Por Juan Manaure
Desde
los primeros días del año, estuvo circulando con mucha insistencia la
posibilidad de un nuevo aumento salarial, que equipararía los sueldos a medio
Petro, en este caso, del Petro fluctuante, ya que así como apareció (sin
mayores explicaciones) desapareció el “Petro fijo” -que sirvió para establecer
los salarios mínimos del país y el costo de algunos trámites del Estado.
Desde
Lucha de Clases exigimos un salario mínimo equivalente a la canasta básica, que
debería ser el criterio a aplicar para calcular sueldos suficientes para
satisfacer las necesidades de la clase trabajadora, y que además está
establecido en el artículo 91 de la
Constitución.
Pocos
días antes del último aumento salarial, la Central Bolivariana Socialista de
Trabajadores/as (CBST) “exigió” un salario mínimo equivalente a medio Petro.
Algunos lo tomaron como una señal que confirmaba los rumores, porque dicha
Central no suele pedir más allá de lo que sabe que el gobierno es capaz de
conceder.
Pues
el anuncio, vía Twiter, del pírrico aumento de 150.000 bolívares a 250.000 del
salario y de 150.000 a 200.000 bolívares el cesta ticket cayó como un balde de
agua fría para la clase trabajadora en general, con más énfasis en el sector
público en particular, que es el que suele cobrar el precario salario mínimo
legal.
Frente
a esta burla, la Central Bolivariana no se ha pronunciado en lo absoluto. Peor
aún, participó en el Foro “Antiimperialista” en la ciudad de Caracas, donde dio
algunas “lecciones” sobre cómo combatir el capitalismo, cuando aquí es incapaz
de pelear, no ya por el control obrero, la expropiación de las industrias y la
banca, sino por un aumento de salario, ni siquiera suficiente, sino por su
propia exigencia de medio petro de salario mínimo.
La
dirigencia de la CBST renunció a su independencia de clase y se conforma con
ser un apéndice del gobierno y una correa de trasmisión de sus órdenes. Es sin
duda un obstáculo para la clase trabajadora. Son básicamente esquiroles,
traidores a la clase y cómplices de la más terrible precarización y
pauperización que ha vivido la clase trabajadora venezolana en su historia.
Mientras
cada día trabajadores de diversos sectores y empresas reciben salarios
miserables y viven penosas condiciones laborales, esta dirigencia no hace nada
ahogando a la clase en una desmoralización y apatía generalizada.
Pero
la rueda de la historia no dejará de girar. Los que hoy disfrutan de prebendas
del gobierno por traicionar a la clase y obstaculizar las luchas serán barridos
por los trabajadores/as, que ya tarde o temprano comienzarán a retomar la
confianza en sus propias fuerzas, y que cada día serán más conscientes de que no
tienen nada que perder más que sus cadenas.
Pronto
los trabajadores del Banco de Venezuela, CANTV, Corpoelec, Fogade, de las
artes gráficas, de las industrias básicas, del sector público y privado
entrarán en movimiento y le pasarán por encima a los traidores y les echaran al
basurero de la historia donde pertenecen.
Y
nosotros, desde Lucha de Clases ya estamos y estaremos en esos espacios,
dispuestos a llevar hasta las últimas consecuencias cada batalla emprendida. Si
estás dispuesto a organizarte y luchar, no lo dudes. ¡Únete a Lucha de Clases!
Escríbenos a cmi.venezuela@gmail.com
¡Salario mínimo igual a canasta básica!