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La tentación represiva


Concentraciones reprimidas en Argelia
Por Iddir Nadir

Más bien tolerante desde el 22 de febrero, la policía ha impedido el día 6, sábado, las acciones de protesta previstas en Argel[1]. La concentración convocada por las y los sindicalistas “libres” de la UGTA ha sido violentamente reprimida. Ante la sede de la central sindical, calle Aissat Idir, la policía ha cargado brutalmente contra la manifestación.

A una decena de las personas concentradas la policía las ha metido en las furgonas por la fuerza y han sido conducidas a dos comisarías de Ruiba, al Este de Argel. “Las y los manifestantes estaban allí desde las 9:30. La policía primero les ha empujado hacia la plaza de la Casa de la Prensa. Las y los sindicalistas han intentado entonces negociar con el oficial de policía que ha permitido que se reúnan en la acera al lado de la sede de la central UGTA.

Pero una vez en ese sitio, han cargado. Han detenido violentamente a 13 sindicalistas y sus compañeras y compañeros han sido dispersados”, detalla Omar, militante sindicalista. Las y los sindicalistas, muchos de ellos trabajadores despedidos, así como militantes de los derechos humanos se habían citado por 5º sábado consecutivo.

Las consignas eran las mismas: exigir la dimisión del secretario general de la UGTA, Abdelmadjid Sidi Said, y “reapropiarse” de la central mediante la organización de un congreso extraordinario.

Las y los sindicalistas estaban sorprendidos por la reacción violenta de la policía, que se contentaba hasta ahora con contener la concentración en la acera del instituto El Idrissi.

La semana pasada se produjo un hecho inédito: bajo la mirada de la policía, partidarios de Sidi Said, refugiados detrás de la puerta de hierro, respondieron utilizando todo tipo de objetos contundentes. Uno de los manifestantes fue herido por arma blanca. La decisión de la policía de reprimir la concentración sindicalista es interpretada como una voluntad de prohibir las manifestaciones de entre semana, mientras que estaban siendo “toleradas” desde el 22 de febrero.

Acciones sectoriales son organizadas casi diariamente en dos plazas fuertes del centro de la ciudad: en el Edificio de Correos (la Grande Poste) y Audin. El dispositivo antidisturbios se limitaba hasta ahora a encuadrar la manifestación. Ayer, la policía ha impedido la celebración de otra concentración convocada por un colectivo “antigalufa” (contra el maltrato animal) ante la Grande Poste.

La policía ha impedido la actividad y han detenido al periodista de El Watan Meziane Abane, y al militante del MDS Mohamed Salah Lounis.

En un comunicado hecho público ayer, la dirección de El Watan se ha preguntado sobre las razones de esta detención “que pisotea las reglas elementales del derecho y denuncia este grave ataque a la libertad de prensa en Argelia”.

Artistas que se habían dado cita en la plaza de los Bouquinistes frente a la Grande Place, han visto que se les impedía también instalar sus instrumentos musicales. “Un agente de paisano, visiblemente el jefe de la policía, ha venido a decirnos que las cosas van a cambiar en adelante y que ya no podemos hacer nuestro concierto. Sin embargo, ya habíamos venido otras veces a desarrollar la misma actividad.

El agente nos ha dicho que ya no habrá más concentraciones y demás actividades en Argel, salvo las de los viernes. Para él, toda actividad estará prohibida y habrá incluso detenciones. El agente nos ha dicho también que la policía sufre presiones pero que no puede darnos más detalles”, señala Aziz Hamdi, militante y uno de los organizadores de la actividad artística.

Mantener la presión

Nuevo modus operandi. “La policía comienza por atacar a las pequeñas acciones antes de tocar a la gran movilización del viernes[2]. No puedo decir si es la DGSN quien ha decidido este movimiento o es el Ministerio del Interior”, prosigue Hamdi.

Las acciones represivas se habían repetido estos últimos días. Hay quienes se hacen preguntas sobre estas acciones duras: ¿ha recibido la policía instrucciones de impedir las concentraciones en Argel? El viernes, los elementos de la gendarmería levantaron barreras de filtrado de gente en el trozo de la autopista del Este que va de Reghaia a Dar El Beida.

La gendarmería usó gases lacrimógenos y bombas de agua para obligar a la gente a retroceder, según se constata en videos difundidos en las redes sociales.

El diputado FFS Djamel Bahloul y el antiguo primer secretario del mismo partido, Ahmed Betatache, intentaron discutir con los gendarmes. “Fue una provocación. Hablé con el coronel de la gendarmería que me explicó que respondían a instrucciones según las cuales la gente tiene que manifestarse en su wilaya (provincia). En su opinión, la medida había sido tomada para “evitar la infiltración del movimiento”.

Este argumento no se sostiene, puesto que la gente que viene de la Kabilia y del este del país ha participado en las marchas precedentes y no ha habido ningún incidente”, afirma Bahloul, en una declaración a El Watan (edición del 6 de abril de 2019). A pesar de las actuaciones de los Servicios de Seguridad, las y los argelinos tienen decidido mantener la presión.

En un comunicado hecho público ayer, las uniones sindicales de las wilayas de Tlemcen, Saida, Tizi Ouzou y Bejaia de la UGTA han reclamado la dimisión inmediata de Sidi Said y llamado a una concentración nacional de trabajadores y trabajadoras en el interior de la sede de la central sindical. Denunciando la represión de la concentración de ayer, Smain Kouadria, sindicalista y miembro de la dirección del PT, asegura que las y los trabajadores están movilizados para reapropiarse de la organización UGTA, dirigida hasta hoy por el aniamovible Sidi Said.

Para las y los sindicalistas “libres”, el próximo viernes será el de Sidi Said. Para salvaguardar las libertades arrancadas desde el 22 de febrero, las y los artistas han lanzado un llamamiento en las redes sociales para una concentración ante la Grande-Poste para la tarde de ayer.

Las personas que se habían reagrupado gritaron consignas anti régimen y afirmado mantener la protesta. “Nos dicen que las concentraciones están prohibidas. Les decimos que no tenemos miedo.

La calle pertenece al pueblo. No solo nos concentramos los viernes por nuestros derechos. Nos concentramos todos los días...”, ha gritado Tinhinane Makaci, militante de los derechos humanos, ante sus camaradas reunidos en las escalinatas de la Grande Poste.


[1]En su web, el diario El Watan del 8 de abril informa de que, con posterioridad a la publicación de este artículo, ha habido más detenciones, en particular la de Samir Larabi, periodista y miembro de la dirección del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) que ha sido detenido el lunes 8 de abril hacia las 17:00 cuando participaba en una concentración ante el edificio de correos de Argel.https://www.elwatan.com/edition/actualite/le-militant-du-pst-samir-larabi-arrete-par-des-policiers-a-alger-08-04-2019 ndt.
[2] Las movilizaciones de los viernes, desde el pasado 22 de febrero, han ido desarrollándose sin que la dimisión de Buteflika las haya hecho debilitarse como muestra la del pasado viernes, la 7ª, en la que la cientos de miles de personas han exigido que, tras Buteflika, “se vayan todos” ndt.