Por Atahualpa Carrero
Con las recientes medidas
económicas aplicadas por el gobierno nacional el pueblo venezolano se encuentra
esperanzado; los efectos de esta medida, en estos primeros días son muy rudos para
las grandes mayorías ya que los pequeños y medianos empresarios están haciendo
de las suyas despidiendo personal, a esto se le suma los trabajadores
residenciales como los conserjes.
Sin ser economista trataré de
hacer un ejercicio que me parece sencillo y que demuestra realmente lo que
ocurre con las nuevas medidas, claro está que el ejercicio estará dirigido
específicamente al salario mínimo decretado.
El salario mínimo quedó en
1.800,00 BsS., si sacamos la cuenta del costo de los productos acordados el
total es de 1.149,00 Bs.S., si compramos un solo producto de cada uno, esto sin
contar otros alimentos necesarios, como vegetales, hortalizas, frutas, sal, por
poner un ejemplo.
Lo que indica que el restante del
salario mínimo es de 651,00 BsS., necesariamente a esto debemos restarle los
descuentos de ley que hacen en nuestros empleos (IVSS, pensiones y
jubilaciones, cajas de ahorro, FAOV, HACM, entre otros), como desconozco
exactamente cuáles son los porcentajes de descuento, asumamos de manera
conservadora el mismo y digamos que con el total de descuentos el salario
mínimo queda en 1.700,00 BsS., entonces el total real que nos queda después de
comprar un solo artículo de cada uno de los acordados será de 551,00 BsS. Si
con 551,00 BsS., usted cubre los costos de salud, vivienda, educación, vestido,
transporte y recreación, por favor dígame cuál es la fórmula para aplicarla.
A todo este asunto le debemos
sumar la ineficiencia de la banca pública y privada en la compra con tarjetas
de débito, especialmente con el Banco de Venezuela cuyo funcionamiento
realmente es deprimente, pero que además atenta contra la estabilidad económica
de sus usuarios.
Si usted tiene una cuenta en
este banco solo la puede consultar en la internet muy temprano en la mañana o
muy tarde en la noche y aún así este no reflejará en su estado de cuenta lo que
realmente tiene y los descuentos que le realizan, pero además, del 100% de las
transacciones que se realizan por puntos de venta el 60% o 70% o son rechazadas
o el banco no responde, pero aún así se lo debitan de su cuenta y el reclamo lo
debe realizar 72 horas después, tiempo en el cual debemos ver como nos la
ingeniamos para cubrir la compra que no pudimos realizar ya que nos dejan sin
dinero en la cuenta y de paso el
efectivo no aparece por ningún lado.
Si observamos con detenimiento
nos daremos cuenta de que los precios acordados son la legitimación de los
precios impuestos por los comerciantes, empresarios y bachaqueros, salvo muy
pocos como los huevos que los bachaqueros y comerciantes venden el medio cartón
en algo más de 80,00 Bs.S., y en los precios acordados están en 81,50 Bs.S., el
cartón, precio que sigue siendo grosero.
Hay que acotar que los
productos acordados no se consiguen y si los llegamos a conseguir la cola para
obtenerlos será de muerte lenta y agonía prolongada.
Las medidas han generado un
sinnúmero de reacciones, la más nefastas son las acciones que están tomando los
pequeños y medianos empresarios que están despidiendo a su personal de manera
masiva y lo peor es que las inspectorías siguen brillando por su ausencia. Las
acciones que ha tomado el gobierno para tratar de frenar estas y otras acciones
de los empresarios se quedan muy cortas ya que no solo se trata de las grandes
cadenas de automercados o farmaceúticas, también ocurre hasta con los
quiosqueros que pasaron a ser delincuentes legales que todo lo venden con más
de un 100% sobre el precio “legal” que ya es exagerado; estos señores no venden
productos básicos, ciertamente solo venden chucherías, cigarrillos y cualquier
otra banalidad, habrá muchos que trampean y venden artículos básicos
bachaqueados, pero más allá de lo que vendan lo que se quiere significar es el
atraco al que estamos sometidos los ciudadanos de a pie. Por ejemplo, los
cigarrillos que marcan 5.400.000,00 BsF., lo venden en 65,00 BsS., es decir le
ganan 11,00 BsS., lo que se traduce 1.100.000,00 BsF.
En definitiva, lo que ocurrió
con el cambio fue la legitimación de los precios impuestos por los empresarios
a través de su saboteo económico y que aún siguen aplicando.
En el vestido y el calzado, es
imposible, con el salario mínimo decretado adquirir la vestimenta, un par de
zapatos no debe bajar de 500,00 o 700,00 BsS., y creo que me quedo muy corto y
ni hablar de la ropa, una camisa no baja de 250,00 BsS.
El transporte es otro
viacrucis al que estamos sometidos, los delincuentes del volante a pesar del
aumento desmedido del pasaje no lo respetan y como es necesario llegar a casa
después de una extenuante jornada de trabajo terminamos pagando lo que ellos
quieren.
Ahora veamos como se organiza
la clase trabajadora y el poder popular los cuales se encuentran esperanzados
con las acciones del gobierno y no terminamos de asumir que no es el gobierno
el que solucionará nuestros problemas sino la fuerza unificada de nosotros
mismos. El gobierno sigue con su discurso y su llamado a los empresarios a que
lo apoyen en la recuperación económica, cosa que no sucederá.
Solo la fuerza de la
clase organizada y unificada dará los resultados esperados por las grandes
mayorías desposeídas y permitirá el avance hacia el socialismo, esperar eso del
estado y del gobierno es esperar que los tigres se transformen en vegetarianos.