LA MEJOR GARANTÍA PARA QUE SE RESPETEN NUESTROS DERECHOS ES CON NUESTRA ORGANIZACIÓN, FORMACIÓN Y MOVILIZACIÓN DE MANERA INDEPENDIENTE, DEMOCRÁTICA, SOLIDARIA Y UNITARIA

Una jugarreta más de la burocracia institucional

Una de las principales características de las instituciones del Estado es que en este se instalen personas que no están ni con ni por los intereses de la clase trabajadora, esto es normal tanto en la IV república como en la V, en la IV república esto formaba parte de nuestra cotidianidad y lo veíamos como algo “normal”, aunque no dejábamos de quejarnos y en algunos casos protestábamos.

Hoy esto ya no es normal y no nos referimos a que en el Estado se enquiste gente que ni siquiera represente los intereses de la clase trabajadora, esto seguirá sucediendo y ahora más que nunca, sino a que ya no nos la calamos. El reflejo se ve en todas las instituciones (en sus trabajadores y trabajadoras) cuando por doquier se está impulsando alguna forma organizativa, ahora bien, muchas de estas formas organizativas responden a líneas de nuestro comandante, cosa que no es mala, el mal entra en el momento y esto es una contradicción del proceso, cuando estas formas pasan a estar, de alguna manera supeditadas a la forma en que se dirigen las instituciones del Estado, que, como todos sabemos, es totalmente vertical, es decir, podemos tener un Consejo de Trabajadores impulsado y creado por estos mismos, inclusive puede tener autonomía e independencia a lo interno, pero dentro de las decisiones de envergadura de la empresa o institución no tiene ningún tipo de incidencia y si la tiene es solo en cosas que no son determinantes, lo mismo ocurre con los sindicatos, estos pueden tener autonomía e independencia pero si la clase trabajadora no está cohesionada como un todo, los principales dirigentes serán destruidos, esto ocurre por varias razones.

Una de las principales razones, y en esto debemos estar muy pendientes, es la falta de unidad de la clase trabajadora, la otra razón es que bajo el conocimiento de esta falta de unidad, la burocracia apátrida hace lo que le da la gana, este es el caso de ANTV donde despiden a camaradas que pretendieron organizarse en sindicato, o en el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información (MINCI) donde despidieron a Maybe Qüenza Secretaria de Organización del Sindicato, abogada y con más de un año de servicio, a quién culpar, al ministro Andrés Izarra, a los vices Alejandro Boscán y Lidice Altuna, a la Directora General de RRHH Carolina Prieto, que de paso, y hay que decirlo, firmó contra el presidente, al Director general de Despacho Hazel Chaudery o al Director General de Consultoría Johnathan García, pues todos son culpables por permitir o ser autores de semejantes violaciones a los derechos de la clase trabajadora.

Los derechos de la clase trabajadora están siendo vulnerados de manera sistemática por la burocracia institucional, más, cuando estos se organizan en sindicatos con dirigentes que apuntan a defender los derechos, es allí cuando esta nefasta burocracia entra en acción, cuando la organización no atenta contra esta burocracia le dan cabida y hasta la visibilizan con loas, entrevistas y publicidad.

Esto también ocurre con los Delegados y Delegadas de Prevención, una vez electos, si se ponen muy exigentes pasan a ser terribles enemigos de las directivas de las instituciones.

La única manera de evitar estos atropellos por esta dirigencia “revolucionaria” es precisamente la organización y unidad de la clase de manera autónoma e independiente, en permanente movilización y formación y teniendo bien claro que las revoluciones socialistas se hacen con la clase trabajadora y desde la clase trabajadora no desde las instituciones.

Prensa ORESTSEVA