
La dialéctica, al delimitar un objeto de estudio, debe cuidarse de
delimitarlo bien, para que puede explicarlo como objeto en auto-movimiento,
evitando tener que usar factores externos para su explicación.
Las relaciones contradictorias del objeto, no deben separarse, sino
entenderse en interacción, tal como hace Marx en el capital, que no aísla al
obrero ni al capitalista.
Las contradicciones del objeto, entre las cuales existe una dialéctica,
deben brotar de este, y no ser impuestas desde una exterioridad, como pueden
ser supuestas dialécticas como proteccionismo-liberalismo, centralización-
descentralización, que no son contradicciones propiamente del capitalismo por
ejemplo, sino un reflejo de las relaciones contradictorias que verdaderamente están
ocurriendo en su interior (del capitalismo).
Espero con lo anterior, haber esclarecido un mínimo de cuestiones sobre
la dialéctica, y sobre todo, haber creado muchas interrogantes al respecto.
Espero también, que ello tribute a un bien mayor, que es despertar la
curiosidad por el estudio de esa preciosa ciencia que es la dialéctica.