Los
medios de comunicación ocultan la Revolución que se vive en Francia/ 2.000
‘chalecos amarillos’ ya han sido condenados por los tribunales y otros 1.800
esperan juicio
En
el siguiente video, publicado por DDLA, se puede ver lo que no quieren que
veamos a través los medios de comunicación por temor a réplicas en otros
países. El pueblo Francés no le teme al gobierno de Macron (títere de la
Familia Rothschild). Esta fue la 18ª jornada de protestas en toda Francia.
¿Será este el principio del fin del sistema sionista actual?
El «Gran Debate Nacional» logró desviar
la atención de los franceses del grave problema de desindustrialización que
habían planteado los Chalecos Amarillos, estima Thierry Meyssan. Por muy
interesantes que puedan parecer, las problemáticas que se discutieron durante
esa gran sesión de parloteo son absolutamente secundarias dado el prodigioso
retraso económico acumulado por la Unión Europea en relación con los países
miembros de la Organización de Cooperación de Shanghai.
Los franceses han tomado
conciencia del hecho que la mediana burguesía se ha visto desclasada,
obligada a abandonar las ciudades y relegada a la «periferia urbana».
Pero siguen sin asimilar la rápida desaparición de la
clase media en Occidente y su repentina aparición en Asia.
Por consiguiente, no han entendido todavía que los males que
los afectan son resultado del éxito de los actores capitalistas que
han logrado deshacerse de las reglas políticas, así que siguen
considerando responsables a los súper ricos y no a
los políticos que han venido eliminando las reglas que los
súper ricos tenían que respetar en el pasado.
Las reformas resultan siempre
menos dolorosas que las revoluciones. Y en definitiva, son cambios a largo
plazo los que tendrán que realizarse de una u otra manera. La clase
dirigente los rechaza actualmente, pero no podrá impedirlos y sólo puede
esperar prolongar su propio confort a expensas del sufrimiento de los demás
sectores de la sociedad. Pero ese confort llegará a su fin cuando el Sistema,
que actualmente favorece a esa clase, comience a destruir también su modo de
vida.
En cuanto a los Chalecos
Amarillos, dice Meyssan, han evitado cuidadosamente la designación de líderes
para su movimiento, dejando así a la clase dirigente sin interlocutor.
Al lanzarse a las calles, los
franceses son el primer pueblo del mundo occidental que se decide a correr
riesgos físicos para oponerse a la globalización financiera, estima Thierry
Meyssan. Aunque no tengan conciencia de ello y sigan creyendo que sus
problemas son de naturaleza exclusivamente nacional, el enemigo de los
franceses es el mismo que ha ensangrentado la región africana de los Grandes
Lagos y parte del Gran Medio Oriente. Occidente atraviesa una crisis
existencial y sólo lograrán sobrevivir a ella los pueblos que comprendan la
lógica que los destruye y la rechacen.