Una nueva jornada de lucha llevaron a
cabo este lunes los trabajadores del ente rector de las relaciones
obrero-patronales en el país. Sin que la coacción los detuviera, con ánimo y
vigor reclamaron sus derechos.
Trabajadores del Ministerio del
Poder Popular para el Proceso Social de Trabajo (MinTrabajo) volvieron a
protestar este lunes frente a las instalaciones de la institución. Con
pancartas, pitos y consignas plantearon sus reclamos por la vulneración de derechos laborales establecidos en su
contrato colectivo.
Señalan que hay un bono –llamado de
“Ayuda familiar”– que debieron cancelarles hace mes y medio, así las becas para
los hijos que estudian y otra serie de beneficios establecidos en cláusulas del
contrato que les estarían confiscando. Otra de las desmejoras ser refiere a los
aguinaldos y las vacaciones que, según les han informado, les pagarían por
debajo de lo establecido en su contrato colectivo.
Algunos de los carteles hacían
alusión a extractos del artículo 89 de la Constitución, que establece el
carácter de progresividad e irrenunciabilidad de los derechos laborales.
Un clima de amenazas, hostilidad y actitud
represiva
Una de las consignas más coreadas
por los trabajadores era la de “¡No queremos amenazas, queremos soluciones!”, y
es que, según relatan, dentro de la institución viven un clima de maltratos
laborales e intimidación. Como muestra de esto, trascendió que a las trabajadoras que laboran como maestras en la guardería
de la institución, y que ejercieron su legítimo derecho a participar del
reclamo laboral, las amenazaron con abrirles calificación de despido,
con el argumento de que estarían “violentando el derecho a la educación de los
niños”. Es decir, según esa lógica absurda, todos los maestros y docentes del
país tienen prohibido el derecho democrático a la protesta, manifestación o
huelga.
Esta misma actitud de impedir el
ejercicio del derecho democrático a la protesta, se habría dado también en las Inspectorías del Trabajo, donde se les prohibió a
los trabajadores sumarse a la actividad. Como una escala
superior de estos impedimentos antidemocráticos, denunciaron lo que es ya una
actitud directamente represiva, como lo fue el hecho de que unidades de transporte que venían del estado Miranda con
trabajadores de la institución que querían a sumarse a la actividad, fueron
retenidas por puestos de control de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en
la autopista, y nos los dejaron llegar a la actividad.
En consonancia con eso, desde primeras horas de la mañana la entrada del ministerio
se encontraba con una presencia inusual de personal “de seguridad” –que
no son los trabajadores que tradicionalmente cumplen funciones de vigilancia,
incluyendo funcionarios del Servicio Bolivariano de
Inteligencia (Sebin), tanto uniformados, como personas de civil,
que los trabajadores identifican como agentes de estos organismos, o de los
llamados “colectivos”. Operativo que se “retiró” cuando pensaron que ya no se
daría la actividad.
Sin embargo, este clima autoritario
y de intimidación no dejó de estar presente durante toda la jornada.
En una ocasión un funcionario del
Sebin (con sus armas al cinto) abordó a uno de los trabajadores para pedirle
información sobre la actividad, “visita” que fue ampliamente repudiada por
todos los presentes.
Los trabajadores denunciaron abusos por parte de personas de la seguridad
directa del ministro, que se identifican como “colectivos”. De
hecho, junto al grito de “¡No somos guarimberos, somos trabajadores!”, resonó
también con fuerza el de “¡No queremos colectivos!”
Siguen en la lucha
Sin embargo, nada de esto amilanó a
los trabajadores, quienes desarrollaron la actividad con entusiasmo, reclamaron
tanto adentro frente al despacho de ministro, como afuera en la entrada,
declarando y expresando su opinión ante los diversos medios de prensa que
cubrieron la protesta.
Los trabajadores no recibieron ninguna respuesta por parte de las
autoridades, nadie los atendió, sin embargo, al final de la
jornada hicieron un balance positivo de la actividad, señalando que cumplieron
con los objetivos de seguir firmes en la exigencia de que se cumplan los
derechos que les están siendo violentados. Afirmaron que con cada nueva acción
hay nuevos sectores de trabajadores de la institución que dan un paso al frente
y se incorporan a este justo reclamo. Evaluaron una serie de propuestas y
definieron próximas acciones.