El siguiente artículo pretende llamar a la
reflexión en función de lo que actualmente ocurre en nuestro planeta, este
hecho de destrucción masiva es dejado de lado por otros asuntos que para las
grandes potencias y las enormes trasnacionales
son “más importantes”. Aunque el autor hace un análisis superficial ya
que no llega a la raíz del asunto, es bueno aclarar que este desastre
básicamente es culpa de un sistema depredador que se lleva todo por delante con
el único fin de acumular riqueza la cual no los salvará a ellos, en ese sentido
leerlo es obligatorio pero sin quedarse en él, debemos buscar las razones, el
fondo y evaluar de manera consciente quiénes son los verdaderos culpables del
desastre planetario.

Estas grandes
extinciones masivas, relacionadas con eventos catastróficos, contrastan con la
silenciosa eutanasia que en la actualidad está ocurriendo en nuestro mundo.
Porque, aunque no estemos sufriendo la caída de grandes meteoritos o estemos
siendo víctimas de un vulcanismo global, la biodiversidad de nuestro punto azul
pálido está viviendo uno de los momentos más críticos de su larga y compleja
historia. Podemos afirmar que estamos viviendo una nueva extinción, silenciosa
e ignorada, pero extinción al fin y al cabo.
Acaba de hacerse
público el Informe de biodiversidad 2016 de la World Wildlife
Fundation y los datos, se lo adelanto desde ahora mismo, son simple y
llanamente espeluznantes: En las últimas cuatro décadas la población de los
vertebrados que existen en nuestro planeta (incluyendo mamíferos, aves y
especies marinas) ha disminuido un 58% desde 1970. Especialmente preocupantes son
los datos de las especies marinas cuya población ha sufrido un descenso del 81%
durante esos años.

Según el informe las
principales causas de esta enorme disminución de poblaciones son (como no podía
ser de otro modo) la pérdida y degradación de los hábitats naturales, el cambio
climático, nuestro actual sistema alimentario y la descontrolada explotación de
los recursos naturales, especialmente los marinos. Relacionado con estos
dos últimos elementos, la sobrepesca es uno de los aspectos más preocupantes
sobre todo si tenemos en cuenta el dato de que la población de peces y anfibios
ha disminuido en más de 80% durante los últimos 40 años.
Para añadir aún más incertidumbre al panorama hay una
especie que no parece no preocuparse por su población: el ser humano. En la
actualidad la población mundial ha superado con creces los 7.000 millones de
habitantes y la tendencia al alza nos permite estimar que para el no tan lejano
2050 se situará cerca de los 10.000 millones. La denominación “Antropoceno”
cada vez suena más y las perspectivas para el futuro son, al menos,
inquietantes.