Por Silvia Ribeiro
Crispr-Cas9 es un nuevo método de ingeniería genética al que
atribuyen ser más preciso que los transgénicos anteriores. Varios estudios
científicos recientes muestran lo contrario: dos estudios señalaron que puede
provocar cáncer y otro más mostró efectos no deseados, entre ellos la
eliminación o reordenamiento accidental de largas secuencias de ADN y el
silenciamiento o activación de genes que no se pretendía modificar, todo ello
con potencial patógeno.
El artículo más
reciente, del equipo de Allan Bradley del Wellcome Sanger Institute del Reino
Unido, fue publicado en la revista científica Nature Biotechnology el
16 de julio 2018. (https://tinyurl.com/ycdqhara)
Crispr-Cas9 es un
constructo enzimático artificial que actúa como “tijeras moleculares con GPS”:
encuentra el lugar donde se quiere manipular el ADN y corta las dos hebras de
la hélice de ADN, inhibiendo la expresión del gen intervenido, y/o insertando
nuevo material genético, creando un organismo transgénico.
El estudio de
Bradley y otros, realizado con células humanas y ratones, mostró que
Crispr-Cas9 frecuentemente produce efectos adicionales no deseados, como
eliminar largas secuencias de ADN (de cientos a miles de bases) o su
reordenamiento, pero lejos del sitio de corte. Concluyen que estos cambios
pueden generar enfermedad.
Bradley expresó
que este tipo de efectos secundarios han sido subestimados en estudios
anteriores, aunque había indicaciones sobre ellos, probablemente porque no
aparecían en los análisis, ya que en general se analizan secuencias de ADN
cercanas al lugar de intervención con Crispr-Cas9, pero los cambios se muestran
en secuencias distantes. En el caso de eliminación o reordenamiento, como no
buscan este fenómeno, puede pasar desapercibido en laboratorio, pero tiene
efectos potenciales dañinos en seres humanos y otros organismos.
Aunque los
estudios se refieren sobre todo al uso de Crispr-Cas9 en medicina, el problema
se manifiesta también en la manipulación de cultivos: los mismos efectos se
producen en plantas, lo que lleva a impactos imprevistos en los cultivos y
también en su consumo, porque la activación/ desactivación de genes y la
eliminación o reacomodo de secuencias puede causar alergias y otras formas de
toxicidad.
El estudio del
equipo de Bradley aumentó la alarma que crearon dos artículos anteriores, uno del reconocido Instituto
Karolinska de Suecia, que señalaron que Crispr-Cas9
incrementa el riesgo de cáncer en pacientes a los que se les inserte células
modificadas con este método. (https://tinyurl.com/y9jpyh84) Esto se
debe a que la acción de Crispr-Cas9, no es eficaz ante la reacción del gen p53,
que es una especie de “botiquín de primeros auxilios” de las células, asociado
a la prevención de muchas formas de cáncer. Este gen trata de reparar el corte
que produce Crispr-Cas9 y si no consigue hacerlo, instruye a la célula a morir
para no reproducir la anomalía. Cuando el p53 no actúa, Crispr-Cas9 es mucho
más efectivo, por lo que los científicos que lo usan, seleccionan las células
en las que no actúa este gen, pero podrían estar insertando células en los
organismos que serán cancerosas en el futuro, como una bomba de tiempo.
Consultado por la
organización GMWatch, el Dr. Michael Antoniu, del King´s College Londres,
explicó que la reacción de los organismos de reparación ante el “corte” de
Crispr-Cas9 es un mecanismo natural de defensa y por tanto, no se trata de
“ajustar” las nuevas biotecnologías, ya que el mecanismo seguirá actuando. Seleccionar las células donde
éste no actúa implica efectos secundarios graves, como cáncer o en el caso de
plantas, problemas serios de inocuidad alimentaria.
Antoniu plantea además, que otras nuevas biotecnologías, como TALEN o
mutagénesis de un solo nucleótido, posiblemente generen los mismos efectos y
por tanto deberían hacerse estudios sobre éstas también. Cuestiona que otros
métodos de mutagénesis que se usan, como radiación, podrían estar causando
toxicidad que no se ha asociado a ellas, con impactos en la inocuidad y
seguridad de los alimentos. (https://tinyurl.com/y8rowl3w)
Oportunamente, a
días de la publicación de los estudios referidos, el Tribunal de Justicia de la
Unión Europea dictaminó luego de un proceso iniciado por una demanda legal de
La Vía Campesina, Amigos de la Tierra y otras organizaciones de Francia, que los
productos de las nuevas biotecnologías (que incluyen mutagénesis y Crispr), son
organismos genéticamente modificados, es decir, transgénicos, y que deben pasar
por los análisis de riesgos de las leyes de bioseguridad y su consideración
debe basarse en el principio de precaución. Esto fue una victoria de las organizaciones
campesinas, ambientalistas y de consumidores, frente a la
insistencia malintencionada de la industria biotecnológica, de que las nuevas
biotecnologías no necesitan pasar por evaluación de bioseguridad (https://tinyurl.com/y7vgznrp).
Esta misma
absurda posición de la industria es la que defiende Víctor Villalobos,
anunciado secretario de agricultura de López Obrador en México y para quien las
organizaciones campesinas piden “destitución anticipada”.
Igualmente,
atentos a satisfacer las demandas de la industria biotecnológica, en Argentina
se aprobó mediante una resolución normativa en
2015, que las nuevas biotecnologías no necesitan pasar por los mismos procesos
que los transgénicos.
En enero 2018, la
comisión de bioseguridad en Brasil, CTNBio, aprobó una resolución similar, pero
que fue más lejos, incluyendo la potencial liberación de impulsores genéticos,
una aplicación de Crispr-Cas9 que se puede usar para extinguir especies.
La Vía Campesina
y otros movimientos populares de Brasil, protestaron contra
esta medida, que aún sigue pendiente.
Los nuevos
estudios desmienten contundentemente que estos nuevos transgénicos no tengan
riesgos, al contrario, podrían ser aún más riesgosos que los anteriores. Esto
es sin duda otro motivo para revertir estas absurdas normas en Argentina y
Brasil.
Silvia Ribeiro
Investigadora del Grupo ETC
Foto tomada de: https://biotecnologiaysusfantasmas.wordpress.com/2015/11/18/crispr-cas9-una-nueva-era-en-la-manipulacion-genetica-esta-llegando/