La
mayor investigación sobre abusos sexuales de menores por curas católicos en
Estados Unidos recolectó evidencia creíble contra más de 300 curas solo en el
estado de Pensilvania. Allí más de mil niños y adolescentes fueron abusados.
Los casos de pedofilia fueron
encubiertos por la Iglesia Católica de Pensilvania y algunos incluso por el
Vaticano. Por eso tras la divulgación del informe de 1.400 páginas, el fiscal
general de ese estado estadounidense acusó de “encubrimiento sistemático” a la
cúpula de la Iglesia Católica a nivel mundial.
Según la investigación, casi
todas las diócesis de Pensilvania registran antecedentes de agresiones sexuales
a menores. Sin embargo, debido al tiempo que pasó desde que se cometieron estos
crímenes, la mayoría ya prescribió y muchos de los abusadores ya fallecieron.
Lo más destacado de este
arduo trabajo de 18 meses es que dejó expuesto el encubrimiento sistemático de
la pedofilia en toda la estructura eclesiástica. La conclusión se desprende de
las entrevistas realizadas a decenas de testigos y el estudio de más de 500 mil
documentos en todo el estado de Pensilvania.
Los investigadores consideran
que el número real de niños abusados debe estimarse en “miles”, ya que no todos
se animan a denunciar los casos y muchos archivos se han perdido.
Únicamente dos diócesis de
Pensilvania no tienen antecedentes de agresiones sexuales a menores, por lo que
estos crímenes eran comunes y para nada excepcionales. Algunas víctimas fueron
manipuladas con alcohol y pornografía.
Los abusos incluyen:
forzamientos para masturbar a sacerdotes, manoseos y violaciones. Cada vez que
alguno de estos terribles casos se conoció al interior de la Iglesia, la
jerarquía católica protegió a los abusadores.
Son relatos estremecedores
que superan todo lo imaginable. Un cura llegó a violar a una niña de siete años
en un hospital, tras una operación de amígdalas.
Dos sacerdotes sí afrontarán
cargos en la justicia porque los casos llegan hasta 2010: uno está denunciado
por eyacular en la boca de una niña de siete años y otro por dos agresiones
sexuales.
A nivel nacional, cerca de 10
mil curas ya han sido denunciados por delitos que van del acoso sexual a la
violación. La Iglesia católica estadounidense ya lleva pagados más de 3 mil
millones de dólares tras firmar acuerdos legales con unas 5.700 víctimas.