
Desde el 2
de febrero, EE.UU. suspenderá sus obligaciones en el marco del Tratado sobre
Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés) y comenzará el
proceso de retirada de este acuerdo, que se completará en 6 meses, “a menos que
Rusia vuelva a cumplir con sus normas y destruya todos los misiles, lanzadores
y equipos asociados que lo están violando”, reza el comunicado del
presidente de EE.UU., Donald Trump, que ha sido divulgado este 1 de febrero.
El mandatario
de EE.UU. ha explicado su decisión por el supuesto hecho de que “durante
demasiado tiempo, Rusia ha violado el tratado INF con impunidad, desarrollando
de forma encubierta y desplegando un sistema de misiles prohibidos que
representa una amenaza directa para nuestros aliados y tropas en el
extranjero”.
Según Trump,
este paso está apoyado “plenamente por sus aliados de la OTAN”, que “comprenden
la amenaza que representa la violación de Rusia y los riesgos para el control
de armas que supone ignorar las violaciones de los tratados”.
Asimismo, el
presidente ha insistido en el documento que EE.UU. “se ha adherido
completamente al tratado INF durante más de 30 años”, pero no va a seguir
estando “limitado por sus términos, mientras que Rusia”, supuestamente, “tergiversa
sus acciones”.
“No podemos
ser el único país en el mundo vinculado unilateralmente por este tratado, o
cualquier otro. Seguiremos adelante con el desarrollo de nuestras propias
opciones de respuesta militar y trabajaremos con la OTAN y nuestros otros
aliados y socios para negarle a Rusia cualquier ventaja militar derivada de su
conducta ilegal”, ha subrayado Trump.
Por
su parte, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, en una declaración
ante los medios de comunicación, ha comentado la decisión del mandatario
estadounidense y ha subrayado que “Rusia
tiene 6 meses para salvar el tratado INF“. Además, Pompeo
ha expresado la esperanza de que EE.UU. vaya a poder a “convencer a la
Federación de Rusia de que es beneficioso para ella volver a cumplir con las
normas del tratado INF”.
Al valorar
la salida de EE.UU. del tratado INF, la portavoz del Ministerio de Exteriores
de Rusia, María Zajárova, ha aseverado que el sueño más preciado de
Washington es que Moscú se desarme y “destruya todo” su armamento.
Asimismo,
esta diplomática rusa ha hecho hincapié en que la retirada de EE.UU. del
tratado INF forma parte de la estrategia
de Washington para dejar de cumplir sus obligaciones en “una
cantidad enorme de acuerdos
internacionales“.
Por
qué es peligroso
El Tratado
sobre Misiles de Alcance Medio y Corto, firmado hace 30 años por la URSS y
EE.UU., ha sido uno de los cimientos
del moderno régimen de supervisión y control sobre la no
proliferación de armas
nucleares. Según el Kremlin, la salida estadounidense
del pacto es una posibilidad preocupante que convertiría al mundo en un
lugar más peligroso.
A pesar de
las acusaciones de EE.UU., Rusia siempre se ha mostrado dispuesta a continuar
el diálogo para salvar el tratado INF. “Obviamente, el desguace de este
tratado conllevaría las consecuencias más negativas para la estabilidad
estratégica global”, aseveró el ministro de Asuntos Exteriores ruso,
Serguéi Lavrov.
Este paso de
Washington pondrá en riesgo “toda la arquitectura del control de armas, que
incluye el Tratado sobre armas estratégicas ofensivas, las perspectivas de un
mayor desarme nuclear y la sostenibilidad del Tratado sobre la no proliferación
de las armas nucleares”, aseveró el canciller ruso.
Moscú
asegura que el tratado INF sirve a los intereses de la seguridad mundial
no solo de Rusia, sino también del mundo. Así, en opinión de China la
salida unilateral de EE.UU. de este acuerdo tendrá un efecto negativo multilateral.
En Europa
también entienden la importancia del tratado INF. Así, el ministro de
Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, aseveró el pasado diciembre
que ese acuerdo “ha sido un pilar importante de nuestra arquitectura de
seguridad europea durante 30 años”. “Para nosotros en Europa es de suma importancia“, subrayó
Maas al pedir a Washington que “considere las posibles consecuencias” de su
salida del acuerdo.
EE.UU.:
El sistema Aegis con base en tierra y drones de ataque
30 años
después de la confección del tratado, ambos Estados firmantes se acusan
mutuamente de violar el INF. En Rusia, por ejemplo, creen que los sistemas
antimisiles en las instalaciones en tierra del sistema de defensa antimisiles
Aegis estadounidense pueden ser fácilmente reemplazados por misiles de crucero
de alcance medio, lo que sería una violación directa del tratado.
El
Departamento de Estado de EE.UU., a su vez, refuta la posibilidad de lanzar
misiles de crucero con el sistema Aegis Ashore. Al mismo tiempo, a partir
de octubre del 2018, el sistema Aegis Ashore está en servicio en la ciudad de
Deveselu, Rumania. Además los planes de EE.UU. de instalar estos sistemas en la
base polaca de Redzikowo siguen en vigor.
Además, a
Rusia le preocupa la presencia de drones de combate de Estados Unidos, cuyo
rango de operación es de 1.100 kilómetros. La aerodinámica, carga útil y
características de estos vehículos lo hacen muy similares a los misiles de
crucero.
Rusia: El misil 9M729 para el sistema Iskander
Estados
Unidos afirma que en Rusia fue probado un misil de crucero con base en tierra,
el Novator 9M729, y que su alcance es de al menos 3.000 km. No obstante,
la parte rusa en varias ocasiones ha reiterado que las acusaciones
de Washington no tienen fundamento.
En lo que
se refiere al misil Novator 9M729 el ministro de Relaciones Exteriores de
Rusia, Serguei Lavrov, en diciembre pasado aclaró que fue probado
dentro del rango de distancia permitido por el tratado INF y de conformidad con
sus términos.
El
presidente ruso, Vladímir Putin, ya en octubre pasado advirtió que si se
eliminan los tratados en el campo de la limitación de armas, “no quedará nada
más que una carrera de armamentos”.
En este
sentido, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, este viernes ha
aclarado que “Rusia jamás será la primera en desencadenar una carrera de
armamentos y una espiral de tensiones”.
Al mismo tiempo, Riabkov ha indicado que “las
fuerzas y medios de Rusia garantizan la seguridad del
país, independientemente de los pasos adoptados por EE.UU. en el
contexto de una posible retirada del tratado INF”.