Una dura
acusación lanzó este sábado la máxima autoridad de la Iglesia Católica. Los
destinatarios fueron los países de Europa y el poder estadounidense.
En
el marco del 150° aniversario de la fundación del Instituto San Carlos de
Milán, Francisco tomó la palabra ante jóvenes y estudiantes para defender la
paz. Habló de Yemen, Siria, Afganistán y los países que están en guerra en general.
“Si ellos no tuvieran armas, no harían la guerra. Pero, ¿por qué hacen la
guerra? Porque la rica Europa, Estados Unidos, venden las armas para matar a
los niños, para matar a la gente. ¡Somos nosotros los que hacemos las
diferencias! Y esto ustedes deben decirlo claramente, en la cara, sin miedo”,
afirmó el papa.
Francisco
también señaló que “sobre la conciencia de un pueblo que fabrica armas y las
vende está la muerte de cada niño, de cada persona, está la destrucción de las
familias”. En la misma línea, lamentó que en el mundo haya “más de 900
millones de minas antipersonales”, que provocan que “cuando un pobre campesino
va a trabajar la tierra, morirá o quedará mutilado”.
Al
criticar la injusticia del sistema económico, el papa aclaró que esa posición
no tiene nada que ver con el comunismo y que es una obligación denunciar “que
con este sistema matan de hambre a los niños y a la gente”.
Por
último, defendió en la audiencia lo que denominó como “la cultura del
encuentro” y condenó la “cultura de la indiferencia” y al “corazón racista”.