China
no va a retroceder ni un milímetro ante la Casa Blanca. Ese el mensaje que
transmitió el gobierno de Xi Jinping este miércoles, al responder de manera
recíproca a la imposición de nuevos aranceles para los productos que exporta a
Estados Unidos.
Primero desde Washington se
anunció que el 23 de agosto entrarán en vigor impuestos comerciales de 25%
contra bienes chinos valuados en 16 mil millones de dólares.
De inmediato, Pekín impuso el
mismo porcentaje adicional de aranceles, por el mismo monto total y para
cumplirse a partir de la misma fecha. Así lo anunció la Comisión de Aranceles
Aduaneros del Consejo de Estado de China.
El Ministerio de
Comercio chino denunció a través de un comunicado que Estados Unidos volvió a
poner la legislación local por sobre las leyes internacionales al imponer
nuevos impuestos “muy irrazonables” sobre bienes chinos.
Según el comunicado, el
Gobierno se ve obligado a salvaguardar los intereses nacionales y el sistema
comercial multilateral a través de la imposición de contramedidas.
China grabará desde el 23 de
agosto a más de 150 productos automotrices, la energía y materiales químicos,
mientras que Estados Unidos hará lo propio con bienes electrónicos,
semiconductores, material ferroviario, plásticos y productos químicos, entre
otros productos.
El pasado 6 de julio ya
habían entrado en vigor aranceles bilaterales por un monto total de 34 mil
millones de dólares, pero la disputa comercial sigue escalando por la nueva
política de la Casa Blanca.
Las respuestas de China se concentran
en la industria automotriz, manufacturas y agricultura.