Por Victoria Korn
En
Venezuela resurge la necesidad de discutir a fondo los grandes temas de la
revolución, más allá de opiniones de fracciones: se trata de retomar el rumbo
socialista trazado por Hugo Chávez, ante un gobierno acosado por agresiones y
sanciones externas que no traza líneas políticas ni económicas claras para
zafar de la grave crisis.
Una
interesante controversia se dio en el seno del chavismo, a raíz de la denuncia
del exministro Elías Jaua sobre la privatización de la empresa estatal Arroz del
Alba y el encarcelamiento de los comuneros que se opusieron a la privatización.
La lucha ideológica surge en las redes: las etiquetas #PrivatizarEsTraicionar y
#LibertadParaLosComuneros estuvieron en los primeros lugares de las tendencias
en twitter, señal de la necesidad de discutir temas que el gobierno insiste en
ignorar.
Para
morigerar el debate, el gobierno nacional mostró su esquema de alianzas con los
privados, y en respuesta al movimiento campesino, el Presidente ratifica que no
van a rectificar su pol{itica de privatizaciones. Tampoco hubo explicación
sobre la desaparición de Pdval y la entrega a particulares de sus locales que
ahora son negocios privados (tiendas CLAP) ni sobre Mercal, Abastos
Bicentenario.
Uno de
los máximos exponentes de esta política, el ministro Castro Soteldo, señaló que
“esa burguesía nacional está llamada a asumir el papel histórico, no de
gananciero con estrechez de visión (…) sino como un elemento de la sociedad
transformador, productivo, aglutinador, que eleve los estadios de vida de
nuestra sociedad a otros niveles, junto al gobierno, junto al pueblo. Allí
puede estar la fórmula mágica.”
La gente
recuerda que hace un mes el presidente Nicolás Maduro anunció el cambio total
del gabinete y a la fecha solo fueron relevados y sustituidos tres de los 26
ministros.
El
jurista Hermann Escarrá, en la Comisión de Comunas y Movimientos Sociales de la
Asamblea Nacional Constituyente, alertó que “sería extremadamente grave
terminar este proceso constituyente sin las comunas, sería un fraude a la
soberanía nacional” y señaló que las Comunas, una cuestión de orden estructural
para la nación, deben trasversalizar todo el texto constitucional.
Indicó
que la etapa del Estado Social de Derecho (una evolución del estado liberal),
establcido hace 20 años, debe terminar para pasar a Estado Socialista, que
incluya la solidaridad, el bien común, la ayuda mutua…
Mientras,
un documento firmado por “la clase trabajadora venezolana”, ivulgado por las
redes digitales, exhorta al presidente constitucional, Nicolás Maduro
Moros, a regresar antes del primero de mayo al camino del Socialismo
Bolivariano que legó Hugo Chávez y propone diversas medidas a tomarse
inmediatamente: “golpe de volante o nos bajamos del bus”, amenaza.
Si bien
el documento no lleva firmas, se divulgó en nombre de sindicatos
petroleros, petroquímicos, gasíferos, mineros, gremios
profesionales, movimientos de profesionales y técnicos, movimientos
de campesinos, pescadores, artesanos, Nudes y Comunas productivas y
demás motores de la fuerza laboral venezolana que desde 1992 acompañaron el
proceso revolucionario que lideró Hugo Chávez Frías, hace un recuento de
la actualidad y propone acciones.
Advierte
al gobierno que, en lo económico, no existe rumbo claro ni un plan para salir
de la hiperinflación que azota al pueblo, y en lo político, el Partido
Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se convirtió en un gran elefante
blanco, inútil para todo excepto como maquinaria electorera, lejos de ser
la plataforma de asistencia política conectada al pueblo que soñó el presidente
Hugo Chávez.
Señalan,
asimismo, que en lo social, los Consejos Comunales y Comunas se encuentran
abandonados, sin acompañamiento institucional, sin norte, sin
incorporación real a Estado, y que en lo laboral, han sido irrespetadas
todas las convenciones y contrataciones colectivas, además de violentadas
la la Ley Orgánica del Trabajo y la Constitución Bolivariana.
Añaden
que se han cercenando todos los derechos y reivindicaciones de los trabajadores
y trabajadoras, entregando los recursos minerales “estratégicos”
(petróleo, oro, coltán, carbón) a empresas capitalistas que en aras
de aumentar la productividad, han reinstaurado todas las perversiones que
erradicó Chávez: privatización, tercerización, explotación y
corrupción.
En lo
cultural, indica el documento, vivimos la más grande pérdida de valores y
conciencia; las instituciones públicas prestadoras de servicios cobran
comisiones en dólares por hacer su trabajo; y las empresas privadas abusan sin
coto de un pueblo humillado, sin nadie que lo defienda, mientras que los
cuerpos de seguridad hoy son agencias de custodia y resguardo de comerciantes,
y extorsionadores de oficio, dejando de lado sus funciones oficiales.
El
escrito señala que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) es hoy la dueña
del país, e indica que los militares se han amparado en el ideal de unión
cívico-militar que esbozó el Comandante Chávez para apoderarse de todos los
espacios, en especial económicos, bajo la amenaza de un golpe
latente de Estado.
Las exigencias a Maduro
Entre las
exigencias al presidente, figura en primer término la destitución
inmediata de todos los actuales ministros y ministras, sin posibilidad de
enroques maliciosos, así como instituciones y organismos públicos, con énfasis
en las carteras de Petróleo, Aguas, Comunas, Industrias y
Producción, Planificación, Finanzas, Salud, Educación, y Comercio.
Asimismo
le exigen atacar inmediatamente la crisis institucional, sacando a estos
organismos a luchar junto al pueblo diariamente contra les flagelos que
quiebran la moral del venezolano: especulación, corrupción, dolarización,
acaparamiento, hiperinflación, anarquía y falta de autoridad.
Los
firmantes piden un sacudón real en las instituciones de quinta columnas y
saboteadores en cargos gerenciales y claves y también en el PSUV, de
oportunistas y lideres cometas que solo aparecen en elecciones
Exigen,
además, a Maduro hacer valer la Constitución y el Plan de la Patria,
colocándose de lado del trabajador, no del empleador, del pueblo no
de la oligarquía, mucho menos de los nuevos burgueses bolivarianos, y advierten
que “si no nos escucha, se convertirá en un enemigo más de la revolución
y traidor del legado del Comandante Chávez”.
Preocupa
a los venezolanos, incluyendo a los chavistas, los incumplimientos del
gobierno. Por ejemplo, que Maduro se comprometiera a firmar y cumplir convenios
colectivos y poner al día las retrasadas tablas salariales de la
administración pública, lo que no ha sucedido.
Las redes
sociales registran los reclamos: que el estado Lara está sin gasolina porque se
le sigan llevando de contrabando a Colombia; que los trabajadores jubilados de
Pdvsa están indignados porque el Fondo de Jubilaciones sigue sin activarse.