Por Ramón Pedregal Casanova
A Venezuela le quita la luz el régimen
de Trum, es puro terrorismo atentar contra los bienes comunes de los pueblos,
es un atentado terrorista robar a un país entero lo que le pertenece, es un
delito contra los Derechos Humanos, pretende trazar el odio del imperio como
ley internacional destrozando así los acuerdos entre todos los gobiernos, esas
leyes de consenso.
El terrorismo corta la luz en
Venezuela. En España, si no puedes pagar el recibo te corta la luz el imperio
de aquí. El gran capital, las cúpulas de las multinacionales cortan la luz al indefenso,
a la familia debilitada, corta la luz quien odia los Derechos Humanos
destrozando así la ética social, las leyes de paz social. El terrorismo corta
la luz a las mayorías y a cada persona, a todos cuyos bienes son ansiados por
los de la ley de la propiedad privada, por quienes imponen cada uno de sus
deseos al resto. No hay mayor dictadura que la del capital. El terrorismo deja
sin luz al mundo libre. Busca que no valga el dinero, que no haya comida ni
medicinas, quema el petróleo, … Es la dictadura capitalista.
Qué paradoja, los grandes
capitalistas bloquean las finanzas, la compra venta, la circulación de
vehículos, la luz, … Es la dictadura contra las mayorías que aspiran a tener
vida propia, sin dependencias y servidumbres a los propietarios del 80% de los
bienes del mundo. Es la gran patraña del capitalismo: contra la circulación de
lo necesario para vivir una minoría paga a sus esbirros para que persigan a
quienes no les obedecen.
Entre los grandes
capitalistas no hay contradicciones, hay … diferencias: Donald Trump hablando
de lo que él llama “las élites” ha dicho: “Soy más inteligente que ellos, fui a
mejores escuelas que ellos, tengo mejores apartamentos que ellos, estoy mejor
educado”.Quiere decir que si todos esos que se le asemejan son ladrones de los
pueblos, inversores en crímenes de genocidio, racistas, inversores en fascismo,
… él, Trump, está mejor educado en todo eso, tiene más denuncias ante los
Tribunales estadounidenses que los demás, es más putero que sus compañeros de
clase, es mucho más indiferente a las desgracias que causan con su sistema.
Trump es el gran dictador. Su sistema es la dictadura del gran capital del
siglo XXI sin ningún velo. Ahí lo tenemos organizando las acciones terroristas
en las escuelas de mercenarios, en los apartamentos de la Torre Trump,
manifestando un repugnante comportamientos machista, racista, capitalista, …
manifestándose tal cual con un dictatorial nombramiento: su encargado de mandar
en Venezuela, el enemigo de la justicia social que declara que “para nosotros
los muertos no son costos son inversión en futuro”: Guaidó es el terrorista sin
embozo que cobra por cortar la luz. Los 30.000 millones de dólares robados a
Venezuela en EEUU, dan para pagar a muchos mercenarios Guaidós.
En Cuba, cuando triunfó la
Revolución, el que había sido presidente del Banco de Cuba, Don Felípe Pazos
hasta que Batista y los suyos, de la mano de EEUU, dieron su golpe de Estado,
cuando triunfó la Revolución, decía, fue repuesto en la presidencia, y al ir a
ver el dinero que tenía el Banco se encontró, él, el pueblo cubano, los
Revolucionarios, que no había nada, los Batistas de la mano del régimen
estadounidense habían robado todo. El robo de Guaidó recuerda aquel otro robo.
Por robar para su amo le dice que invada el país y así será más fácil, “los
muertos … son inversión en futuro”.
Los sionistas, de quienes
recibe apoyo terrorista, hicieron lo mismo en sus negocios con Hitler, hablaban
con el régimen nazi en los mismos términos, los asesinados debían servir para
empañar la invasión de Palestina. No es casual que se vea a las espaldas de
Guaidó la bandera del sionismo, no es casual que en los intentos de golpe se
hayan encontrado marcadores de dirección en las calles para atentar, lenguajes
y signos empleados por el sionismo, no es casual que se descubran armas e
instructores israelíes de terroristas en Colombia.
Guaidó es un personaje
amoral, tanto que celebra los daños que los terroristas hacen a la población
trabajadora venezolana. Se llena la boca gritando ¡ríndete o hay guerra!, con
lo que se hace culpable a la víctima, al pueblo venezolano, y se alegra de que
la tropa del imperialismo le corte la luz para robar el país. En España los
equivalentes, habiéndose hecho dueños de los bienes comunes, te cortan la luz
si no puedes pagar el recibo. Es la dictadura del gran capital, y los Guaidós,
tan pegados al gran capital lo
sostienen.
Dice la canción de Rojo
Cancionero: “ Si no hacemos sola nuestra voz / es posible que vivamos
sometidos, / enfrentados, / divididos, / olvidados toda nuestra eternidad”.
Ramón Pedregal Casanova es
autor de los libros: “Gaza 51 días”, “Palestina. Crónicas de vida y
Resistencia”, “Dietario de Crisis”, “Belver Yin en la perspectiva de género y
Jesús Ferrero”, y “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”.
Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios
Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros
Palestinos.
Miembro del Frente
Antiimperialista Internacionalista (FAI).